(Imagen de Google)
Una de las mentiras más grandes es cuando nos sentamos a
esperar que "algún día" algo cambie en nuestras vidas. Que, así como
por arte de magia, la situación financiera cambie, mi pareja cambie, el país
cambie, mi jefe cambie, algo cambie.
Es una automentira que genera grandes demoras en mi vida y
fuertes frustraciones y somatizaciones. Porque no pueden cambiar las cosas si
siempre hago lo mismo. Si siempre tengo la radio sintonizada en el mismo dial, ¿cómo
podría pasar una frecuencia diferente? Es imposible desde la física cuántica
que algo distinto ocurra, más bien más de lo mismo, porque no hay renovación
energética y vibracional.
Algún sabio alguna vez dijo "el que espera
desespera". Y sí che. Tenemos demasiada vida corriendo en nuestras venas
para esperar. Tenemos demasiada energía para desperdiciarla esperando. Tenemos
demasiado corazón para postergarlo. Nada cambia si vos no cambiás. Esa es la
sutil diferencia entre una vida chata y repetitiva y una vida creativa. Los
frutos salen de adentro para afuera. No se puede pegar una rosa a un rosal, la
creación es por dentro. ¿Vos, estás creando, o esperás que "algún
día", todo cambie?
(Julieta Suarez Valente)
Curiosamente me he encontrado con esto muy de mañana, y ha sido una buena noticia como siempre. Crear mejor que desesperar un abrazo Elena.
ResponderEliminarQué bueno, estoy totalmente de acuerdo contigo Ainhoa, crear mucho mejor que desesperar!!! Un abrazo fuerte.
EliminarSublime entrada! Gracias Elena por compartir, y gracias Julieta Suarez Valente por "crear"
ResponderEliminarGracias a ti por la visita y el comentario, JB. Un abrazo.
EliminarGran reflexión, pero a veces hay que tener paciencia y otras veces no estamos preparados cuando llega. Muy buen artículo y pensamiento, pero creo que se debe empezar por uno mismo y pregonar el ejemplo, o no? (me refiero a cuando hablabas del cambio)
ResponderEliminarSaludos
Totalmente, pretender que el otro cambie es una utopía ;-)
EliminarUno tiene que ocuparse de sí mismo y dejar a los otros en paz, que a veces nos ponemos muy pesaditos... Justamente eso es lo que dice el texto de Julieta!