(Imagen de Zakir Hossain Chowdhury)
Me comentaba una amiga el otro día que hace poco recuperó un
cuadro que estuvo siempre colgado en casa de su madre pero que solamente ahora,
mucho tiempo después, lo ha mirado con calma y se ha dado cuenta de lo mucho
que le gusta.
Me llamó la atención lo que me explicó y me quedé pensando en
cómo los seres humanos siempre hacemos eso con las cosas que nos gustan: las conseguimos;
al principio, las miramos y las disfrutamos cada día; después, nos
acostumbramos a ellas, las volvemos habituales; y, por último, las damos por
hechas y las olvidamos. Y no sólo lo hacemos con las cosas, también con las
personas, también con la vida. Lo damos todo por hecho. Nos olvidamos de mirar.
Nos olvidamos de celebrar.
El año pasado, por mi cumpleaños, me auto-regalé un bote de
cristal con la intención de escribir en él, cada noche, las cosas buenas que me
habían pasado durante el día y dar las gracias por ellas. Lo hice. Un año
entero, noche tras noche. Y, finalmente, este año, nuevamente por mi cumpleaños,
quemé todos los papelitos en una pequeña hoguera, para que los agradecimientos
llegaran hasta los dioses. Un año de cosas buenas. Lo más curioso es que todas
esas cosas buenas eran cosas sencillas. Una conversación con una amiga, una
comida familiar, el encuentro con alguien después de mucho tiempo, una sonrisa
inesperada, una tarde de lectura, un baño caliente al llegar a casa helada, un
abrazo en momentos de tristeza, una llamada mucho tiempo esperada…
Pensé que, después de todo, quizás la vida -con todos sus
momentos- no sólo es para vivirla sino que, sobre todo, es para
celebrarla.
Así pues, hoy agradezco y celebro la vida, mi vida. Hoy, agradezco
y celebro todas y cada una de las personas que están en ella.
Creo que voy a "copiar" tu idea del bote...Un abrazo.
ResponderEliminarToda tuya, Mari. De hecho, me la "inspiró" una amiga… ;-)
EliminarUn abrazo.
Me parece precioso, no solo el texto que también, pero el pensar que la vida es un regalo y que por ello hay que celebrarla. También me parece que el simple hecho de agradecer, de ser agradecido es una gran cura y la mayor satisfacción. Muchas gracias por inspirarme siempre de esta manera y hacerme querer intentar ser cada día mejor persona.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, Nuria. Me alegra saber que el blog te inspira. Realmente creo que ser agradecido te limpia el corazón y te focaliza en lo positivo. Este año, a mí me ha ayudado mucho el tema del bote y los papelitos. Un abrazo y, de nuevo, mil gracias.
EliminarFeliz cumple, feliz Vida... Fíjate, llevaba unos días pensando en cómo hacer un proyecto de gratitud; tengo unas cuantas ideas y no me acabo de decidir. Eres inspiración, preciosa. Gracias.
ResponderEliminarMuaaaaaaaks, amore. Gracias a ti por estar ahí desde hace tanto tanto tanto tiempo. Love you!
EliminarMe parecen grandes ideas celebrar el estar viva y como no la de anotar cada día algo bueno que ha pasado en el jornada. Gracias por la idea y por tus sabias palabras Elena. :)
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado la idea, Leonor. Realmente, como decía en otro comentario, para mí ha sido muy enriquecedor hacer este repaso y agradecimiento cada noche, me he ido a dormir con el corazón desbordante de gratitud. Un abrazo y gracias a ti por estar ahí.
EliminarY es bueno también interesarse por los demás, para que así también ellos tengan algo por lo que agradecer.
EliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo, Unkown! Un abrazo.
EliminarEsto sí que es un regalo. Muchas gracias por esta idea. Yo tb. quiero ponerla en práctica. Es estupenda.
ResponderEliminar;-) me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
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