El otro día me enviaron, de una revista con la que a veces colaboro, a cubrir una rueda de prensa que tenía lugar en Barcelona, en la clínica Dexeus. El tema era el 25 aniversario del primer bebé probeta español.
Tanto el tema como el lugar removieron muchas cosas en mí y me hicieron darle vueltas a un asunto que creo que es importante. ¿Por qué a las mujeres (al menos a las de mi generación, tal vez la cosa ahora haya cambiado... ojalá…) se nos inculca que estamos incompletas si no tenemos pareja e hijos?
Durante muchos años pensé que no sería feliz si no tenía ciertas cosas y, entre ellas, una pareja y un hijo. Nunca he sido muy materialista pero dentro de la lista de cosas necesarias entraban, también, una casa (piso, apartamento, techo donde refugiarme...), un trabajo medio decente y una mínima cantidad de cosas que me proporcionarían bienestar.
Sin embargo, en este año complicado, en el que no he tenido nada de lo que pensaba que necesitaba para ser feliz, he descubierto qué es lo que me hace verdaderamente feliz. Y, es curioso, no tiene nada que ver con la lista que siempre tuve en mente.
Lo que me hace feliz es darme cuenta de que tengo todo lo que necesito para ser feliz. Lo que me hace feliz es, precisamente, concentrarme en todo eso que tengo y no en lo que -supuestamente- me falta. Lo que me hace feliz es sentarme cada mañana y cada noche a meditar y descubrir el inmenso amor y la brillante luz que hay en mi corazón y que he apagado tantísimas veces al pensar que no tenía "lo que necesitaba para ser feliz". Finalmente, lo que he descubierto es que lo que me hace feliz es SER, más que TENER. Así que, ahora, he cambiado de verbo y camino sonriente, muy sonriente. Porque sé que, cuando me conecto con lo que verdaderamente soy, la vida me regala todo lo que necesito para ser feliz.
La buena noticia de hoy es, pues, que tienes todo lo que necesitas para ser feliz. Mira a tu alrededor y sonríe. ¿Te das cuenta?
Tanto el tema como el lugar removieron muchas cosas en mí y me hicieron darle vueltas a un asunto que creo que es importante. ¿Por qué a las mujeres (al menos a las de mi generación, tal vez la cosa ahora haya cambiado... ojalá…) se nos inculca que estamos incompletas si no tenemos pareja e hijos?
Durante muchos años pensé que no sería feliz si no tenía ciertas cosas y, entre ellas, una pareja y un hijo. Nunca he sido muy materialista pero dentro de la lista de cosas necesarias entraban, también, una casa (piso, apartamento, techo donde refugiarme...), un trabajo medio decente y una mínima cantidad de cosas que me proporcionarían bienestar.
Sin embargo, en este año complicado, en el que no he tenido nada de lo que pensaba que necesitaba para ser feliz, he descubierto qué es lo que me hace verdaderamente feliz. Y, es curioso, no tiene nada que ver con la lista que siempre tuve en mente.
Lo que me hace feliz es darme cuenta de que tengo todo lo que necesito para ser feliz. Lo que me hace feliz es, precisamente, concentrarme en todo eso que tengo y no en lo que -supuestamente- me falta. Lo que me hace feliz es sentarme cada mañana y cada noche a meditar y descubrir el inmenso amor y la brillante luz que hay en mi corazón y que he apagado tantísimas veces al pensar que no tenía "lo que necesitaba para ser feliz". Finalmente, lo que he descubierto es que lo que me hace feliz es SER, más que TENER. Así que, ahora, he cambiado de verbo y camino sonriente, muy sonriente. Porque sé que, cuando me conecto con lo que verdaderamente soy, la vida me regala todo lo que necesito para ser feliz.
La buena noticia de hoy es, pues, que tienes todo lo que necesitas para ser feliz. Mira a tu alrededor y sonríe. ¿Te das cuenta?
=D
ResponderEliminarYa está.
Elenita: te cuento que ya en estos días te enviaré la tela. Sólo que como he andado de aquí para allá, pues no he podido pasar a las oficinas de correo.
Decidí enviártela de unos cuantos centímetros de más, por si al coserla tienes que doblarla un poquito y así quede de la medida que necesitas. Más vale que sobre y no que falte, ¿no? Eso dicen.
Me despido con mucha alegría de saber que estás tan llena de luz y que tienes todo lo que necesitas y no lo que quieres. Porque creo que eso es lo importante: encontrar lo que desde el fondo del corazón NECESITAS, ¿no crees?
