Magda compartió el otro día (mil gracias) una interesante
metáfora, explicada por el rabino Abraham J. Twerski, sobre el estrés y cómo
éste debería lograr “hacernos crecer”. Me pareció muy interesante, aquí os la
dejo.
"La langosta es un animal suave y pulposo que vive
dentro de un caparazón rígido. Ese caparazón no se expande. Entonces ¿Cómo
crece la langosta? Bueno, mientras la langosta crece, el caparazón se vuelve
un gran límite y la langosta se siente bajo mucha presión e incómoda. Se va
debajo de una formación de piedras para protegerse a si misma de los
depredadores, deja su caparazón y produce uno nuevo. Eventualmente ese
caparazón también se vuelve muy incómodo cuando crece, entonces regresa a las
rocas y cambia nuevamente su caparazón. Y la langosta repite esto varias veces.
El estímulo que permite a la langosta crecer es el sentirse incómoda. Ahora, si
las langostas tuvieran doctor, nunca crecerían, porque cuando se sintieran
incómodas, irían para conseguir un "valiumm" o un "percocettt"
y todo estaría bien. Nunca se quitarían el caparazón. Así que debemos darnos
cuenta que los tiempos de estrés, también son signos de crecimiento y si
utilizamos la adversidad de manera correcta, podemos crecer a través de la
adversidad..."
Gracias por postear "El Caparazón de la Langosta", yo lo posteé de un amigo, Javi, de Ribadesella, desde su face...maravilloso... "si utilizamos la adversidad de manera correcta, podemos crecer a través de la adversidad" <3
ResponderEliminarMil gracias a ti! Me encantó cuando lo escuché y, cada vez que lo vuelvo a escuchar, me vuelve a encantar. ;-)
EliminarUn besazo, querida Magda! <3