lunes, 20 de julio de 2015

No te conformes



No te conformes

No te conformes con sobrevivir, vive.
No te conformes con arrastrarte, vuela.
No te conformes con oír, escucha.
No te conformes con comer, disfruta.
No te conformes con sonreír, ríe, ríe y no dejes de reír.
No te conformes con tener curiosidad, investiga.
No te conformes con leer, analiza.
No te conformes con tener sexo, ama.
No te conformes con estudiar, aprende.
No te conformes con creer, confía.
No te conformes con observar, mira con atención.
No te conformes con ver la televisión, viaja.
No te conformes con lo que te digan, cuestiona.
No te conformes con no saber, fórmate.
No te conformes con dar la mano, abraza.
No te conformes con dormir, sueña.
No te conformes con sentarte, camina.
No te conformes con lo que no te gusta, lucha.
No te conformes con comprender, perdona.
No te conformes con apagarte, brilla.
No te conformes, por favor… no te conformes.

Elena Almirall Arnal


jueves, 16 de julio de 2015

lunes, 13 de julio de 2015

De inundaciones y enseñanzas


(Imagen de Leszek Paradowski)


Hace unos días sucedió algo curioso: yo llegaba a casa a la una de la madrugada cuando oí un ruido de agua goteando. Pensé que, seguramente, alguien se había dejado un grifo abierto en el piso de arriba y empecé a subir la escalera. De pronto, me di cuenta de que el agua corría ya por los peldaños y aceleré mis pasos para cerrar el dichoso grifo. Pero no, no había ningún grifo abierto. El calentador del agua se había roto y el piso de arriba parecía las cataratas del Niagara. Voy a ahorraros todo el proceso de búsqueda de cubos, achicamiento de agua, desesperación, más achicamiento, vaciada de cubos… pero sí os diré que duró unas tres horas –y que yo estaba sola-.

En esas tres largas horas me estuve preguntando cuál era la lección que tenía que aprender de aquel jaleo. Y, bueno, finalmente, llegué a una conclusión…

Una de las cosas que pensé fue en lo destructiva que puede llegar a ser el agua. La inundación del otro día (que, por suerte, no fue tan grave como podía haber sido si yo hubiera llegado más tarde) arrasó con un mueble, varios armarios, dos alfombras, etc.  Recordé que, en el mundo simbólico, el agua está relacionada con la emoción. Y pensé que, lo mismo que el agua, la emoción desbordada provoca desolación. Un poco de agua quita la sed, demasiada agua inunda, invade, encharca.

Esto hizo que me acordara de la idea budista del Camino Medio, la vía de la moderación, la huida de los extremos. Para recorrerlo es necesario, entre otras cosas, la sabiduría. En este caso, para mí, la enseñanza vino en forma de inundación. Bienvenida, pues…

miércoles, 8 de julio de 2015

La vida y la perspectiva





“A veces la vida parece insoportable. Y sin embargo, un momento después, esa misma vida parece ser insoportablemente hermosa. La vida no cambia, lo que cambia es tu perspectiva.”

Jeff Foster


(A través de Feldenkrais Online)

lunes, 6 de julio de 2015

La invitación



"No me interesa lo que haces para ganarte la vida. Quiero saber cuál es tu dolor, y si te atreves a soñar que te permites encontrar lo que tu corazón añora.

No me interesa cuántos años tienes. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un loco por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores.
Quiero saber si puedes sentarte con el dolor, el mío o el tuyo, sin tratar de esconderlo, disimularlo o remediarlo.

Quiero saber si puedes experimentar la alegría, la mía o la tuya, si puedes danzar salvajemente y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de las manos y de los pies, sin que la prudencia nos llame a ser cuidadosos, realistas, a recordar las limitaciones propias de la condición humana.

No me interesa saber si lo que me cuentas es verdadero. Quiero saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si puedes soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma. Quiero saber si puedes ser impío y por lo tanto digno de confianza.

Quiero saber si puedes ver la Belleza, aun cuando no todos los días sean bonitos, y si puedes encontrar la fuente de tu vida en su presencia.

Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y a pesar de ello pararte a la orilla del lago y gritar "¡Sí!" a la plateada luna llena.

No me interesa saber dónde vives, ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes ponerte de pie, tras una noche de dolor y desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos.

No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si permanecerías conmigo en el centro del fuego sin echarte atrás.

No me interesa saber dónde, qué o con quién has estudiado. Quiero saber qué es lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.

Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si en verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío."

Oriah Mountain Dreamer
Anciano Indio