(Imagen de Lissy Elle)
Hoy quiero compartir una historia genial que me envía mi amiga María (mil gracias):
Una psicóloga en una sesión grupal levantó un vaso de agua,
todo el mundo esperaba la pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin
embargo, ella preguntó: “¿Cuánto pesa este vaso?”
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
Pero la psicóloga respondió: "El peso absoluto no es
importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no
es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo; si lo sostengo un
día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, pero
cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, más difícil de soportar se
vuelve."
Y continuó: "Las preocupaciones son como el vaso de
agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más
empiezan a doler y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote
paralizado e incapaz de hacer nada."
¡Acuérdate
de soltar el vaso!
Porque el vaso es todo lo q nos daña,nos perturva, es todo el peso de nuestra vida..no sueltes el vaso....Lanzalo Nenè.
ResponderEliminarEso, lánzalo bien lejos. Un abrazo, Nené.
EliminarCaramba! cuanta ceguera e ignorancia la mía. Mi cerebro a punto de explotar y mi brazo con un dolor extremo. Yo pensando en ponerme en manos de la ciencia, cuando la solución está en mis propias manos. Ya he dejado el vaso en su sitio, eso si, antes he regalado su contenido líquido a una de mis plantas.
ResponderEliminarGracias mil por compartir mensajes como este que me ha permitido abrir los ojos y por supuesto descansar los brazos. Cristina
Estas pequeñas historias tienen justamente eso, Cristina, dan en el clavo y nos permiten ver lo que no vemos. Por suerte, todos nos ayudamos a todos ;-)
EliminarUn abrazo.
Oh que bueno, es genial
ResponderEliminarMuy buen consejo!!
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