(Imagen encontrada en el magnífico pinterest
de Hacer es Hacerse)
Hace tiempo que estoy convencida de que cada persona que se
cruza en mi camino tiene algo que enseñarme. A veces, el mensaje es evidente.
Otras veces, me cuesta más comprenderlo.
La otra tarde fue Arantxa, una nueva amiga–pero que parece de
toda la vida- que he conocido recientemente. Me dijo unas sabias palabras que
se quedaron dando vueltas por mi cabeza y mi corazón: “Yo ahora ya no me pregunto
por qué sino para qué”. Me pareció interesantísimo.
Cuando uno se pregunta “¿por qué?”, se sitúa en el papel de
la víctima y el paso siguiente suele ser la queja. ¿Por qué me pasa a mí esto? Con
estas palabras implicas, además, que algo es injusto, que no te lo mereces, y
te conviertes en una marioneta en manos de un supuesto destino cruel. En
cambio, si la pregunta es “¿para qué?”, la situación –sea la que sea- se
convierte en un reto, en una aventura. Saber para qué te ha sucedido algo
supone querer comprender lo que tienes que aprender de ello, lo que la vida te
está diciendo. Supone tomar las riendas de tu camino y abandonar el papel de “pobrecito
yo”.
Decía Byron Katie que “las cosas no te suceden a ti sino que
suceden para ti”, e incorporar esta sencilla preposición –para- lo cambia todo.
Dejas de ser una víctima para convertirte en un luchador, un buscador, un
aventurero, para ser lo que tú decidas que quieres ser. Todo está, entonces, en
tus manos.
Por lo tanto, ante cualquier situación que se presente, si te
sientes incómodo, molesto, triste, la propuesta es intentar darte cuenta de lo
que estás pensando sobre ella. Y una vez descubierto, sólo es cuestión de
cambiar de pensamiento, de transformar las preguntas, de dejar de ser la
víctima de tu destino para ser el héroe o la heroína de tu propia vida.
Maravillosa reflexión, certera, impecable y sencilla, como todo lo que publicas. Namasté Elena <3
ResponderEliminarMuchas gracias, Silvia. <3 Namasté.
EliminarPues muchas gracias a tu amiga que te hizo reflexionar y a tí por compartirlo con nosotros. Simepre es una delicia leerte. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Samotracia. Un abrazo grande.
Eliminarque razon tienes,me encanta GRACIAS GRACIAS GRACIAS
ResponderEliminarGracias a ti, Alki!!! Me alegra que te haya gustado. Un beso.
EliminarConstructiva reflexión, cualquier situación, por difícil que ésta sea, es para que podamos evolucionar. Preguntarnos para qué se nos presenta e intentar averiguarlo, es un paso importante en nuestro desarrollo y madurez. Saludos Elena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Esther. Totalmente de acuerdo contigo. Un abrazo grande.
EliminarCreo, hace mucho, que aprendemos más con las preguntas de que con las respuestas.
ResponderEliminarComo también aprendemos que cuando, en un viaje, nos equivocamos y tomamos una otra dirección y nos asustamos con las piedras, debemos parar y apreciar la belleza de las flores.
Ni todos caminos nos llevam siempre a felicidad pero, todos nos llevan, sin duda, a algún descubrimiento.
Elena, tu siempre haces la diferencia con todo que enseñas, con todo que te permites aprender.
Gracias, querida amiga por compartirlo!
Besos,
Dayse
Yo también pienso que todos los caminos nos llevan a descubrir cosas y a aprender, si estamos abiertos a ello. Muchas gracias a ti, querida Dayse. Un beso enorme.
EliminarSencillo pero muy complicado a la vez, gracias por compartirlo. Ser las heroínas y héroes de nuestras vidas es el mejor de los caminos, manos a la obra. un saludo y buena jornada.
ResponderEliminarEso, manos a la obra, Leonor. Muchas gracias y un abrazo.
EliminarGracias por compartir.
