(Imágenes de Bansky)
Hoy estaba leyendo sobre los atentados de Londres y, como
tantas otras veces me ha sucedido con noticias similares, se me ha encogido el
corazón. Me ha dado por pensar, por preguntarme de dónde sale tanto odio. Y, entonces,
he recordado que el odio -igual que el amor- siempre empieza
con una pequeña semilla. La cuestión es: ¿en qué momento se plantó esa semilla?,
¿se dio cuenta esa persona de que dicha semilla estaba siendo plantada?
Me ha parecido que era un hilo interesante para indagar. Una
de las muchas cosas que me he preguntado es si yo soy realmente consciente de
las semillas que planto -o dejo que otros planten- en mi interior. Y, después,
si me doy cuenta de cómo, cuándo y cuánto las riego. Cosas que pueden parecer
inocuas son el germen de futuras acciones. Pequeños detalles como un "aparentemente" sencillo desahogo, un pensamiento violento o una palabra airada pueden ser
semillas de odio. Y no nos damos cuenta de que, al plantarlas en nuestro
interior, estamos oscureciendo nuestra casa, nuestro mundo.
Como siempre, al final, la elección es personal. Tú decides
qué semillas eliges plantar en tu interior. Toda semilla crece y se convierte
en una espiral. De ti depende que sea una espiral de amor o una espiral de
odio.
Estoy de acuerdo, pero "de aquellos polvos salieron estos lodos" otros también plantaron semillas de odio que propiciaron el odio actual, por ejemplo el trío de las Azores: AZNAR, BLAIR y BUSH. Gracias a Aznar tuvimos el 11 de marzo en Madrid...
ResponderEliminarDiscúlpame, tus post siempre son positivos y esperanzadores, pero me subleva que los causantes iniciales de tanto odio no paguen sus culpas.
Gracias por esta página bella y amorosa
Un abrazo
Yo también estoy de acuerdo contigo, Roman, aunque creo que, tarde o temprano, el karma nos alcanza a todos. ;-)
EliminarMe alegra que te guste el blog!! Y espero que la próxima vez que pases por Barcelona coincidamos en Abanico, que ya me han dicho que estuviste por aquí. Un beso enoooorme
Me ha encantado esta entrada tuya tan sencilla y comprensible. La misma pregunta me hago a menudo: ¿Qué dejo entrar en mi alma?, leer noticias o ver un telediario hoy en día se ha convertido en un acopio de ira que no me gusta recibir, me pregunto porque los actos buenos no son noticia obviando los deportivos que en su mayoría son futbolísticos. Tengo la sensación de que alguien necesita que estemos cabreados, enviando mensajitos continuamente de nuestro odio hacia quien no piensa como nosotros, gente amiga, gente que uno piensa que son buenas personas, tienen la audacia de enviar por los diferentes medios que la tecnología actual permite toda su frustración para que uno siga compartiéndola, es nefasto, así se expande la rabia y el odio sin siquiera hacernos las más básicas preguntas sobre lo que compartimos por inercia. Necesitamos buenas noticias. Hoy he compartido con mucho éxito por cierto tu articulo "La base de un cerebro sano es la bondad". Gracias y saludos afectuosos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Maru! Estoy totalmente de acuerdo contigo. Hacen falta buenas noticias y gente que vibre con buena onda. Un abrazo.
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