(Imagen de Candelaria Rivera)
“Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo
mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor
quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del
cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos
pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues
los obligaría a decir cosas que no eran ciertas, que no se meta entre tus
manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y
es que a la tristeza le gusta el sabor amargo.
Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el
dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con
fuerza. Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las
raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole.
Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aun si
tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes
meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales
que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía, siempre
trenza tu tristeza…
Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la
encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello. Trenza tu
tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…”
(Paola Klug )
Me gusta gracias por compartir Elena.
ResponderEliminar;-) un beso grande, Ainhoa. Gracias a ti por estar ahí. <3
EliminarWow.. Una abuela muy amada por mí decía que el cabello de una mujer es una extensión de sus pensamientos y me decía "cuando estés confundida, peínate" para así ordenar los pensamientos...
ResponderEliminarOh, qué bonito, Wendy, me ha encantado. Gracias por compartirlo, tomo nota y así lo haré. ;-)
EliminarUn beso grande.
Precioso la trenza y la tristeza, tiene nombre de cuento, así que escribiré uno con ese nombre, a ver que sale
ResponderEliminarSeguro que saldrá bonito! ;-) Me alegra que te haya gustado el post, Mónica. Un beso.
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