(Imagen de google)
Una de las muchas cosas buenas de tener un blog es que, de vez en
cuando, conoces gente maravillosa y encuentras nuevos amigos. Hace
poco he tenido la suerte de contactar con María Florencia, una estupenda mujer
argentina que el otro día colgó un comentario que quiero compartir, porque me
ha parecido precioso. Estaba dedicado a sus hijos y decía lo siguiente:
“Deseo para mis hijos que se van transformando,
casi lo mismo
que deseamos todos los padres
desde el momento que llegan al mundo sin manuales
ni instrucciones:
Que sean buenos.
Que mantengan siempre la capacidad de disfrutar.
Que no juzguen.
Que el dolor de los demás no les resulte indiferente.
Que respondan cuando los llamen.
Que no comprometan sus valores.
Que tengan la suerte de encontrar sus pasiones y vivirlas a
pleno.
Que sepan pedir perdón.
Que se amen y se acepten imperfectos y geniales a la vez.
Que tengan enojos cortos y alegrías larguísimas.
Que sepan encontrar en cada persona lo mejor.
Que amen a quien quieran pero que respeten a todos.
Que sean buenos amigos para tener buenos amigos.
Que sepan el valor de la palabra familia y lo incondicional.
Que cuiden su físico y su cabeza.
Que nunca se olviden de quiénes son ni de dónde vienen.
Que sepan que, en mí, siempre tienen un refugio y,
que mi casa siempre será su puerto si necesitan volver.
Y sobre todo, deseo que sean ellos/ellas mismos/as.
Que se reconozcan cuando se miren al espejo y
Que se duerman siempre con la paz de haber hecho lo correcto.
Por mi parte, sólo espero que el amor que les di -y les doy-
sirva.
Que sientan que tienen una mamá a la que volverían a elegir
sin tener que gastar mucha plata en terapias para perdonar
lo que, seguramente,
no les di.”
Para mis hijos Juan, Sol, Paloma, Cielo, Fermin, Cayetana,
Bautista, Charo y Victoria ¡Los amo intensa e infinitamente!
Es precioso
ResponderEliminarSí.... Besos.
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