Hoy tengo otra historia cercana. Hoy quiero hablar de otra persona próxima que hizo realidad un sueño. Y que, día a día, lo ve crecer. Conocí a Georgina hace, más o menos, un año, cuando le hice una entrevista para una revista, que se publicó meses después. Y me encantó la ilusión con la que hablaba del pequeño museo que había montado en un pueblecito del Ampurdán. El Museo de la Confitura nació gracias a un limonero que daba demasiados limones, a una amiga inglesa que sabía hacer mermeladas, a un viaje al sur de Francia donde se descubrió un museo del chocolate y a una idea, calificada de surrealista por un amigo, que fue tomando forma hasta materializarse.
El Museo de la Confitura, que surgió de un conjunto de "casualidades" que esbozaron un sueño, ha cumplido ya cinco años y propone más de cien tipos diferentes de mermeladas, desde las clásicas de albaricoque o fresa, hasta sabores mucho más sofisticados como la confitura de pisto, la de chocolate y melón o la de peras al aroma de Juanolas.
Sin embargo, de todo ello, lo mejor es el cariño y la ilusión con los que tanto Georgina como su socia, Teresa, elaboran las mermeladas, cuidan del museo o lo muestran a los visitantes que se acercan a conocerlo (hace un par de meses, mis amigos Natalia y Arturo, que venían de Perú, se quedaron sorprendidos y fascinados).
Hay una diferencia cuando las cosas se hacen con amor.
Y suele ser evidente. Porque brillan.
Yo tengo la suerte de haberla conocido y de haber estado en el Museo y merece la pena ir (¡¡y comprarte varias confituras!!).Besos. Diego
ResponderEliminarMe alegra que te gustara, Diego.................
ResponderEliminarEsta entrada me recordó a una persona que hace tiempo fue mi amiga y no le gustaban las mermeladas. Bueno, no le gustaba casi nada que fuera dulce porque se empalagaba muy rápidamente. Y yo que adoro con pasión y locura todo lo confitado, no sé qué muecas le hacía cada que renegaba del gusto dulcísimo de algún postre.
ResponderEliminarEn fin, Elenita. Espero que estés de super lujo, my love. Y que tengas una frutifantástica semana :D
Muá.
Pero qué original!!! y qué dulzón...
ResponderEliminarBuena semana, cielo. Un besote.
mmmm...
ResponderEliminarJeje, qué buena cosa que se dieran todas las casualidades que dices. Con tesón y una buena idea, todo es posible.
ResponderEliminarMuchos besicos :)
(Qué hambre me ha entrado...)
Confitura de pisto!!! esos hay que probarlo. Y además en el Ampurdán!! Ya me dejaré caer por ahí, ya.
ResponderEliminarUn beso gordo
Pues fíjate Siberianita que a mí tampoco me gustan las mermeladas dulces y, en cambio, me gustan las saladas. Hay una de cebolla agridulce que es buenísima!!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus buenos deseos, preciosa. La verdad es que estoy a tope de trabajo y contenta y feliz con todo. Te deseo una semana happy happy. Y te mando un beso enorme.
Sí, ¿verdad?
ResponderEliminarBuena semana también para ti, CMQ. Y un beso enorme.
Paciente, jajajajaa, me has hecho reír!!!! Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarLucía, supongo que ya habrás comido, jajajaja. Es verdad que con una buena idea y constancia, se puede llegar muy muy lejos.
ResponderEliminarMil besos, preciosa.
Pues cuando vayas me cuentas, Esbarzer.... Besos gordos!!!
ResponderEliminarTe propongo un negocio Elena, montamos un museo de semáforos en Sesué?? ja ja ja.
ResponderEliminarBromas aparte, tendré que visitar ese museo.
Besos azucarados
Pues no estoy yo muy puesta en el tema, Dani, hace demasiado que no voy a Sesué.... tendré que ir y ver cómo está el tema, jajajajja
ResponderEliminarSi vas al museo, me cuentas. Estoy segura de que os gustará....
Muchos besos.
Eso si que es un museo y no el Guggenhein, jaja; me ha parecido una idea genial, en serio.
ResponderEliminarAntes de mi comentario pase por ese museo virtual. Me dieron ganas de meter el dedo en todos esos frasquitos y probar tan delicioso contenido. Mis felicitaciones a tua miga por tan dule y buena idea. Estoy segura que llegara aser un lugar muy visitado. Un beso prciosa.
ResponderEliminarP.D referente a tu comentario,decirte que efectivamente fué una experiencia propia, pero ya esta superado. Gracias por tu apoyo Elena
Que linda frase elegiste para puntualizar tu post,... "Hay una diferencia cuando las cosas se hacen con amor. Y suele ser evidente. Porque brillan."
ResponderEliminarEs tan cierto como los guisos de mi abuela, ella los hacia con tanto amor que estos eran apetecidos por el barrio entero, ya que ella cocinaba en abundancia y repartia a todos los vecinos de la cuadra, para que probaran de su rica cocina, y que me dices ahora, ello creo tantos recuerdos cariñosos, que la gente la recuerda con tanto amor, eso es brillar, ella aun brilla, aunque su cuerpo ya no este mas aqui...
Besitos siempre
Janeth
Amiga!!!! Cada vez que contás y/o mostrás algo de tu país, lamento la distancia. Tu entusiasmo es contagioso y hacés que me traslade allí y deguste esas ricas mermeladas, jajaja (chau dieta!!!!).
ResponderEliminarTe mando un besote enorme, enorme!!!!
que história mas dulce!
ResponderEliminarbeats!
Pues ya sabes, Neo, vente a Cataluña y le haces una visitilla. Y luego me cuentas....
