domingo, 21 de febrero de 2010

Segundo cumpleaños feliz


Acabo de encender dos velas. Ahora voy a pedir un deseo, escribiré un post y, cuando termine, soplaré las velas. Porque hoy -justo hoy- hace dos años que empecé a escribir este blog.

Y, una vez hecho esto, me voy a poner a celebrar. Y celebraré que encontré una llave y que descubrí una puerta. Celebraré que se abrió un camino y que empecé a recorrerlo. Celebraré que aprendí, que fui, que viví, que amé. Y celebraré que sigo haciéndolo. Celebraré que me caí y que alguien me tendió su mano, que dejé que me levantara y que fue, entonces, cuando comprendí la amistad. Celebraré que el orgullo, el miedo, los celos, la ira, la angustia y la tristeza se cruzaron en mi camino. Y que me enseñaron la humildad, el valor, la confianza, la paciencia, la serenidad y la alegría. Celebraré que me perdonaron y que, gracias a ello, mi corazón aprendió a olvidar. Celebraré que, en algunos momentos, perdí la fe pero encontré la esperanza. Celebraré que me creí débil hasta que descubrí mi fuerza – ¡cuánta fuerza tenía dentro!-. Celebraré que existe un espacio para mí. Y que sólo tengo que ocuparlo. Suavemente. Celebraré que, en la oscuridad de mis batallas, se encendió la luz de la paz. Que el amor, que un día creí perdido, palpita firmemente en mi interior. Y, por último, celebraré que la vida es movimiento, que todo cambia y que si dejo abiertos mi corazón, mi mente y mis manos podré sonreír -y agradecer- tanto a lo que viene como a lo que se va.

Gracias a los que estáis a mi lado.
Y gracias a los que estuvisteis.
Sois parte de lo que sé y de lo que soy.
GRACIAS.

Elena

miércoles, 17 de febrero de 2010

Tu propio reflejo


Vengo pensando, últimamente, en cómo nuestra actitud configura, de alguna manera, lo que recibimos de las personas con las que nos vamos cruzando. En relación a esta idea, recientemente, me contaron una pequeña pero interesante historia que me gustaría compartir:

"El maestro entra en una habitación con espejos. Se sienta en silencio. Mira a su alrededor y se ve reflejado en todas partes. Se siente en paz.
El perro entra en la misma habitación. Mira a su alrededor y ve miles de perros. Se pone nervioso y les enseña los dientes. Observa que los otros perros también están enseñándole los dientes. Se siente agredido y decide atacar".

Lo curioso de esta historia es que, tanto uno como otro, todo lo que ven es su propio reflejo.

¿Qué ves tú, cuando miras alrededor?

domingo, 14 de febrero de 2010

Stoneheart


Guardo

-en mis manos-

un corazón de piedra...

(Starwalker)

martes, 9 de febrero de 2010

Los colores olvidados


El libro empieza con una cita de "El Principito": Y yo puedo llegar a ser como las personas mayores, que sólo se interesan por las cifras. Para evitar esto he comprado una caja de lápices de colores. "Los colores olvidados y otros relatos ilustrados", así se llama el libro que la agencia de comunicación Play Creatividad acaba de publicar. Un 10% de los beneficios de su venta se destinarán a la ong Educación Sin Fronteras.

Y es que Play Creatividad es una agencia diferente que ha creado una filosofía propia: la "frescología" o hacer de tu trabajo algo original y fresco pero también comprometido con la sociedad y el mundo actual. En este sentido, otro de sus proyectos se llama "Camisetas con causa" y consiste en una colección de camisetas, fabricadas con respeto al medio ambiente y bajo valores de comercio justo, de cuyas ventas se benefician también diferentes ongs como Sonrisas de Bombay, Veterinarios Sin Fronteras o la Fundación Vicente Ferrer, entre otras.

Los encontré por casualidad, saltando de blog en blog y navegando por la web, pero me flipó tanto su propuesta que hoy mismo he ido a comprar un par de ejemplares de su libro. Lo primero: me ha encantado descubrir que el marketing y la comunicación no están reñidos con la solidaridad y el compromiso con un mundo más justo. Lo segundo: me ha chiflado conocer a Carmesina, la niña que vive en un mundo gris y que, gracias al gato negro, consigue recuperar todos los colores. Porque, al final, no estaban tan lejos. Sólo tenía que mirar en su interior, dentro de su alma. Maravilloso. Os lo recomiendo.

jueves, 4 de febrero de 2010

Deja que llueva


La noticia de hoy la encontré en el blog de mi querida CMQ, es una de esas historias que me enamoran y me ha gustado tanto que quiero poner mi granito de arena para que vuele. Y ojalá que vuele muy muy alto.

El protagonista se llama Carlos, vive en Huelva, tiene 32 años y acaba de superar un cáncer. Sin embargo, en este último año, mientras luchaba contra su enfermedad, se le ocurrió una idea: iba a montar una fundación para enfermos y familiares de cáncer. Un lugar para compartir, para luchar, para reír y para llorar unidos pero, sobre todo, sobre todo, para ayudar. Ayudar a comprender, a enfrentar el miedo, a saltar obstáculos. Ayudar a luchar.

Es así, hay gente que hasta en los momentos más duros de su vida, es capaz de pensar en los demás.

La fundación ya está en marcha y se llama "Deja que llueva". Precioso nombre. Que llueva. Para que la lluvia limpie, para que se lleve la contaminación, para que, cuando vuelva a salir el sol, nos encuentre a todos empapados de esperanza.

Felicidades a Carlos por el proyecto
y muchísima suerte para el camino.