Helena estudiante / Helena princesa / Helena esquiadora
(De la serie La melena de Helena, regalo de mi amiga artistaza Marta)
En escultura se diferencian dos tipos de trabajos, la escultura de bulto redondo y el relieve. La escultura de bulto redondo es aquélla en la que la piedra está trabajada por completo, que se puede contemplar desde cualquier punto a su alrededor. En cambio, el relieve es la escultura que se realiza sobre una superficie y, por lo tanto, el único punto de vista que tiene es el frontal.
Con las personas sucede lo mismo, se pueden contemplar sólo frontalmente o hacerlo desde sus múltiples facetas. A veces, pensamos que con el relieve nos basta para conocer a alguien pero, en realidad, a una persona hay que darle unas cuantas vueltas antes de empezar a saber quién es.
He hablado, en otras ocasiones, de cuán a menudo ponemos -a los demás y a nosotros mismos- etiquetas y límites que nos hacen sentir protegidos o seguros pero que acaban siendo barreras que solamente nos condicionan y nos recortan. Y es que el ser humano puede ser muchísimas cosas. Yo puedo ser absolutamente profunda pero, también, puedo ser absolutamente frívola. Puedo comprometerme seriamente con las causas más peregrinas, si creo en ellas desde la piel, pero también puedo ser divertida y simpática e, incluso, aburrida cuando no tengo ganas de currarme una conversación que no fluye. Puedo ser todo lo que me atreva a soñar. Alguien me dijo una vez "the sky is the limit", y he descubierto que, si no te pones barreras, si exploras todas tus caras, te atreves a ser tu "yo" más luminoso y abandonas el miedo al rechazo, puedes llegar a volar muy muy alto.
Jill y Kevin lo hicieron, decidieron que su faceta seria y comprometida no estaba reñida con su cara más divertida, así que se casaron, montaron una boda surrealista con el baile de entrada más kitsch del mundo mundial y lo colgaron en internet para recaudar dinero contra la violencia de género. Jamás se imaginaron que recogerían más de 20.000 dólares. Me parece una forma absolutamente generosa de empezar un matrimonio. La buena noticia es que cuando abres tu corazón y te atreves a entregarte, olvidando prejuicios, traspasando límites y rompiendo barreras, la vida te recompensa. Siempre lo hace. No os perdáis el vídeo, cada vez que lo veo me troncho (mil gracias, Luis!!!!). Si un día me vuelvo a casar (je), mi boda será así….
Con las personas sucede lo mismo, se pueden contemplar sólo frontalmente o hacerlo desde sus múltiples facetas. A veces, pensamos que con el relieve nos basta para conocer a alguien pero, en realidad, a una persona hay que darle unas cuantas vueltas antes de empezar a saber quién es.
He hablado, en otras ocasiones, de cuán a menudo ponemos -a los demás y a nosotros mismos- etiquetas y límites que nos hacen sentir protegidos o seguros pero que acaban siendo barreras que solamente nos condicionan y nos recortan. Y es que el ser humano puede ser muchísimas cosas. Yo puedo ser absolutamente profunda pero, también, puedo ser absolutamente frívola. Puedo comprometerme seriamente con las causas más peregrinas, si creo en ellas desde la piel, pero también puedo ser divertida y simpática e, incluso, aburrida cuando no tengo ganas de currarme una conversación que no fluye. Puedo ser todo lo que me atreva a soñar. Alguien me dijo una vez "the sky is the limit", y he descubierto que, si no te pones barreras, si exploras todas tus caras, te atreves a ser tu "yo" más luminoso y abandonas el miedo al rechazo, puedes llegar a volar muy muy alto.
Jill y Kevin lo hicieron, decidieron que su faceta seria y comprometida no estaba reñida con su cara más divertida, así que se casaron, montaron una boda surrealista con el baile de entrada más kitsch del mundo mundial y lo colgaron en internet para recaudar dinero contra la violencia de género. Jamás se imaginaron que recogerían más de 20.000 dólares. Me parece una forma absolutamente generosa de empezar un matrimonio. La buena noticia es que cuando abres tu corazón y te atreves a entregarte, olvidando prejuicios, traspasando límites y rompiendo barreras, la vida te recompensa. Siempre lo hace. No os perdáis el vídeo, cada vez que lo veo me troncho (mil gracias, Luis!!!!). Si un día me vuelvo a casar (je), mi boda será así….
Y, como lo serio no tiene porqué ser aburrido, si un día tengo un hijo, me encantaría que fuera tan divertido como este (mil gracias, Gloria!!!!)…
Esta entrada la dedico a mis amigos, la Reina de la Miel y Neo, que esta semana vinieron a Barcelona y cambiamos el punto de vista del relieve por el de bulto redondo. Todo un descubrimiento que, mira, fue genial…