(Imagen de Ipoenk Graphic)
Hace unos años alguien me pidió que me definiera a mí misma.
No supe muy bien qué decirle hasta que, pensando sobre ello, llegué a una
palabra: “Soy una buscadora”, le dije. Su respuesta me chocó: “Ten cuidado con
cómo te defines. Si te etiquetas como buscadora, buscadora serás. Y,
seguramente, eso implicará que nunca encontrarás, que siempre estarás buscando”.
Estas palabras me quedaron grabadas y, de vez en cuando, regresan y vuelvo a
pensar sobre ellas.
Hoy leí en el blog de Mariní un texto de Hermann Hesse que me
hizo recordar esta conversación: “Cuando alguien busca, suele ocurrir que sus
ojos solo ven aquello que anda buscando, y ya no logra encontrar nada ni se
vuelve receptivo a nada porque sólo piensa en lo que busca, porque tiene un
objetivo y se halla poseído por él. Buscar significa tener un objetivo, pero
encontrar significa ser libre, estar abierto, carecer de objetivos”.
A menudo tenemos la creencia de que para encontrar es preciso
buscar y con los años he llegado a la conclusión de que eso no es cierto. Cuando
buscas, tienes muy claro lo que buscas. Y, por eso, buscar te limita, te
encierra en una idea concreta. Buscar supone no dejar espacio para que la vida
te sorprenda. Las personas, las cosas, los momentos vienen a tu encuentro y, en
cambio, cuando los buscas acabas provocando el efecto contrario, se escapan
–quizás porque ni siquiera existían tal como los imaginaste-.
Así pues, últimamente, he dejado de buscar. Ahora trato de
fluir con la vida y de dejar espacio para que suceda lo que deba suceder, para
que me encuentre lo que me deba encontrar y para cruzarme con quien me
tenga que cruzar. Curiosamente, no solo se me han abierto miles de
posibilidades sino que, además, mis pasos se han vuelto mucho mucho más
ligeros.
Renoir lo llamaría la "teoría del corcho": Debes vivir como un corcho que flota sobre el agua, no ir en contra de los acontecimientos, sino dejarte llevar por ellos.
ResponderEliminarGracias, Elena, por la reflexión a la que me conduce lo que compartes en esta entrada.
Un abrazo.
Un abrazo
Qué bueno, Mari, me ha gustado esta idea de la "teoría del corcho". Muchas gracias a ti. Un abrazo y otro más ;-)
EliminarVivan los abrazos! XD
Eliminarjajajajjaa eso, eso!!!!
EliminarA mi un poco me ha pasado lo que a ti...Soy impaciente por naturaleza y activa. También exigente, sobretodo conmigo misma .... Por ello siempre he ido buscando..... cosas, personas.... para ser más feliz y sentirme mejor....pensando que si yo no me movía, no buscaba, no me pasarían cosas buenas....De muy pequeña aprendí a buscarme la vida, y lo he ido repitiendo de mayor..., pensando que todo dependía de mi y de mi esfuerzo constante...... y es francamente AGOTADOR!!!!!!!!
ResponderEliminarHace ya unos meses, pueda que un año, he empezado a cambiar hábitos y creencias, empezando a confiar en la vida, dejando fluir....no forzando....y la verdad es que soy mucho más feliz y todo funciona mejor. Una amiga un día me dijo, " confía en la vida.... La vida siempre te va a traer aquello que necesitas, y si no te lo trae...será porque no lo necesitas" . Y en eso estoy... confiando, dejándome llevar.... mente y corazón abiertos..., intentando no juzgar ni exigir.... , a ser paciente, aprendiendo a esperar......y agradeciendo cada día la infinidad de regalos que me da la vida-. Gracias por compartir!!!!! En tu blog me siento muy cómoda, a veces tengo la sensación que que hablas como si fuera yo!!!! un beso
Gracias a ti, anónima, qué bueno sentir que no estás sola y que puedes compartir experiencias vitales con algunas personas. Es reconfortante, así que gracias por esa compañía.
EliminarYo siempre he pensado (y lo he comentado muchas veces en el blog) que la vida es más sabia que yo. Y que, a veces, me emperro en cosas que no han de ser para mí. Consiguiendo solamente unos grandes chichones en mi cabeza… Poco a poco, vamos aprendiendo a confiar y realmente todo se hace mucho más ligero.
Me alegra que te sientas cómoda en el blog, me hace ilusión y, como decía más arriba, me reconforta encontrar compañeras de camino. Un fuerte abrazo.
no sabes como me alegro...
ResponderEliminarme da la sensación de que a veces nuestros senderos son paralelos, puesto ue también ando en confiar y dejarme guiar por mi intuición. Un día, una buena amiga me dijo: déjate guiar por tu intuición y tus conocimientos. Y eso hago ahora. y me va bien!
un abrazo primichí!
je je, un abrazo también para ti, Inesita. Sí que vamos en paralelo, sí…. Y qué bien que estemos tan cerca!!! Un beso gordo.
EliminarLa segunda vez que te escribo y se borra antes de publicar. No lo voy a repetir pero comentar que busqué un periódico de buenas noticias y te encontré. habría que diferenciar lo que se busca y lo que se encuentra.
ResponderEliminarSaludos
jajajaja, qué bueno Hana. Es cierto que, a veces, buscando también encuentras cosas estupendas ;-)
EliminarUn abrazo.
Gracias querida por tu entrada!! Me encanta besos
ResponderEliminarGracias a ti, Priscila. Me encanta que te encante!!! Un beso grande.
