domingo, 29 de enero de 2012

Libérate de la queja


(La imagen es del facebook de Wind Virtual University)

Estamos atrapados en la queja. Tanto que ni siquiera nos damos cuenta. Nos quejamos del trabajo, de la pareja, de los amigos, de la familia, de la vida. Nos quejamos si compramos, nos quejamos si no compramos. Nos quejamos de lo que hacemos y nos quejamos de lo que dejamos de hacer. Vivimos atascados en la queja.

¿Por qué? La queja es una manera de llamar la atención, de buscar comprensión, compasión, cariño. Y… sin embargo, acaba siendo contraproducente porque todo el mundo huye de la persona que siempre se queja. La queja te amarga, te condiciona, te vuelve gris...

Gandhi dijo una frase que me parece muy interesante: “Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad”. Así pues, ¿por qué te quejas? Si algo no te gusta, ¿por qué no lo cambias? Y, si sientes que (todavía) no puedes cambiarlo, ¿por qué no pruebas a cambiar tu manera de pensar sobre ello?

El otro día, mi madre me hizo llegar un mail que me encantó (mil gracias!!). Era un ejemplo claro y evidente de cómo cambiar la manera de pensar sobre las cosas: “El desorden que tengo que limpiar después de una fiesta significa que… estuve rodeada de familiares y amigos. La ropa que me queda apretada significa que… tengo más que suficiente para comer. Si tengo que limpiar la casa significa que… tengo una casa. Si no encuentro aparcamiento significa que… tengo coche. El despertador que me despierta cada mañana significa que… estoy viva.”

La buena noticia es que existe un antídoto contra la queja: la GRATITUD.

Podemos pasar la próxima semana pensando en todo lo que nos sale mal, en toda la gente que nos fastidia, en todo lo que no tenemos, o podemos pasarla agradeciendo que podemos reír, cantar o bailar, agradeciendo que sabemos pensar, relativizar y opinar, que podemos, sabemos y queremos amar.

En julio de 2006, Will Bowen propuso a su comunidad “El reto de los 21 días”, con el propósito de ayudar a eliminar cualquier rastro de queja o lamento y sus nocivas consecuencias para el individuo. Su propuesta fue muy simple: te pones una pulsera morada con la leyenda UN MUNDO SIN QUEJAS y la mantienes durante 21 días sin emitir ningún tipo de queja o crítica. Si durante este periodo emites algún lamento, debes cambiar la pulsera de muñeca y volver a empezar.

¿Cómo lo ves?, ¿te atreves a intentarlo?


miércoles, 25 de enero de 2012

¡¡¡Exprésate!!!


(Mil gracias, Ramón)


¿Por qué complicarse la vida?

¿Echas de menos a alguien? ..... Llama

¿Quieres quedar con alguien? ..... Invítale

¿Quieres ser comprendido? ..... Explícate

¿Tienes preguntas? ..... Hazlas

¿No te gusta algo? ..... Dilo

¿Te gusta algo? ..... Afírmalo

¿Quieres algo? ..... Pídelo

¿Amas a alguien? ..... Díselo

Nadie sabe lo que hay en tu mente.
Es mejor EXPRESAR que esperar...

lunes, 23 de enero de 2012

Vivir por vivir

(Imagen de google)

Esta semana quiero compartir la excelente entrevista de Ima Sanchís, publicada en La Contra de La Vanguardia, al filósofo Antonio Fornés:

Tengo 43 años. Soy barcelonés. Vivo en pareja y tenemos un perro: Happy. Trabajo en la industria farmacéutica. Creo que son los filósofos los que deberían tener más influencia en lo político, los tecnócratas se han olvidado de las ideas básicas del humanismo. Soy católico.

Qué bello es vivir
No tenemos tiempo de ver a los amigos, de reflexionar en voz alta con ellos, ni de estar con nuestros hijos, estar de verdad. Hay que madrugar, no tenemos tiempo de hacer el amor con la persona que hemos elegido: la pasión se marchita. Lunes, martes, miércoles, jueves.... La rutina engulle nuestra vida a cambio de algún capricho, otro jersey negro que luciremos en la oficina, un mes de vacaciones, un coche nuevo para el atasco del domingo. Siento amargarte el desayuno, pero ¿eso es vivir?... ¿Abdicar de la vida para que tus hijos abdiquen el día de mañana de la suya? Mi gato vive mejor. Con la excusa de la publicación de Reiníciate (Diëresis), su autor y yo nos damos un baño de realidad.

