"Dicen
que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo
en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para un mundo
en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes. Yo no sé si me habré vuelto
invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi
existencia como ahora, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca
disfruté tanto de cada momento de mi existencia. Descubrí que no soy una
princesa de cuento de hadas, descubrí al ser humano que sencillamente soy. Con
sus miserias y sus grandezas. Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser
perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de
hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás. Y a
pesar de ello… ¡quererme mucho! Cuando me miro al espejo ya no busco a la que
fui… sonrío a la que soy…Me alegro del camino andado, asumo mis
contradicciones. Siento que debo saludar a la joven que fui con cariño, pero dejarla
a un lado porque ahora me estorba. Su mundo de ilusiones y fantasía, ya no me
interesa. ¡Qué bien vivir sin poner el listón tan alto! ¡Qué bien no sentir ese
desasosiego permanente que produce correr tras los sueños! La vida es tan corta
y el oficio de vivirla es tan difícil, que cuando uno comienza a aprenderlo, ya
hay que morirse."
(Graciela Moreschi)
(A
través de Mercedes, mil gracias)
Muy bueno, así me siento yo también, es más, creo que estoy viviendo la etapa de mayor paz interior y serenidad de toda mi vida. Amor y paz.
ResponderEliminarQué bueno, Maru! Me alegro mucho, la verdad es que es un lujo poder vivir esta etapa en paz y serenidad. Te mando un abrazo.
EliminarQué artículo tan aliviador y tan certero. Después de los 50 y tantos, se empieza una a sentir así. ¡Me encantó !
ResponderEliminarMe alegro, anónima! A mí me pasó lo mismo al leerlo, me dio muy buen rollo! ;-)
EliminarUn abrazo.
Fabuloso escrito. Me ha encantado!!!!
ResponderEliminarMe alegro, Carmen!! Un abrazo.
EliminarGracias . Desde que atiendo el silencio ,mis pensamiento se apaciguan. Me siento más allá de mi cuerpo.mil gracias por tu aportación.
ResponderEliminarMil gracias a ti por tu visita y por tu comentario, Viriato. Un abrazo.
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