EliminarBuena entrada, cuanta razón tienes; nos pasamos media vida buscando (Yo también me defino como buscadora además de luchadora) y al final es eso lo que consigo: buscar, encontrar, seguir buscando, luchar y eso también cansa. Así que ahora voy a parar y me voy a liberar de tanta búsqueda. !Que descanso! Ya era hora. De todas maneras lo que tenga que llegar, llegará; y si no llega será que no es el momento.
ResponderEliminarAunque también pienso que buscar es una forma de aprender, pues en el camino de búsqueda encuentras cosas, gentes o situaciones de las que se aprende mucho.
Un beso
Sí, sí, sí, fuera las etiquetas. Ni buscadora ni luchadora. Quizás en la entrada no he sido del todo clara. Yo soy una persona curiosa y esa curiosidad me lleva a querer saber más y a investigar las cosas que me interesan pero con los años he aprendido que cuando te enfocas en algo que te interesa, la información llega sola por todos lados. No siempre hace falta buscar y buscar. Abres un camino y, si es el tuyo, la vida te lleva por donde debes ir. Eso no significa que te quedes en casa sentada, esperando que sucedan cosas. Sino que te muevas, que abras puertas, que preguntes y, después, que confíes en que lo que tenga que llegar, llegará.
EliminarUn beso para ti también, Mónica.
Me encanta tu reflexión!!!! la comparto en Facebook!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, anónimo!!! <3
EliminarGran entrada y muy cierta también me consideraba una buscadora y ahora prefiero fluir y que la vida me sorprenda. gracias por la enseñanza. paz y amor un saludo Elena.
ResponderEliminarGracias a ti, Leonor. Un abrazo fuerte.
EliminarPara recordar, meditar y sonreír. Muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, Thorongil. Un abrazo.
EliminarHola Elena ,
ResponderEliminarEs curioso y sorprendente que siempre que me meto en tu blog me dan la respuesta que me ronda la cabeza . Hasta ahora no me había animado a escribir pero la ocasión lo merece :)
Ahora mismo estoy haciendo un viaje largo y no había mejor opción que releer todas tus entradas . Gracias por escribir. Gracias por inspirar a mejorar, por enseñar ..
¡Por animarnos a lanzarnos a la vida !
Yo también me defino( ahora me lo replanteo jajaj) como una buscadora .. Pensando que aun no me he encontrado. Consigo todo lo que quiero y me propongo pero no me quedo satisfecha.
" Que tu exigencia no impide saborear tus logros" me dijo alguien una vez, y desde entonces esa frase me acompaña . Como te decía, quizá la respuesta me la ha dado el texto de Herman Hesse : de tanto ansiarlo no es como imaginabas y te decepcionas.
Me atrae la idea de dejar fluir la vida , pero... Surgen dudas ¿Donde esta el equilibrio entre planificar/ saber donde vas y dejar fluir ? El punto medio es el punto miedo.
Siendo que si planificas no disfrutas del camino pero sino tienes metas o alicientes claros " vas sin rumbo" . Soy partidaria de estar donde se esta, vivir el momento pero otra parte de mi me pide orden, QUERER saber donde voy y en QUIEN deseo convertirme.
Es complicado ... el ser sencilla que no simple y compleja que no complicada .
Me encantaría charlar tomando un café interminable pero por no ser acaparadora ( jajaj) aquí va mi propuesta :
¡Ojalá hicieses alguna charla/ retiro ! creo que sería muy enriquecedor conoceros todos :)
¡Enhorabuena , sigue escribiendo!
" El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y la voluntad " Giovanni Papini
Hola anónima, muchas gracias por tu comentario. Me encanta darme cuenta de que somos muchos los que estamos en el mismo camino, andando más cerca de lo que nos imaginamos. Te agradezco mucho tus palabras y tu apoyo. Y creo que este es un tema para charlar tomando un café como tú dices así que si estás por Barcelona y te apetece un día, dame un toque al mail buenas_noticias@hotmail.es y nos encontramos para charlar en directo. Lo de hacer una charla o retiro…. pues te agradezco mucho la propuesta pero no creo que yo esté preparada para eso. De hecho, lo que escribo en el blog no son más que reflexiones que me hago a mi misma y que me encanta compartir por si a alguien más le resuenan.
EliminarPor otro lado, tu comentario me ha hecho pensar también. Quizás la idea sea, como decía Buda, el camino medio. Supongo que es necesario planificar o decidir un camino pero, después, no obsesionarte con ello e ir viendo lo que dicho camino te trae. Yo también soy partidaria de vivir el momento pero no me obsesiono demasiado por querer saber dónde voy o en quién deseo convertirme porque, al final, creo que esas preguntas pueden llegar a ser trampas. En fin, todo esto dicho a las cinco y pico de la mañana y sin pensarlo demasiado así que mañana volveré a pensarlo a ver cómo lo siento…
Me encantó la cita de Papini, muchas gracias.
Y, nada, para terminar, hace un tiempo escribí un microrrelato que forma parte de mi primer libro y que habla sobre este tema. Aquí te lo dejo por si te puede ser útil. Un fuerte abrazo,
Elena
"La imaginó antes de conocerla. Y la imaginó espaciosa. Y la imaginó entera. Y la imaginó serena. La construyó antes de conocerla. Y la construyó sólida. Y la construyó contigua. Y la construyó benévola. La celebró antes de conocerla. Y la celebró risueña. Y la celebró brillante. Y la celebró morena.
Y fue, por eso - porque la había imaginado antes de conocerla, porque la había construido sin entenderla, porque la había celebrado sin percibirla -, fue por eso, por lo que no la reconoció cuando - por fin – apareció."