(Imagen
de Behance)
En la misma línea que la entrada anterior,
hoy recupero también el poema Si, de Rudyard Kipling,
que ya publiqué en su día (gracias, Juan)
SI
Si guardas en tu puesto, la cabeza
tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza
perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te
niegan
y no desprecias nunca, las dudas que
ellos tengan.
Si esperas en tu puesto, sin fatiga
en la espera.
Si engañado, no engañas.
Si no buscas mas odio, que el odio
que te tengan.
Si eres bueno y no finges ser mejor
de lo que eres.
Si al hablar no exageras lo que sabes
y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su
esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas
en vano.
Si tropiezas con el triunfo, si llega
tu derrota,
y a los dos impostores los tratas de
igual forma.
Si puedes soportar oír la verdad que
has dicho
tergiversada por villanos para
engañar a los necios.
Si vuelves al comienzo de la obra
perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu
vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de
alegría,
tus ganancias de siempre, a la suerte
de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la
pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y
lo que era.
Si logras que tus nervios y el
corazón te asistan,
aun después de su fuga, de tu cuerpo
en fatiga,
y se agarren contigo cuando no quede
nada,
porque tu lo deseas y lo quieres, y
mandas.
Si hablas con el pueblo y guardas tu
virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso
y tu luz.
Si nadie que te hiera, llegue a
hacerte una herida,
Si todos te reclaman y ninguno te
precisa.
Si llenas el inexorable minuto,
con sesenta segundos que valgan la
pena.
Todo lo de esta tierra, será de tu
dominio,
y mucho mas aún, serás hombre, hijo
mío.
(Rudyard Kipling)
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