(Imagen de William Eugene Smith)
Hace unos años descubrí que hay gente que se para y que hay
gente que pasa de largo. Estaba, con mi pareja de entonces, cruzando Mauritania, por
la zona del Sahara. Nos habíamos detenido para hacer una pausa en el viaje y
nuestro coche se quedó atascado en la arena. No había manera de sacarlo de allí
y empezamos a pensar que pasarían muchas horas hasta que consiguiéramos
moverlo. Era una carretera poco transitada y no se veía un alma alrededor.
Al rato, en la distancia apareció un coche. Y, para nuestra
sorpresa, cuando llegó a nuestro lado, se detuvo y el conductor nos preguntó si podía
ayudarnos. Cuando vio el problema, se desenrolló el turbante, ató la tela a
nuestro vehículo y al suyo e intentó tirar de él, consiguiendo romper su
turbante pero sin que el coche se moviera ni un milímetro. Poco después, llegó
otro coche. Y de él bajaron dos chicos jóvenes. Casi sin preguntar nada, se
pusieron a buscar piedras para poner bajo las ruedas. Éramos ya cinco personas
empujando el coche cuando un tercero se detuvo y se sumó al esfuerzo.
Entre todos, finalmente, conseguimos desatascarlo de la arena
entre risas y gritos de júbilo. Al terminar, repartimos los víveres y las bebidas
que llevábamos para agradecerles el esfuerzo. Viendo que éramos extranjeros, el
más anciano -el primero que había parado- nos invitó a comer a su casa.
Cuando proseguimos el camino, comentamos lo sorprendente que
nos parecía que los tres coches que pasaron por allí hubieran parado, y nos
preguntamos cuántas personas hubieran hecho lo mismo si eso nos hubiera
sucedido en una carretera española.
Hoy he vuelto a recordarlo porque he recibido un regalo de
parte de alguien que no conozco. Se llama Franco y envía un precioso vídeo para
El Periódico de las Buenas Noticias. ¡¡Muchísimas gracias!!
Hay
gente que se para. Hay gente que pregunta.
Hay
gente que te da la mano, gente que te ayuda.
Hay gente
que es, verdaderamente, una buena noticia.
No hay que perder la esperanza en la humanidad.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, anónimo. Nunca hay que perder la esperanza en la humanidad. Un abrazo.
EliminarLa música de este video es de The Cinematic Orchestra, una maravilla.
ResponderEliminarOs dejo el link de otro video maravilloso con musica de The Cinematic Orchestra:
http://www.youtube.com/watch?v=TCvX2N-RoEg
Para mi este video sin palabras me habla de perseguir los sueños por imposibles o lejanos que parezcan, de creer en algo, de no rendirse, de mantener la esperanza a pesar de las limitaciones y las barreras, en definitiva de no olvidarse de soñar.
Disfrutadlo
Chulísimo el vídeo, Allan Wats, me ha encantado. Muchas gracias por compartirlo aquí. Un abrazo grande.
Eliminar¡¡Son estas noticias de las que deberian hablar los telediarios!!
ResponderEliminarMe ha emocionado ver esas escenas de ternura de los rusos, que tanta fama tienen de fríos.
Gracias.
Gracias a ti, Samotracia. Estoy totalmente de acuerdo, ¿te imaginas un telediario sólo con este tipo de noticias? Nos levantaría el ánimo a todos, sin duda.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado el video, y si no te importa me gustaria ponerlo en mi blog, creo que mostrar la cara más amable de las personas nos hace tomar conciencia de lo importantes que son los pequeños gestos del día a día.
ResponderEliminarEncantada de que lo compartas en tu blog, Ana, cuando más se extienda el buen rollo, mejor ;-)
EliminarUn abrazo.
he tardado en volver, y es que ando bastante liada, pero no me he olvidado de este vídeo que me gusto mucho, así que te lo copio y hoy probablemente lo publicare. Un abrazo!!
EliminarOtro abrazo para ti, Ana. Muy grande.
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