Me envía mi hermana Gloria un vídeo que le da muy buen rollo. Y es realmente genial. Se trata de la historia de Matt, un americano de 32 años que, viajando por Asia, tuvo la idea de grabar, en todos los lugares a los que fuera, un vídeo con su baile particular. Matt llega a un lugar emblemático, pone en marcha el vídeo, se pinta una sonrisa en el rostro y baila su pequeño baile. Es único porque es suyo y porque lo baila como si no hubiera nada mejor que hacer en el mundo. Matt y su vídeo se hicieron famosos y, desde entonces, ha seguido viajando y bailando con el apoyo de algún sponsor (http://www.wherethehellismatt.com/?fbid=7EZErJ0hJqz).
Como dice mi hermana, "ojalá todos pudiéramos bailar con Matt, con esa sonrisa en cualquier lugar del mundo y con quien fuera..." Y yo, además, añado que ojalá todos hiciéramos así todas las cosas que hacemos, como si no hubiera nada mejor que hacer en el mundo. Disfrutad del vídeo, disfrutad del fin de semana y vivid cada momento como si fuera el único y el más especial de vuestras vidas. Aunque no tengáis ganas de bailar, si toca bailar, hacedlo con el corazón...
(Y, sí, este post es para ti. No lo dudes, por favor...)