"Y así, después de mucho esperar, un
día como cualquier otro decidí triunfar.
Decidí no esperar a las
oportunidades, sino yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema como la
oportunidad de encontrar una solución.
Decidí ver cada desierto como la
oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un
misterio a resolver.
Decidí ver cada día como una
oportunidad para ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único
rival no eran más que mis propias debilidades,
y que enfrentarlas era la única y mejor
forma de superarlas.
Aquel día descubrí que no era el
mejor
y que tal vez nunca lo hubiera sido.
Dejó de importarme quien gana o
pierde.
Ahora me importa simplemente saber
mejor qué hacer.
Aprendí que lo difícil no es llegar
a la cima, sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo es poder
llamar a alguien “Amigo”.
Descubrí que el amor es más que un
simple estado de enamoramiento;
el amor es una filosofía de vida.
Aquel día dejé de ser el reflejo de
mis escasos triunfos pasados
y pasé a ser una tenue luz en el
presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz
si no iluminamos el camino a los
demás.
Aquel día decidí cambiar tantas
cosas…
Aquel día aprendí que los sueños existen
para hacerse realidad.
Y desde aquel día ya no duermo para
descansar…
ahora simplemente duermo para
soñar."
(Walt
Disney)
Esto se debería enseñar en las escuelas!! ;D
ResponderEliminarCierto!!!!! Un abrazo, Samotracia.
EliminarPues si, tendría una aceptación impresionante, Walt Disney está entre todos los niños y me parece una excelente filosofía de vida, el amor. Bueno, pero para mí más que llamarle "triunfar" le llamaría "vivir al natural".
ResponderEliminarsaludos
Vivir al natural, buen título, hana! Un abrazo.
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