(Imagen de Anton Privalov)
Me encanta todo lo que es romántico. La pintura, la poesía,
las películas, las canciones. Pero desde hace ya un tiempo me he dado cuenta de
que el romanticismo me confunde. Voy a tratar de explicarme.
El romanticismo me llevó a creer que aparecería alguien en mi
vida que me haría feliz, que sólo con verle cambiaría mi estado de ánimo, que
sería mi mitad, que me completaría. Y así, el romanticismo me llevó a dejar la
responsabilidad de mi felicidad y de mi vida en manos ajenas. A pensar que no
estoy completa, que me falta algo. Me llevó a creer que podía encontrar fuera
lo que anhelaba por dentro.
Todos los seres humanos buscamos el Amor. Consciente o
inconscientemente. Y muy a menudo lo confundimos con que nos miren, que nos
reconozcan, que nos aprueben, que nos alaben. Porque creemos que el Amor es
algo que viene de fuera, que lo tenemos que conseguir y que sólo lo
alcanzaremos a través de la mirada del otro. Y, para obtenerlo, nos
traicionamos, nos escondemos tras máscaras de colores, nos convertimos en lo
que creemos que los otros esperan de nosotros. Porque anhelamos su amor.
Desesperadamente.
Pero un día descubrimos que no es ese amor el que estamos
buscando. Un día, de pronto, nos damos cuenta de que lo que buscamos fuera ya
está dentro. Y vemos que somos seres perfectos y completos.
La felicidad depende sólo de ti. No hay nadie que pueda
herirte si tú no le dejas. Nadie te abandona si tú no lo has hecho antes. No te
pueden ofender si no te agraviaste tú primero. Tu vida y tu felicidad están en
tus manos. Sólo tú puedes escribir tu propia canción de Amor. Y eso es una muy
pero que muy buena noticia.
Sí, claro que sí, y solo entonces puede aparecer tu verdadera media naranja, que ya no es la parte que a ti te falta, sino otro ser humano completo. Y si no aparece, qué más da? Señal de que todavía falta tiempo para que empiecen a existir personas conscientes de eso, solo somos pioneros!! Un beso muy fuerte, es una gran noticia!!
ResponderEliminarGracias, brother! Otro beso muy fuerte para ti.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias a ti, ErkNu, ánimo.....
EliminarUn abrazo.
"Tu vida y tu felicidad están en tus manos." Si me permites una reflexión... Creo que esta frase es cierta y a la vez no lo es. Sería 100% cierta si nos conociéramos por completo, nos aceptáramos por completo, y fuéramos perfectos a la hora de reaccionar ante las circunstancias externas. Y no somos perfectos ni nos conocemos al 100%. Pero, y esta sí es una buena noticia, está en nuestra mano iniciar ese camino (el del autoconocimiento y aprender a potenciar lo mejor que hay en nosotros) y seguir profundizando en él hasta que nos vayamos.
ResponderEliminarUn beso
Te permito y te agradezco la reflexión, Elvira ;-)
EliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo pero también pienso que llegar a conocernos por completo, a aceptarnos y a reaccionar a la perfección requiere un trabajo largo, toda una vida, tal vez. Y, como dices, está en nuestra mano iniciar ese camino de autoconocimiento pero teniendo algunas herramientas siempre resultará más fácil. Para mí, el hecho de saber que la responsabilidad de mi vida y de mi felicidad está en mis manos es una gran ayuda. Es cierto que no soy siempre infalible y que fallo mucho más a menudo de lo que me gustaría pero cuando recuerdo que está en mis manos ser feliz, soy capaz de reponerme antes y de seguir caminando hacia ese objetivo del autoconocimiento que, precisamente con cada caída, se va haciendo más claro.
Ya de entrada, la actitud con la que enfrentas el día, por ejemplo, tiene mucho que ver con cómo será tu día, eso, actualmente, creo que casi todos lo tenemos claro. El tema está en que lo olvidamos. Es muy fácil caer en la negatividad y el pesimismo (nos bombardean con ello por todos lados), los recordatorios son, para mí, claves en el proceso.
Gracias por el comentario. Un abrazo muy fuerte.
eSTOY DE ACUERDO. TENEMOS QUE TRABAJAR MÁS EN NUESTRO AUTOCONOCIMIENTO. SALUDOS
Eliminarme encanta todo lo que escribes....precioso!
ResponderEliminarMuchas gracias, Andrea. Un abrazo fuerte.
Eliminarsiempre seré inmaduro
ResponderEliminarla fruta madura,cae y se pudre.
si no la coges y te la comes..
er cocinero
Querido cocinero andalú, todo tiene su tiempo de nacer, crecer, madurar y morir. Me temo que uno no puede quedarse atascado en una etapa... (o sí, pero entonces la cosa es todavía más complicada....). Un abrazo.
Eliminar¡Ay cuánto daño han hecho las novelas y las películas románticas! jaja..., que nos han hecho creer que el enamoramiento y la pasión son el amor de verdad.Pero como muy bien cuentas, el sentido del verdadero amor se aprende empezando por uno mismo, y eso se adquiere con el tiempo, y eso para algunas personas, otras no llegan a verlo nunca.
ResponderEliminarA mí me encanta este texto de Jorge Bucay, que creo que recoge lo que tu quieres expresar:
"La única manera de no vivir descentrado, de no girar alrededor de otros, es asumir la responsabilidad de ser tu centro, es decir, de centrarte en ti mismo. Centrarse en uno mismo no quiere decir declararse autosuficiente. Necesito de ti y de tu mirada, para ver en mí las cosas que están escondidas en lugares a los que soy ciego y también para compartir contigo lo que aprendí y lo que tengo."
Un abrazo
Precioso texto, Bea, muchas gracias por compartirlo aquí. No lo conocía.
EliminarUn abrazo.
¡¡Qué refrescante entrada!! ;D
ResponderEliminarUn beso grande, Samotracia.
EliminarQue mejor noticia que saberse libre de amar, sin ataduras, con madurez y responsabilidad ante la vida. Me encantan todas tus noticias, son un aliciente en el dia a dia y desde que descubri tu blog, no me pierdo semana a semana lo que nos compartes. En la distancia, pero con la misma mentalidad de forjar caminos para quienes vienen detras.
ResponderEliminarGracias siempre por este oasis en medio del desierto de vanalidades y superficialidad al que nos estamos acostumbrando como seres humanos.
Desde Mexico, una abrazo, mi respeto y admiracion.
Atte. Lidia
Muchísimas gracias, Lidia. Mi respeto y admiración para ti también.
EliminarUn abrazo grande.