(Imagen Martin Stranka)
Nadie
sino tú
Nadie
puede salvarte sino
tú
mismo.
Te
verás una y otra vez
en
situaciones
casi
imposibles.
Intentarán
una y otra vez
por
medio de subterfugios, engaños o
por
la fuerza
que
renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente
por
dentro.
Nadie
puede salvarte sino
tú
mismo
y
será muy fácil desfallecer,
pero
muy fácil,
pero
no desfallezcas, no, no.
Limítate
a mirarlos.
Escucharlos.
¿Quieres
ser así?
¿Un
ser sin cara, sin mente,
sin
corazón?
¿Quieres
experimentar
la
muerte antes de la muerte?
Nadie
puede salvarte sino
tú
mismo
y
mereces salvarte.
No
es una guerra fácil de ganar
pero
si algo merece la pena ganar,
es
esto.
Piénsalo.
Piensa
en salvarte a ti mismo.
Tu
parte espiritual.
La
parte de tus entrañas.
Tu
parte mágica y ebria.
Sálvala.
No
te unas a los muertos de espíritu.
Mantente
con
buen talante y garbo
y
al cabo,
si
fuera necesario,
apuesta
tu vida en plena refriega,
al
carajo las probabilidades, al carajo
el
precio.
Nadie
puede salvarte sino
tú
mismo.
¡Hazlo!
¡Sálvate!
Entonces
sabrás exactamente de
qué
hablo.
(Charles
Bukowski)
Andamos naufragando medio mundo, o te agarras o te hundes. Todo depende de uno esa es la realidad. Besos y buenas noches.
ResponderEliminarBuenas noches, Angelines. Lo bueno es que la salvación, como tantas otras cosas, está en las propias manos… ;-) Besos para ti también.
EliminarLo bueno de todo ello, es que todo depende de uno mismo. Yo soy la única ama y señora de mi vida.... y esto en realidad reconforta!!!!! Todo depende de mi, y de mis ganas, ilusión y trabajo para ser lo que quiero ser.
ResponderEliminarGracias por este reconfortante texto!!!!
Gracias a ti, anónima. A mí también me reconforta que todo dependa de mí y esté en mis manos. Da cierto vértigo pero es una buena noticia ;-)
EliminarUn abrazo.