ResponderEliminarHe leido en qué consiste el Trabajo, muy interesante. Ahora yo preguntaría,(pregunta que me hago también a mi) si una vez que te acostumbras a realizarlo (lo hago mentalmente, cuestionarme, ponerme en el lugar del otro -empatía-, del neutro y del mio, sin escribir) y ves cómo es lo que es, la verdadera realidad, que llamo "esencia" en general y particular, y encuentras que las personas que están a tu alrededor incluida la familia, no todas, algunas, no viven el día a día, más diría el momento a momento, que se apartan de tu lado y te ningunean, no les gusta lo que dices y te rechazan porque muchas veces dices verdades que no quieren saber y aceptar, o verlas y tratarlas ¿qué hacer?. Bueno, así me encuentro en estos momentos, pensando que tengo que dejarlo estar y callar, callar y callar, que es lo que voy encontrando como respuesta a mis preguntas y además resulta ser lo que están haciendo conmigo, silencio por todas partes en asuntos muy importantes. ¿alguna idea?¿me podeis ayudar?
Un poco largo y enrevesado parece, es difícil explicarlo. Espero se me entienda el pensamiento que quiero trasmitir, estoy tranquila conmigo misma, viendo y viviendo la vida que tengo y agradecida por ello.
saludos, paz y amor
Querida hana, antes de nada, gracias a ti por estar ahí siempre.
EliminarLa verdad es que no te puedo dar ningún consejo pero sí te puedo contar mi experiencia, quizás te sea útil. A mí me ha pasado que cuando he descubierto algo que ha sido muy bueno para mí y que prácticamente me ha cambiado la vida, con la ilusión y la felicidad que eso me ha aportado, he intentado compartirlo con los que me rodeaban. Y resulta que muchas veces, también, la respuesta ha sido el rechazo. Finalmente, he comprendido que cada uno sigue su propio camino y que necesita pasar una serie de experiencias por sí mismo. La experiencia del otro nunca nos sirve más que, como mucho, de luz. Intentar cambiar a los otros porque tú sientes que has cambiado y te gustaría que ellos sintieran la felicidad y la paz que tú sientes, no es posible. Ponerles en evidencia cosas que tú ves muy claras pero que ellos ni siquiera intuyen, solo lleva a que se cree mal rollo y distancia. Y lo sé porque he estado en los dos lados, en el lado del que dice y en el lado del que le dicen. Cuando te dicen pero tú, por ti mismo, no ves, es muy frustrante y doloroso y puede llevar a rupturas con personas que realmente quieres, amigos o familia no se salvan de eso.
Por lo tanto, creo que lo único realmente útil es seguir trabajando en ti misma, estando tranquila con tu proceso y tu trabajo y, si un día alguien viene y te pregunta, compartirlo encantada pero, si no, ir caminando con suavidad. Esa misma paz, luz y felicidad que tú alcances, ya les servirá a ellos sin que ni siquiera tú te des cuenta, cuando sus caminos estén tristes y oscuros.
En fin, espero que estas reflexiones te sean útiles…
Yo quiero agradecerte tu generosidad, hana. Mucha paz y amor para ti también. Y un abrazo fuerte.
Gracias por tus palabras, nunca he pretendido ni pretenderé cambiar a nadie, eso desde luego, somos todos únicos e irrepetibles, ahora "caminando con suavidad", en eso estoy y ahí estaré para quien quiera.
EliminarSalud
Gracias a ti, hana. Un día nos tenemos que sentar a charlar de todo esto largo y tendido ;-)
EliminarOtro abrazo y gracias, una y mil veces más, por estar ahí.
Hola Elena, me encanta tu blog, las cosas que cuentas. Pero hay veces que algunas me llegan mucho más y esta es una de ellas. Muchas gracias por estar ahí. Un besazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Alborada!!! Me hace mucha ilusión que te guste el blog y que te haya llegado esta entrada. Un abrazo muy fuerte y gracias a ti por estar ahí también ;-)
EliminarEs como encontrar piedras en el camino y transformarlas herramientas. !!
ResponderEliminar;-)
Eliminar