¿Sumergidos en el gris?
Así vivimos. La sociedad actual nos convierte en engranajes, máquinas productivas que anhelan continuamente hacer algo, incluso en su tiempo libre.

Lo llamamos aprovechar el tiempo.
Hacer y hacer, lo único que provoca es que el tiempo pase a una velocidad tremenda y que no saboreemos la auténtica densidad de la vida. Ya lo decía Pascal: el mayor problema del hombre es la incapacidad de estar solo consigo mismo.

Un viejo problema.
Mientras seamos máquinas de producir, somos perfectamente sustituibles tanto en el trabajo como en la familia.

Qué duro suena eso.
Sólo cuando reflexionamos ejercemos de seres humanos, y la reflexión es algo personal y necesario para el equilibrio. La sociedad actual nos despieza, nos da remedios para el dolor, para las vacaciones, para ser guapos, contra el aburrimiento...Todo parece estar al alcance, y tenemos la esperanza de que las cosas externas van a resolver nuestros problemas, pero las respuestas no están fuera, sino dentro de nosotros.

Bucear en las miserias da pereza.
A través de Iván Karamázov, Dostoyevski cuenta que Jesús vuelve a la tierra y Torquemada, el gran inquisidor, lo encierra y le dice: tú te crees que los hombres quieren ser libres y buenos, pero es mentira...

Un monstruo ilustrado.
... Lo primero que busca todo hombre es alguien que le esclavice, que le diga lo que tiene que hacer. Quiere milagros, pero no quiere ejercer la libertad, prefiere ser un niño.

Es más cómodo.
Llegar agotados a casa nos sirve de excusa para no tomar nuestras propias decisiones y no escucharnos a nosotros mismos. Ese continuo dejarnos llevar es infantil. Hay que entrar en la edad adulta.

"Levantarse, tranvía, oficina, tranvía, comida, tranvía, oficina, tranvía, cena".
Sí, eso dice Albert Camus en el mito de Sísifo. Pero un día surge el "por qué".

Porque tengo que pagar el alquiler...
Hay que cambiar el acento, volver a dar a las cosas su valor. Estamos sobrevalorando la propiedad y el trabajo, y más en tiempos de crisis. ¿Cuántas personas conoces que viven esclavizadas a una hipoteca por tener un piso 30 m2 más grande, un coche nuevo o unas vacaciones? ¿No es absurdo?

Es el miedo lo que nos esclaviza.
Actualmente trabajamos más horas que un esclavo romano, pero creemos
que vivimos en una sociedad superlibre.

Algo de razón tiene.
Damos demasiado peso a cosas superficiales; podríamos vivir con muchísimo menos, ese dejarnos llevar pesa demasiado. En los ambulatorios hay folletos para recordarnos que en verano hace mucho calor, que vayamos por la sombra y bebamos agua.

Absurdo, sí.
Hay que parar e incluso retroceder, porque el avance continuado es una especie de locura que nos lleva al vacío y la angustia. Hay una anécdota de Henry Ford que demuestra lo manejables que somos. En plena crisis del 29 decidió subir el sueldo a todos sus empleados. Sus asesores lo tomaron por loco, y él les dijo: ¿Qué creéis que harán todos en cuanto les subamos el salario?

Comprarse un coche.
Efectivamente. La angustia está cuando nos volcamos fuera y nos olvidamos de nosotros. Lo hemos frivolizado todo en un esfuerzo por estar entretenidos como niños.

Ahora estamos atrapados: trabajamos más por menos.
El sistema no va a cambiar. Platón decía que el mejor sistema político es aquel que tiene a los mejores ciudadanos. Debemos cambiar nosotros, recuperarnos como seres humanos y vencer el miedo.

Tenemos muchos. ¿A cuál de ellos?
Estamos dispuestos a trabajar más por menos dinero por miedo a perder el puesto de trabajo, es lo que decía Dostoyevski: preferimos ser esclavos y no pensar y no temer, pero eso nos deshumaniza.

