Hoy he recordado un texto que me encantaba cuando era "jovencita". Mi
amiga Mónica y yo lo habíamos memorizado y lo convertimos en algo así como el
lema de nuestras vidas. Hacía tiempo que no lo leía ni lo escuchaba pero, por
algún motivo, ahora ha vuelto a mi memoria y lo he recuperado para poder
compartirlo en el blog. Pertenece a la película “Caballos salvajes” y espero
que os guste tanto como a mí:
"Se
puede vivir una larga vida sin aprender nada,
se
puede durar sobre la tierra sin agregar ni cambiar una pincelada del paisaje,
se
puede, simplemente, no estar muerto sin estar tampoco vivo,
basta
con no amar nunca, a nada, a nadie;
es
la única receta infalible para no sufrir…
Yo
aposté mi vida todo lo contrario.
Y
hacía muchos años que definitivamente había dejado de importarme
si
lo perdido era más que lo ganado.
Creía
que ya estábamos a mano el mundo y yo,
ahora
que ninguno de los dos respetaba demasiado al otro,
pero
un día descubrí que todavía podía hacer algo para estar completamente vivo,
antes
de estar definitivamente muerto...
Entonces,
me puse en movimiento."
Pues si, estar vivo supone tener alegrías, otras veces sufrir, pensar y actúar.
ResponderEliminarNadie hemos pedido venir a este mundo pero ya que estamos en él disfrutemos en la medida de lo posible de las cosas buenas que nos rodean, que son muchas si sabemos apreciarlas.
Un abrazo
Disfrutemos, sí, estoy de acuerdo!!! Un abrazo, anónimo.
EliminarTanto movimiento me marea, y tanto mareo me tumba. Aprendí que para no arrastrarme tumbado debía ir pasito a pasito, sin perder el tren pero tampoco los papeles. Doblándome cuando era necesario, pero sin llegar a romperme.
ResponderEliminarNo es la receta; es mi receta.
Un beso y gracias por tu carta semanal.
Ramon.
Pues, personalmente, me parece una buena receta, Ramon... Al final, creo que lo importante es justamente eso, conocerse y hacerse una receta propia que nos sea útil para caminar. Como tú dices, doblándose cuando es necesario pero tratando de no romperse.
EliminarUn beso para ti también y gracias mil.
QUE TALENTO FUE UN GRANDE ENTRE LOS GRANDES ,SI ESTAMOS EN ESTE MUNDO ES PARA DARLE RIENDA A NUESTRO PASAR POR ELLA CON PENAS Y SIN PENAS LAS ALEGRIAS Y LOS DIFRUTES SON MOMENTOS PERO LA VIDA ES POCA Y DEBEMOS DE VIVIRLA CON LO FEO Y LO LINDO HAY QUE SABER
ResponderEliminarQUE PASA RAPIDO Y APRENDER A NO PREOCUPARNOS POR TONTERIAS Y CONFORMARNOS CON LO QUE PODEMOS OBTENER EN ESTA VIDA SIN LUCHAR NO SE LLEGA A CONSEGUIR NADA
Vivirla y disfrutarla, a eso me apunto. ;-)
EliminarGracias por la visita y el comentario, Luba. Un abrazo.
Todos tenemos nuestro infierno, momentos de pena, de furia, de tristeza. Momentos de dudas, de incertidumbre, de miedo punzante. Llenos de enojos, de bronca contenida, de palabras atragantadas en el alma que no salen y sacuden la calma. De lágrimas por fracasos y proyectos enterrados.
ResponderEliminarTodos tenemos nuestro cielo, momentos de gloria, de risas, de abrazos. Momentos de certezas, de esperanzas y sueños. Momentos de amores plenos, profundos, verdaderos. Llenos de seguridad, de fe, de ideas brillantes, de palabras bien dichas y corazones en sintonía.
Que fácil sería aceptar mi infierno y mi cielo así como aceptar los de los que caminan conmigo por la vida.
Todos somos un poco de todo esto, luz y sombra, blanco y negro, agua y fuego, noche y día.
Un universo en cada alma, a cada paso marcando caminos.
Somos infierno,
Somos cielo,
Somos vida...¡SOMOS MOVIMIENTO! Abrazo enorme Elena, María Florencia.
No puedo estar más de acuerdo contigo, María Florencia. La vida es movimiento y nosotros somos movimiento hacia todos los lados pero también hacia arriba y hacia abajo. Qué fácil es aceptarlo cuando es hacia arriba y cómo nos cuesta cuando es hacia abajo. Aún nos queda (ME QUEDA) mucho que aprender...
EliminarGracias por estar ahí. Es un regalo.
Un abrazo fuerte.
Hagamos honor al poema y movámonos. :) hasta otro ratito. Que la vida os sea propicia.
ResponderEliminarjajajajaja, un besazo, Leonor. Igualmente para ti. <3
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