lunes, 25 de julio de 2011

El lado soleado de la vida

(Imagen de Annie Leibovitz)


La otra tarde iba conduciendo por la autopista. Me habían dado una mala noticia y, en algún momento, noté que se me llenaban los ojos de lágrimas. Me sentía un poco triste. Era esa hora de la tarde en la que el sol empieza a descender aunque todavía brilla. De pronto, giré la cabeza y pude ver el reflejo de sus rayos en las hojas de los árboles y cómo éstas se movían acompañando al viento. La belleza de esta imagen me impactó. Tanto que se me borraron las lágrimas. Tanto que se me esfumó la tristeza.

Y resultó que se trataba sólo de eso, de girar la cabeza, de mirar hacia el lado bonito de la vida.

Unos días después, estaba recorriendo el camino inverso. Esta vez iba con una amiga. La autopista por la que conducíamos iba bordeando el mar en algunos tramos y, en un momento dado, pasamos por delante de una enorme fábrica gris. Sus chimeneas lanzaban un humo horripilante y realmente daba bastante mal rollo. Pero, detrás… azul, brillante, inmenso, precioso… estaba el mar.

Era evidente que no podíamos dejar de ver la fábrica, era evidente que estaba ahí, que era sucia y que era fea. Pero podíamos decidir mirar el mar.

Y ésta es la buena noticia de la semana: siempre puedes elegir. Puedes elegir hacer de tu vida un drama o puedes elegir sonreír. Puedes elegir quejarte o puedes elegir cantar. Puedes elegir caminar -como decía la gran Billie Holiday- por el lado soleado de la calle o puedes elegir caminar entre las sombras. No se trata de negar que las sombras existan, se trata –sencillamente- de no hacer de ellas tu bandera.


viernes, 22 de julio de 2011

Historias que acaban aquí

(La preciosa imagen de la portada es de

mi querida amiga Marta:



Queridos amigos, esta vez quiero compartir una buena noticia personal pero espero que transferible: acaba de salir mi libro, Historias que acaban aquí, y soy muuuuuuy feliz.


En septiembre.... presentación. Seréis puntualmente avisados.

lunes, 18 de julio de 2011

El pescador satisfecho

(Imagen de google)


La buena noticia de esta semana viene en forma de cuento. Del gran Anthony de Mello. Ahí va:

El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando en pipa.

"¿Por qué no has salido a pescar?", le pregunto el industrial.

"Porque ya he pescado bastante hoy", le respondió el pescador.

"¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?", insistió el industrial.

"¿Y qué iba a hacer con ello?", preguntó a su vez el pescador.

"Ganarías más dinero", fue la respuesta. "De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo".

"¿Y qué haría entonces?", preguntó de nuevo el pescador.

"Podrías sentarte y disfrutar de la vida", respondió el industrial.

"¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?", respondió el satisfecho pescador.


Y tú, ¿encuentras tiempo para disfrutar de tu vida?


lunes, 11 de julio de 2011

Facundo no murió, se fue de gira...

"(...) pero el artista, aún muerto, sobrevive en su obra, sigue creciendo en los demás, en los jóvenes que beberán de su fuente, por eso Whitman y Blake y Gibrán siguen creciendo en mí, como muchos beberán de la mía, inagotable porque estoy despierto para ver todo, ahora a las cuatro lunas de Júpiter, el de los ríos de azufre, donde el día dura menos de diez horas".

"Juntar bien las palabras es un acto mágico que puede cambiarlo todo, o aclararnos cosas, como las de Heráclito: No bajarás dos veces al mismo río pues no te bañarán dos veces las mismas aguas, o las de Jesús: Morirás para nacer, o las de Lao Tse: Sabiduría es encontrar lo mucho en lo poco, o las de Borges: Es en vano que golpees la puerta, estamos adentro."

"Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida y, el segundo, la libertad para vivirla."

"Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos. Todo esto y mucho más, lo aprendí de mi madre, se llamaba Sara, la elegí como madre por la misma razón por la que Dios la eligió como hija. Nunca pudo aprender nada puesto que, cada vez que estaba por aprender, llegaba la felicidad y la distraía. Nunca usó agenda porque hacía sólo lo que amaba y eso, se lo recordaba el corazón. Se dedicó sólo a vivir y no le quedó tiempo para otra cosa."

"Siempre, con lo que tengas, se puede, se debe empezar de nuevo. Tenemos el deber de ser felices."

"El conquistador por cuidar su conquista, se convierte en esclavo de lo que conquistó. Es decir, que jodiendo se jodió."

"Mi abuelo persiguió a las muchachas hasta los noventa años. Pero ya no se acordaba para qué."

"El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace mucho más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, existen millones de caricias que construyen la vida."

Facundo Cabral


lunes, 4 de julio de 2011