(Imagen de Marc Riboud - Vietnam, 1975)
El otro día escribí un texto en mi Facebook personal que hoy
quiero compartir también aquí. Añado, además, el discurso final de Chaplin en
la película El Gran Dictador, que ya había publicado hace un tiempo en este blog pero que alguien puso como
comentario en la entrada de Facebook y creo que se complementan perfectamente.
Pues eso, ahí va:
Vivimos tiempos complicados: las normas, las imposiciones, el
control, lo políticamente correcto, la mediocridad en todas sus versiones y con
todas sus caras nos está invadiendo.
POR FAVOR, no os dejéis abducir. Levantad la voz, protestad,
no miréis hacia otro lado, no dejéis que el miedo os paralice, permitíos ser
vosotros mismos y luchad por que se respeten vuestras diferencias, vuestras
ideas. Hablad alto. Hablad claro. Hablad sin miedo. Que no os convenzan de no
hay nada que hacer, de que no vale la pena.
Los que no queréis un mundo gris, lleno de reglas absurdas,
de obligaciones ridículas, de pérdidas de tiempo inútiles, hablad alto, hablad
claro, hablad sin miedo. Vuestras voces son NECESARIAS.
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