Con los años, he llegado a la conclusión de que, en muchas
ocasiones, es más importante hacerse las preguntas correctas que tener todas
las respuestas, pues creo que, dentro de las preguntas correctas, están
prácticamente implícitas todas las respuestas que puedo necesitar.
Las preguntas me llevan hacia dentro. Las respuestas me
devuelven hacia fuera. Y, así, entre dentro y fuera, voy aprendiendo, voy
ajustando y voy caminando de la mejor forma que sé.
Hoy quiero compartir algunas de mis preguntas*, por si pudieran
serte de utilidad:
¿Qué creencias alimentan tu miedo?
¿Qué miedos te paralizan?
¿Qué historias te has inventado y creído sobre ti mismo?
¿Dónde estás, aquí y ahora?
¿Qué pensamientos te han llevado a sentirte cómo te sientes?
¿Tienes un problema?, ¿qué pensamiento estás sosteniendo?
¿Cómo ves el mundo y qué relación tiene eso con tu mente?
¿Dónde buscas el amor?
¿Cómo y cuánto te quieres?
¿Qué has hecho hoy para recordarte quién eres realmente?
¿Te das cuenta de que tienes todo lo que necesitas?
Me siento en silencio, trato de responder con sinceridad y
comprendo que aquí y ahora todo está bien. Mi corazón descansa en la paz y
conecto con algo mucho más grande que yo. Algo de lo que, sin embargo, formo
parte. Lo sé, estoy en casa.
(* Muchas de estas preguntas provienen del magnífico trabajo de
Byron Katie y de su libro “Amar lo que es”. Altamente recomendable.)
Hola!
ResponderEliminarJusto en estos momentos leer esas preguntas las siento como "bocanada de aire fresco"
Me alegro, anónimo! Muchas gracias por tu comentario, a mí me ha alegrado la noche ;-)
EliminarUn abrazo.