(Imagen de favim.com)
Mi amiga Alhy me envía un mail con 50 mantras para 2015.
Me ha parecido tan bueno, que le he pedido permiso para compartirlos. Ahí van:
Los 50 mantras para 2015
1. Preguntarse cada
mañana: ¿Cómo puedo servir hoy?
2. Agradecer cada
enseñanza que te trae la vida.
3. Aligerar la carga
material.
4. Antes de comenzar
a comer, dedicar un momento para mirar la comida, agradecer por ella y hacerla
real.
5. Tener presente que
es buscando la felicidad de los otros como se encuentra la propia.
6. Cada día, al
despertar, abrir los brazos de par en par para recibir todos los regalos que la
abundancia te trae y aún más.
7. Recordarme que con
nuestras elecciones de consumo contribuimos al bienestar del planeta con todas
las personas y animales que viven en él.
8. Conectar con la
naturaleza.
9. Ser consciente de
que cuando estas en una misión espiritual no necesitas la aprobación de los
otros. Sencillamente continúas con tu tarea.
10. Decir ¡gracias!
cuando las cosas no salen cuando yo quiero porque significa que me he librado
de lo que no me convenía.
11. En lugar de comer
si siento hambre de amor, respirar; en la respiración está contenido el aliento
del universo.
12. Recordar que
cuanto más amor soy capaz de recibir de mi entorno, mayor es la energía que siento.
13. Dedicar unos
minutos cada día a agradecer por todo lo que recibo.
14. Decirle a Dios
“lo dejo en tus manos” cuando siento miedo o no sé qué hacer.
15. Recordar que Dios
se comunica conmigo a través de la intuición.
16. Disfrutar el
presente mejor que estar preocupada por el futuro.
17. Tomar consciencia
de que en cada bocado que tomo está contenido el mundo entero: el árbol, el
viento, las nubes, la lluvia, la tierra, el sol, el agricultor, quien cosechó,
quien distribuyó, quien lo cocinó, quien lo come…
18. Erradicar mi
historia personal y definir mi vida presente de hoy.
19. Escribir mi
situación ideal deseada con todo lujo de detalles y sentir lo que sentiría si
la estuviera viviendo. Hacer esto 10 minutos cada día al despertar y 10 antes
de ir a acostar.
20. Recordar que
estoy aquí por una razón. Soy un ser divino y sagrado.
21. Fijarme en los
actos bondadosos de los otros en lugar de en sus faltas.
22. Hacer regalos
anónimos a los otros.
23. Tener presente
que hemos venido a amar y ser amados. Para ser amada he de amarme a mi misma.
24. Interesarme por
los otros versus querer ser interesante para ellos.
25. Tener presente
que juzgar a los otros es alejarme de la paz.
26. Recordar que la
clave de la felicidad reside en la aceptación de todo lo que es.
27. Recordar que la
mejor forma de superar un revés es entregarlo a Dios.
28. Pasar de las
etiquetas, pues nos separan: Todos somos uno.
29. Tener claro que
los accidentes no existen en nuestro universo inteligente.
30. Observar a los
animales, que lo dan todo y no piden nada. El hombre es el único animal que
pide y no da.
31. Meditar en la
serenidad interna.
32. Pasar momentos de
silencio contemplativo para dar gracias.
33. No hablar de
horrores y tragedias. No criticar lo que hacen los otros.
34. Nunca dejar a
nadie enfadado, no sabemos si le volveremos a ver.
35. Perdonarme y ser
libre de la autorecriminación.
36. Permitirme estar
tranquila.
37. Reemplazar temor
y culpa por amor, perdón y amabilidad.
38. Regalarme un
retiro de silencio cada día, es mi pasaje hacia la paz.
39. Responder con
serenidad sin dar consejo no solicitado.
40. Simplificar la
vida: Menos es más.
41. Aceptar que soy
lo que soy; y eso está bien.
42. Tomar consciencia
de que las personas que llegan a mi vida son valiosas, incluidos los "enemigos".
43. Tener presente
que todo lo que hago es insignificante, pero a la vez muy importante que lo
haga.
44. Saber que todo lo
que ocurre es perfecto y obedece al plan divino para mi vida.
45. Darme cuenta que
lo que pienso sobre los otros, lo pienso sobre mi.
46. Entender que
todos estamos conectados, ¿qué sentido tiene atacarnos unos a otros?
47. Comprender que yo
no soy lo que hago, porque entonces cuando no hago no soy ¿?
48. Visualizar lo que
quiero que llegue a mi vida, teniendo siempre esa imagen en mi mente.
49. Ir más allá de mi
yo físico. Yo no soy este cuerpo sino quien observa este cuerpo.
50. Recordar que soy
mucho más que las cosas que me preocupan. Soy el observador y no lo observado.
¡FELIZ AÑO NUEVO!