Dedico esta entrada a todas las personas
que estuvieron conmigo el viernes –física y virtualmente-,
en especial a Imma y a Pep.
Gracias por cruzaros en mi camino,
gracias por darle, a mi corazón, motivos sobrados para seguir creciendo…
Lo confieso: tengo, hoy, el corazón tan profundamente conmovido que necesito compartir algo que vengo pensando desde el viernes.
Resulta que… un día…. naces. Y te regalan un cuerpo. Con sus ojos, sus manos, sus pies, sus pulmones, sus orejas….y…. su corazón. Es un corazón pequeñito. Tanto como tu cuerpo. Pero es suficiente porque, en ese primer momento, sólo existen dos personas a las que quieres querer: mamá y papá.
Pronto empiezan a aparecer hermanos, primos, tíos, abuelos y, sin ser realmente consciente, tu corazón se va ensanchando. Comienzas a darte cuenta de que –es curioso- hay espacio para todos.
Después vas al colegio y añades uno o dos amigos. Tres y cuatro. Hasta cinco, seis o diez. Y el corazón crece y crece.
Tu círculo de amistades se amplía. Comienzas a trabajar y –con suerte (yo la he tenido)- encuentras gente estupenda. Te apuntas a diferentes actividades, viajas, caminas, experimentas. Y el corazón sigue creciendo…
Y resulta que… otro día… presentas un libro. Y… todas esas personas maravillosas con las que te cruzaste en el camino, deciden estar a tu lado. Y te sientes acompañada, afortunada, sumamente feliz. Y comprendes, al fin, que el corazón es un músculo mágico porque cuanto más lo utilizas más crece, cuanto más amas más se ensancha.
Y resulta que… un día…. te despiertas y ya no tienes miedo de amar. Porque has descubierto que cuanto más grande es tu corazón, más profunda es tu mirada, más alegre es tu sonrisa, más luminosa es tu vida.
Resulta que… un día…. naces. Y te regalan un cuerpo. Con sus ojos, sus manos, sus pies, sus pulmones, sus orejas….y…. su corazón. Es un corazón pequeñito. Tanto como tu cuerpo. Pero es suficiente porque, en ese primer momento, sólo existen dos personas a las que quieres querer: mamá y papá.
Pronto empiezan a aparecer hermanos, primos, tíos, abuelos y, sin ser realmente consciente, tu corazón se va ensanchando. Comienzas a darte cuenta de que –es curioso- hay espacio para todos.
Después vas al colegio y añades uno o dos amigos. Tres y cuatro. Hasta cinco, seis o diez. Y el corazón crece y crece.
Tu círculo de amistades se amplía. Comienzas a trabajar y –con suerte (yo la he tenido)- encuentras gente estupenda. Te apuntas a diferentes actividades, viajas, caminas, experimentas. Y el corazón sigue creciendo…
Y resulta que… otro día… presentas un libro. Y… todas esas personas maravillosas con las que te cruzaste en el camino, deciden estar a tu lado. Y te sientes acompañada, afortunada, sumamente feliz. Y comprendes, al fin, que el corazón es un músculo mágico porque cuanto más lo utilizas más crece, cuanto más amas más se ensancha.
Y resulta que… un día…. te despiertas y ya no tienes miedo de amar. Porque has descubierto que cuanto más grande es tu corazón, más profunda es tu mirada, más alegre es tu sonrisa, más luminosa es tu vida.
¿No es, ésta, una súper buena noticia?
Me encanta tu manera de ver tu propio corazón. Sé que la presentación de tu libro ha debido ser maravillosa, ya que el libro también lo es. Muchas felicidades por tus logros.
ResponderEliminarDesde Miami te va un fuerte abrazo.
Mariana, Aka deLoto
Tu corazón crece y tú con él. Cuanto más amas, más grande eres y te sientes. Eso es porque somos amor, no? Algún día dejaremos de anularnos.
ResponderEliminarEres increíble.
no sabìa lo del libro.
ResponderEliminarPero me alegra la felicidad de los otros.
Tu corazòn es muy grande.
Felicitaciones, no te visito mucho pero estoy cerca.
Abrazos.
Muchísimas gracias, Mariana Loto. Espero poder ir pronto para allá y recoger ese abrazo en directo ;-)
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Somos amor, Sternn, estoy totalmente convencida.
ResponderEliminarY, ¿sabes?, un día descubrí que si alguien dice que soy increíble es porque, realmente, ese alguien también lo es... así que ya sabes. Un beso muy fuerte.
Muchas gracias por alegrarte, Adriana, la verdad es que estoy feliz feliz.
ResponderEliminarYo también estoy cerquita, aunque tampoco salga demasiado de por aquí...
Un abrazo grande.
Elena, ya te dije dónde estaría yo ese día... a tu lado, a la derecha, un poquito apartada, pero ahí.
ResponderEliminarCómo me alegro de leer tu felicidad, y el ensanchamiento total de tu corazón elástico. Mil besos.
Hoy he conocido tu Blog y me ha encantado. Lo he puesto en mi Blog a la derecha en BLOG QUE SIGO. Mucha positividad, que es muy necesaria en estos tiempos. Saludos desde Madrid.
ResponderEliminarTe sentí, querida CMQ, te sentí... ;-) Muchísimas gracias por estar ahí!
ResponderEliminarTe acabo de enviar un mail. Un beso enoooooorme.
Hola Interruptor, bienvenido y mil gracias por el comentario. Me alegra mucho que te guste el blog. Yo también pienso que es necesaria la positividad ;-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Oh, ahora comentado el blog de siberiana y al ver tu comentario me he acordado de la presentación de tu libro!! Que desastre...se me olvidó por completo..:S
ResponderEliminarMe alegro que la presentación fuera tan bien y que estuvieras tan bien acompañada. Y lo del corazón es una notícia más que buena!
Muchas gracias, Barcelona!!! Y no te preocupes por el olvido, jajajaja
ResponderEliminarUn abrazo.