Entiendo.
Los subidones que nos provoca el consumo nos acaban convirtiendo en drogadictos. No vale la pena trabajar un minuto más por tener un coche mejor. La sofisticación y el placer están en cosas mucho más importantes y fáciles que nos mejoran como personas; desde una buena conversación hasta implicarnos, no con el mundo, sino con nuestro hermano y nuestro vecino.

Cuando no tienes nada que perder es fácil rebelarte.
¿Qué es más importante que vivir? Lo estamos perdiendo todo cada día, deberíamos arriesgar porque tenemos mucho que ganar: vivir la vida en plenitud, estar orgullosos de haber vivido. ¿Qué nos quedará al final del camino tras haber sido tan buenos trabajadores?...

Igual la empresa te regala un reloj.
No tiene sentido, no podemos apostar nuestra vida en el trabajo, la casa y las obligaciones, eso es nada. Al final sólo nos quedará el haber vivido en la máxima de las dignidades, que es la de ejercer de ser humano.

¿Y qué es aprovechar la vida?
Masticarla. Hoy creemos que estudiar ha de servirnos para algo, ha de ser una herramienta, y no es así; el conocimiento nos enriquece como personas, nos eleva, para eso sirve. Debemos vivir por vivir como el niño juega por jugar. Lo demás es puro engaño.

lunes, 16 de enero de 2012

La fábula del puercoespín


(Gracias a M. por la fábula)

Durante la Edad del Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los puercoespines, dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esta manera se  abrigarían y protegerían entre sí. Sin embargo, sus espinas herían a los compañeros más cercanos, justo los que ofrecían más calor. Por ese motivo, decidieron alejarse unos de otros y, así, empezaron a morir congelados.
 Al darse cuenta de la situación, tuvieron que hacer una elección: o aceptaban las espinas de sus compañeros o  desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos y, de esa forma, aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación muy cercana con otro podía ocasionar, ya que comprendieron que lo más importante era el calor que ese otro les ofrecía. De esta forma pudieron sobrevivir. 
    

La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en la que cada individuo acepta sus defectos y los de los otros y aprende a vivir con ellos y a admirar sus cualidades.

Y, si los puercoespines de la Edad del Hielo pudieron,
¿qué no podremos hacer nosotros?

viernes, 13 de enero de 2012

Cómicos

"Hay días en los que uno no se levanta con ganas de sonreír y mucho menos de hacer sonreír..."



"Maestro, ¿se puede ver, cada día, el lado bueno de todo, con la que está cayendo?"


Y vosotros, ¿qué pensáis?
¿Podéis ver, cada día, el lado bueno de todo?
¿Os atrevéis a intentarlo?



(Es un anuncio pero es entrañable...)
¡¡¡Mil gracias, Pilaronski!!!

miércoles, 11 de enero de 2012

Lo que podría ir bien


Deja de tener miedo de lo que podría ir mal
y piensa en lo que podría ir bien


(La imagen es de http://www.noshicieroncreer.com.ar/)

lunes, 9 de enero de 2012

La capacidad de amar


(Muchas gracias a Julia, Roberto, Joaquín, Inma,
Magda, Adri, Eva, Silvia, Ana y CMQ)

Cuentan que alguien le dijo una vez a la Madre Teresa de Calcuta: “Lo que usted está haciendo, yo no lo haría ni por todo el oro del mundo”, a lo que la religiosa respondió: “Yo tampoco”. 
Y es que hay cosas que sólo se pueden hacer por amor y con amor. Y, como la capacidad de amar del ser humano es siempre la mejor de las noticias, os dejo esta semana algunos ejemplos que han tocado mi corazón:


Me cuenta Julia la historia de Shira, una niña de 12 años -¡¡¡12 AÑOS!!!- que, en su último cumpleaños decidió que, como regalo, quería que le ayudaran a conseguir 500 dólares para salvar a 100 perros callejeros. Se puede colaborar con ella y con su deseo de cumpleaños a través de la página de causes. Click aquí.

