Buscando...

Charlando con un amigo la otra tarde, me sorprendí cuando me dijo que estaba convencido de que la persona que se vuelca en su trabajo o la que se compra un Ferrari, en realidad, están buscando a Dios. Esta afirmación me pareció, incluso, transgresora, y como no acababa de entenderla, le pedí que se explicara porque quería escuchar sus argumentos. “Sí” –me dijo- “en realidad todos buscan la Felicidad”. Felicidad que él, como creyente, identificaba con Dios.

Si algo tengo claro es que el ser humano –occidental- del siglo XXI está buscando. Pero, desgraciadamente, la mayoría de las veces ni siquiera sabe qué. Por eso, no encuentra. Por eso, la búsqueda se va transformando en ansiedad. Por eso, va saltando de deseo en deseo, de proyección en proyección, pensando que al conseguir lo que anhela se calmará su angustia. Hasta que, un día -si tiene suerte-, se da cuenta de que eso no es así, de que está buscando en el lugar equivocado, de que debe dejar de mirar hacia fuera para empezar a examinar hacia dentro.

Me impresionó, hace un par de semanas, el documental “George Harrison. Living in The Material World”, que daban en el Festival In-Edit de cine documental musical de Barcelona. Desde que escuché por vez primera, cuando era adolescente, “My Sweet Lord”, George Harrison ha sido un personaje que me ha intrigado. Me llamaba la atención que un músico famoso y millonario estuviera preocupado por la espiritualidad. "Los coros cantando Aleluya y Hare Krishna son un llamamiento a la cordura y a la vuelta a Dios, de cualquier forma que lo concibas. Sin ese aspecto espiritual, la vida actual sería para mí una experiencia hueca", declaraba el Beatle. George Harrison buscaba la paz interior. George Harrison buscaba a Dios. Me emocionó.

Y tú, ¿qué es lo que buscas?