El otro día, alguien compartió una frase en Facebook que me
dejó pensando un buen rato: “Llegas a tu casa, te haces un café, te sientas en
el sillón, todo está en silencio a tu alrededor… Cada uno elige si eso es
soledad o libertad”.
Y me quedé pensando porque justamente eso me sucede a mí:
llego a casa, me pongo cómoda, me preparo algo para comer, me siento en el
sillón, todo está en silencio… Y resulta que, a veces, eso me hace sentir
maravillosamente bien. En cambio, otras veces, eso me hace sentir absolutamente
mal. Así pues, la situación no es la que cambia, sino que es mi estado mental
el que varía.
Y cuando me siento maravillosamente bien, me paro a pensar en
lo feliz que soy. Y cuando me siento absolutamente mal, me paro a pensar en lo
desgraciada que soy. Qué curioso, ¿verdad? Porque, entonces, resulta que a
veces soy feliz y a veces soy desgraciada pero parece ser que eso no está
relacionado con mi situación externa sino con cómo la leo, cómo me la cuento,
cómo la interpreto. En definitiva, eso está relacionado con mi estado interno.
Seguía pensando en todo esto cuando me llegó la imagen que
acompaña a esta entrada y que dice: “El propósito de la meditación no es
controlar tus pensamientos sino impedir que ellos te controlen a ti”.
¿Cómo te cuentas lo que te está pasando?, ¿qué pensamientos
permites que invadan tu espacio interno?, ¿cuánto tiempo dejas que se queden?
La clave para la paz, la tranquilidad, la felicidad e incluso
para el amor, nunca está fuera. Siempre siempre siempre la encontrarás yendo
hacia dentro.
Buenos días, me ha gustado mucho este post y comparto que pienso lo mismo que se dice en él. Todo depende de según cómo se mire.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo.
Muchas gracias, anónimo. Me alegra que te haya gustado el post. Un abrazo.
Eliminar:) Nosotros decidimos, buena semana Elena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Leonor. Igualmente para ti. Un beso grande.
EliminarDame tu presente ,tu futuro incierto y si alguna vez te pierdes sólo mira dentro", es una canción de maldita nerea q me vino al leerlo,que verdad pero que difícil a veces controlar nuestros adentros un saludo
ResponderEliminarQué bueno, muchas gracias, no conocía la canción. La buscaré.
EliminarY qué razón tienes con eso de que, a veces, es difícil controlar nuestros adentros....
Pero, bueno, ahí estamos. Aprendiendo ;-)
Un abrazo.