ResponderEliminarLuciérnaga, pues me alegra mucho saber que es una experiencia superada. Supongo que este tipo de cosas te cambian la vida...
ResponderEliminarY me alegra que te gustara el museo, tienes que venirte también a conocerlo en vivo....
Un beso enorme!!!!
Janeth, me encanta siempre que cuentas cosas de tu abuela, debía ser una persona maravillosa. Qué bonito que los que te rodearon, te recuerden con tanto cariño...
ResponderEliminarA mí me han regalado una máquina para hacer pan y estoy deseando empezar a utilizarla para regalar pan a toda la gente que me rodea. Ya te contaré qué tal me sale. Sea como sea, pienso hacerlo con todo mi cariño así que "seguro" que saldrá bueno.... te cuento.
Un abrazo muy fuerte.
jajajajaja, Paulita, pues vente a conocerlo y, de paso, te coges unas vacaciones. Te llevaré a muchos sitios geniales!!!!! Podrías venirte con Santi, como en mi sueño, jajajajaja
ResponderEliminarDieta?????
Millones de besos, preciosa.
Gracias, Beats!! Un beso.
ResponderEliminarHay historias que endulzan la vida*
ResponderEliminarun besodulce para ti querida elena*
No hay mejor sensacion que la de tener un sueño cumplido, estas historias siempre me llenan de alegría.
ResponderEliminarBesitos
¿Verdad que si, Eme? Otro beso dulce para ti, preciosa.
ResponderEliminarA mí también, Lilyth. Besitos.
ResponderEliminarQuerida Buenas Noticias, siempre es reconfortante constatar que hay sueños que se cumplen.
ResponderEliminarSaludos desde el Mediterráneo.
Sí, yo pienso igual. Por eso me encanta escribir sobre ello.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
¡Estoy fascinada con el Museo de la Confitura!
ResponderEliminarIgual me apunto a un curso y todo.
¿Has probado alguna mermelada?
Bss
Nunca mejor dicho ¡¡Que historia tan dulce!!
ResponderEliminarMe encantaria visitarla y si algún día tengo oportunidad lo haré.
Elenita gracias por tus Post nos endulzas la vida.
Besos,muchos...
Jajajaja, ¿conque tú también eres de las que reniegan de lo dulce? Bueno, te entiendo. La verdad es que nuestras papilas gustativas necesitan experimentar de todo, Elenita.
ResponderEliminarQué bueno que todo vaya pintando de fábua. Yo ahorita en la uni estoy yendo a un congreso de artes (ha sido un poco tedioso porque estoy en la parte de logística y me traen de arriba a abajo todo el día, pero quélevamoacer) y ha estado bastante interesante ver los distintos enfoques que puede tener la cultura. ¿Qué te parece?
Te dejo mis mejores vibras y que tengas un bonito jueves :D
Evita, cuando vengas a hacerme esa visitilla que me debes, aprovecha, quédate unos días y nos vamos el finde a la Costa Brava y te apuntas a uno de los cursos. Te encantará el Museo y te encantarán Georgina y Teresa. Es muy mágico.
ResponderEliminarYo he probado alguna de las saladas porque las mermeladas dulces no me gustan. La de cebolla confitada es alucinante!!!!!!
Besos enormes, dear Dinamita.
Elwimg, pues yo te recomiendo que te cojas unos días y te acerques por la zona porque si no la conoces, te encantará. Y, además, podemos quedar un día por aquí... ¿Qué te parece? ;-)
ResponderEliminarMil besos enormes.
Siberianita, es que yo con la comida no soy muy allá, jajajajaja, es mi tema pendiente de currar (bueno, uno de tantos...).
ResponderEliminarYa me contarás esto de los diferentes enfoques que puede tener la cultura porque seguro que me interesa. Igual, algún día, podemos organizar un proyecto juntas, tú y yo, México-Barcelona. Sería genial, ¿verdad?
Muchas gracias por tu buena energía. Te mando mil besos gordos, cariño.
La verdad florece de encantos para que todos la vean.
ResponderEliminarEse lugar, es el lugar entre muchos lugares al que todos nos proponemos ir.
Gracias por tu dulce néctar.
Besotes
Pues te digo lo mismo, Desvanecerse, si vas, luego me cuentas. Seguro que te gustaría mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarPues el mes que viene tengo que ir, es un hecho, así que todo es posible... =)
ResponderEliminarHola, Helen!!!
ResponderEliminarMe encanta la gente que es capaz de sacar un proyecto así adelante!!
Qué maravilla!!!
(ahora me paso por su web y te cuento...)
Un besotote gordotote, niñita!
Marta.
Ei, Neo, si vienes por aquí, avisa!!!! A ver si coincidimos...
ResponderEliminarUn beso gordo.
Martita, cuando vengas por aquí vamos a verla. Estoy segura de que te encantará...
ResponderEliminarMil besos enormes.
Pues habrá que ir a ver eso, a la primera oportunidad que se presente.
ResponderEliminarCon poco tiempo, para comentar pero no dejo de leerte Elenita.
Besos, besos, besos.
Ay Cristalilla, mira que eres mona!!!! No te preocupes, sé que estás ahí.
ResponderEliminarSi vas al museo, luego me cuentas, que estoy segura de que te encantará.
Mil besos enormes!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna tienda de cuento y un negocio de fantasía. Cuando visité un sitio como éste, además de una experiencia multisensorial, tuve una sana envidia de quien tiene claro lo que quiere en la vida. Mermelada de ilusión !
ResponderEliminarhttp://johnleblog.blogspot.com/
Jajajajajaja, hola John Leblog, yo cuando visité el Museo me quedé "encandilada". Un beso gordo.
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