En la misma línea, mi amigo Roberto, del estupendo blog Mundo Qualium (no os lo perdáis), subió un post recientemente en el que su amiga Pato contaba la genial experiencia de su último cumpleaños. Pato decidió que iba a hacer una fiesta pero que, en lugar de regalos, pondría una urna para que la gente dejara lo que quisiera y lo recaudado se destinaría a comedores de beneficencia. Su conclusión fue que “la felicidad compartida se multiplica”. Podéis leer su relato aquí.

Joaquín me envía el vídeo “Nada nos detiene, bailamos por los niños” que han hecho en el Hospital infantil Sant Joan de Déu de Barcelona, para recaudar fondos y poder hacer la estancia de los niños más agradable. Cada visita que reciba hasta finales de febrero contribuye al proyecto.


Inma me habla del éxito de la campaña de Hero Baby, “Tarritos de felicidad”, iniciativa solidaria amadrinada por Nuria Fergó para recaudar alimentos para familias sin recursos. Más información aquí.

Magda y Adri me cuentan quién es Fernando Noailles, un "susurrador de caballos" que, a través de la formación asistida con estos animales, ayuda a las personas en conflicto consigo mismas o con la sociedad a entrar en contacto con sus emociones para reconocerlas y poder controlarlas. Para saber más, click aquí.

Eva me envía el contacto de una nueva forma de hacer moda, Dressing For Change, comprometidos con el Medio Ambiente, la Solidaridad y la producción responsable. Esta es su web.


Silvia me habla de Meditación sin Fronteras, que trabajan para acercar la meditación a personas enfermas de cáncer. Recientemente, les entrevistaron en Onda Cero. Aquí tenéis más información.

Mi nueva amiga Ana quiere que comparta la noticia de que, en su país, Honduras, se encuentra el reloj más antiguo del mundo en funcionamiento, que está en Comayagua. Si queréis saber más, click aquí

CMQ me manda el vídeo del último anuncio de Intermón Oxfam, “Tú también puedes hacer crecer el mundo”. Una historia optimista y real sobre cómo podemos, entre todos, hacer crecer las cosas buenas.

miércoles, 4 de enero de 2012

Buenos días



(Caspar David Friedrich: "Amanecer en las montañas")

"Buenos días
Son las diez de la mañana.
He desayunado con jugo de naranja,
me he vestido de blanco
y me he ido a pasear y a no hacer nada,
hablando por hablar,
pensando sin pensar, feliz, salvado.
¡Qué revuelo de alegría!
¡Hola, tamarindo!,
¿qué te traes hoy con la brisa?
¡Hola, jilguerillo!
Buenos días, buenos días.
Anuncia con tu canto qué sencilla es la dicha.
Respiro despacito, muy despacio,
pensando con delicia lo que hago,
sintiéndome vivaz en cada fibra,
en la célula explosiva,
en el extremo del más leve cabello.
¡Buenos días, buenos días!
Lo inmediato se exalta. Yo no soy yo y existo,
y el mundo externo existe,
y es hermoso, y es sencillo.
¡Eh, tú, gusanito! También hablo contigo.
¡Buenos días, buenos días!
También tú eres real. Por real, te glorío.
Saludo la blancura
que ha inventado el gladiolo sin saber lo que hacía.
Saludo la desnuda
vibración de los álamos delgados.
Saludo al gran azul como una explosión quieta.
Saludo; muerto el yo, la vida nueva.
Estoy entre los árboles mirando
la mañana, la dicha, la increíble evidencia.
¿Dónde está su secreto?
¡Totalidad hermosa!
Por los otros, en otros, para todos, vacío,
sonrío suspensivo.
Me avergüenza pensar cuánto he mimado
mis penas personales, mi vida de fantasma,
mi terco corazón sobresaltado,
cuando miro esta gloria breve y pura, presente.
Hoy quiero ser un canto,
un canto levantado más allá de mí mismo.
¡Cómo tiemblan las hojas pequeñitas y nuevas,
las hojitas verdes, las hojitas locas!
De una en una se cuentan
un secreto que luego será amplitud de fronda.
Nadie es nadie: Un murmullo
corre de boca en boca.
Cuando canta un poeta como cantan las hojas,
no es un hombre quien habla.
Cuando canta un poeta no se expresa a sí mismo.
Más que humano es su gozo,
y en él se manifiesta cuanto calla.
Comprended lo que digo si digo buenos días. 
Gabriel Celaya