(Imagen de Rhys Logan)
"La divina ternura" - Johannes Angelus Silesius
"Me
llamo Johannes Angelus Silesius. Una vez vi al diablo y tuve miedo. No tenía
una forma infernal, no era un macho cabrío andando a dos patas, ni una figura
envuelta en llamas con rabo y tridente. Más bien tenía rasgos familiares y una
silueta que me recordaba… a mi madre. Sí, era como mi madre, pero con los ojos
de un enemigo que medita. Fueron esos ojos los que me estremecieron. Escondían
el tormento de la desesperanza y la falta absoluta de amor, la guerra y la crispación
del mundo. Esa visión me condujo a un profundo abismo, pero tuve la suerte de
encontrar en ese abismo la ternura de Dios.
Sin amor
nada tiene sentido, con amor tiene sentido la nada. Eso fue lo que aprendí.
Entendí que era necesario luchar, que si no se le hace caso al amor, se muere
de frío. Que el pecado se acompaña de tumulto, y en el silencio está la
humildad y la sabiduría del que busca una sola cosa. Aquella visión me enseñó a
la bestia, pero también el camino de su derrota, que no es otro que la
transformación de bestia en hombre, y de hombre en ser angélico. Esta es la
peregrinación del alma, el camino del ser angélico, la transformación que nos
conduzca a la contemplación de Dios. Este era el milagro, que el lodo une a
Dios con el hombre. Que el corazón es el reino, el corazón es el templo, el
corazón es un sepulcro viviente. El fruto es la belleza, una rosa mística que
crece aquí y ahora y siempre, rodeada de espinas, sangrando sin marchitarse en
las penas.
El amor debe
ser la senda y el epitafio. La llave para saber que nada es imperfecto, que una
rana es tan bella como un ángel. Desde mi ordenación como sacerdote jesuita, mi
vida se ha basado en la búsqueda contemplativa de Dios, reposar en la acción es
la vía de la santidad. Me dediqué a escribir obras para educar en la fe, pero
de todas las poesías de mi alma iluminada, me quedo con las ideas que tuvo mi
corazón en su viaje hacia Dios. Un viaje que toda alma debería hacer. El viaje
del peregrino querúbico. Este libro que edité hace dos años, es el libro que
recoge toda mi vida. Es mi legado de amador seráfico que proclama los santos
deseos del amor para aquellos lectores que intentan inflamar santamente su
corazón de Dios. Pero al final me cansé de escribir. Amigo, ¡basta ya!, si
quieres leer más ve y conviértete tú mismo en la escritura y la esencia. "
Hola! Me ha gustado mucho tu blog. Qué bien que te dediques a ver las cosas positivas de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo transatlántico!
Yue
Muchas gracias, Yue!!!! Me alegra mucho que te haya gustado el blog. Un abrazo.
EliminarEstupendo texto. Me encanta, 'un viaje que toda alma debería hacer' el camino del corazón, el regreso a casa. En ello estamos, verdad? un beso y gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias a ti por el comentario, Carlota. En ello estamos sí. Y es genial encontrar compañeros de camino. ;-)
EliminarUn abrazo.