Llevo unos días pensando sobre la generosidad. De hecho, este post podría ser una de mis "historias cercanas" porque, últimamente, me he dado cuenta de toda la generosidad que me rodea. Y mola porque ya se sabe que, con un poco de suerte, te puedes contagiar de lo que te rodea... Para empezar, la generosidad de little Inés a quien hoy le han dado dos chocolatinas y ha comentado: "Una será para mi hermano Joan". Me hace ilusión saber que esta enana de cuatro años, a la que quiero más que a nada en este mundo, tiene un corazón que promete ser resplandeciente. La generosidad de una persona que trabaja conmigo y que esta mañana me ha dicho: "Aquí estoy, para lo que quieras y para cuando quieras". La generosidad de alguien que ayer me invitó a comer porque sabía que yo estaba bajo mínimos. La generosidad de una persona que, a pesar de todo, me dijo "tranquila, aquí estoy". La generosidad de otra que, desde hace años, va todos los viernes a San Juan de Dios para cuidar a niños enfermos. La generosidad de un grupo de mujeres que he conocido recientemente y que los jueves reparten desayunos en la parroquia de su barrio. La generosidad de una amiga que me ha hecho sonreír. La generosidad de mi madre que, cada día, se ocupa de que todos tengamos comida en el plato.
Como me rodean tantas generosidades y tengo la suerte de poder darme cuenta, me he estado preguntando qué es la generosidad. Hay quien dice que es dar, sin esperar nada a cambio. ¿Es eso posible? No lo sé, pero sí que sé que yo quiero contagiarme de toda esa generosidad que hay a mi alrededor. Quiero ser como Inés y repartir la mitad de mis chocolatinas, quiero poder invitar a comer a quien pasa un mal momento, quiero saber cuidar de la gente que pasa por mi vida, quiero poder decir, sin reservas, "aquí estoy, para lo que necesites".
También me he preguntado de qué está hecha la generosidad y, aunque tampoco lo sé a ciencia cierta, creo intuir, por las cualidades que he visto en la gente que la practica, que lleva implícita un poco de confianza, una pizca de autoestima y de autoconocimiento, algo de bondad, de paz, de compasión y de empatía, un poco de tolerancia y, desde luego, mucho pero mucho amor.
Así pues, la buena noticia de hoy es que estamos rodeados de generosidad. Mi deseo es que podáis daros cuenta de la gran cantidad de generosidad que existe a vuestro alrededor. Sólo hay que mirar para poder ver pero, como decía el Principito, "hay que mirar con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos..."
Es que little Inés es un angelito caído del cielo para hacernos disfrutar de la vida. Y el Janitus es un bichito mordedor que contagia buen humor, alegría y cariño.
ResponderEliminar¡Qué suerte tenemos de que sean generosos con nosotros!
Siiiiiii, qué suerte tenemos de que estén en nuestras vidas!!!!
ResponderEliminarQUE BONITO LO DE LA GENEROSIDAD, NO ES TAN FÁCIL SABER LO QUE ES LA GENEROSIDAD EN SU GLOBALIDAD, POR EJEMPLO EN MI CASO CREO QUE EMPEZÉ A SABER LO QUE ES LA VEDADERA GENEROSIDAD CUANDO ´FUI MADRE..ES LA EXPERIENCIA MAS GENEROSA..HAN PASADO LOS AÑOS (18) Y SIGO APRENDIENDO CON MIS HIJOS LO QUE ES LA GENROSIDAD QUE NO ES MAS QUE EL VERDADERO AMOR, PUES A TRAVÉS DE ELLOS LO HE EXPERIMENTADO Y LO HE PODIDO PROYECTAR AL RESTO DE PERSONAS QUE HAY A MI ALREDEDOR..
ResponderEliminarCREO QUE ES UN SALTO EN UNO MISMO UNA VEZ LO HAS SENTIDO YA NO HAY VUELTA ATRÁS..ES MUY BONITO..SER GENROSO ES POR EJEMPLO SONREÍR A ALGUIEN POR LA MAÑANA QUE SE CRUZA CONTIGO EN CUALQUIER SITIO...SER GENEROSO ES DAR DE TI MISMO LO BUENO QUE CADA UNO SABE QUE TIENE Y NO PENSAR QUE LO HAS HECHO POR SER GENEROSO..DAR DAR COSAS BUENAS Y HUMANAS
MERCEDES
Gracias por tu comentario, Mercedes. Estoy de acuerdo contigo, dar una sonrisa a las personas con las que te cruzas es maravilloso. Y supongo que tener hijos también. Yo no lo he experimentado y, aunque sé que no es lo mismo, lo vivo a través de mis sobrinos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Elena
Pues mira niña, que es un auténtico placer venir hasta aqui y leerte. Gracias por tu asertividad y por estar ahí.
ResponderEliminarUn beso Elena.
Gracias a ti por tu comentario y por estar también ahí, Cristal. Un abrazo fuerte
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