Porque de querer, lo queremos todo. Así somos los humanos. Pero hay que darle la vuelta a esa insatisfacción, creo yo.
Muchos cariñitos :)
Qué bien, Siberianita, ya estoy deseando que me llegue la tela...
ResponderEliminarAl final, te das cuenta de que en realidad necesitas tan poco para ser feliz... Es lo que tú dices, lo queremos todo pero ni siquiera nos damos cuenta. Cuando nos paramos y lo pensamos, nos hace falta bien poquito para estar felices. Estoy contigo, hay que darle la vuelta a la insatisfacción y descubrir qué es lo que la provoca y qué nos está diciendo...
Más cariñitos para ti, querida Mariana.
¿Me dejas intentar hacerte feliz?
ResponderEliminarSi!!! amiga me doy cuenta, tengo mucho para ser feliz, tengo dos piernas fuertes, dos manos que estan bien utiles, tengo una boca para expresarme y dos ojos para mirar el mundo hermoso que me rodea, estoy sana no me duele nada que mas puedo pedir.
ResponderEliminarDios me hizo una persona hermosa llena de vida y con un corazon enorme para que El habite en el.
Besitos miles
Janeth
Estoy tumbada en la hierba, mirando las estrellas, observando cuánto hay por ahí y qué pequeños somos por aquí.
ResponderEliminarCuando me asomo a ese infinito, siento que no necesito nada más para ser feliz.
Thank you por este post, Helen!!!!!! Era precisamente lo que necesitaba leer esta semana :D
ResponderEliminarPor mucho que sepamos ciertas cosas, que las hayamos repetido a otros o a nosotros mismos, en ocasiones, al sentirnos tristes y vulnerables, se nos olvidan. Es como si estuvieran en el estante superior de una alacena inmensa y no pudiéramos acceder a ella.
Acaba de pasar mi cumple (cosa que llevo, como mínimo, regular) y dentro de nada tengo una boda (oséase, un examen social, además de un saca-perras), así que estoy en otra crisis de los 30. Durante estos últimos dias han bombardeado a mi familia con las típicas preguntas de rigor de las mentes simples “¿Tu hija aún no se ha independizado?”, “¿cómo es que no tiene novio?”, “¿no piensa casarse?”, “¿es que no quiere ser madre?”. A nadie se le ha ocurrido preguntar: “¿tu hija es feliz?” o “¿la ves evolucionar o crecer?”. Lo triste es caer en el juego. Cuestionarse si eres menos valiosa por "eso que te falta".
Luchar contra las comparaciones negativas en una batalla constante en mi caso, como buena 4. Es como una adicción. Posiblemente, tenga que hacer un esfuerzo para no caer en ellas toda mi vida. Pero al leerte, me has alcanzado esa lección valiosa al fondo del estante. Voy por el buen camino. Cada día soy mas yo que el día anterior. Por circunstancias de la vida, me muevo mas despacito que el resto, pero como decía Susanna Tamaro “La vida no es una carrera, sino un tiro al blanco, lo que importa no es el ahorro de tiempo, sino la capacidad de encontrar una diana”
Millions of empathic kisses ***
Qué bella reflexión, mi querida amiga...
ResponderEliminarLa verdad es que mientras no nos 'desprogramemos', no lograremos trascender todos esos esquemas de lo que implica la 'felicidad' y no dejaremos de buscar en el lugar menos indicado para encontrarla: fuera de nosotros mismos.
Es tan obvio y, tal vez por eso tan complicado de entender, que la felicidad no puede depender de las circunstancias; circunstancias cambiantes, pues la vida está en movimiento y transformación constantes. Mientras la felicidad se enraíce en aquello que se va con el viento, con el viento se irá también y viviremos a merced de la marea emocional que unas veces subirá nuestro ánimo y otras lo hará descender...
Nada más acertado que lo que has dicho: la auténtica felicidad nace del encuentro con uno mismo. De esos instantes que nos regalamos para visitar nuestro interior y hallar la luz de la conciencia que nos abre los ojos del alma.
Ha sido maravilloso leerte hoy, mirar alrededor y SONREÍR ;)
besos!!!
Anónimo, mejor te respondo en privado....
ResponderEliminarQuerida Janeth, es que tenemos tantas cosas que no nos acordamos de valorar. Lo más importante, tal vez, el corazón enorme....
ResponderEliminarMuchísimos besos también para ti.
Ay, Evita, yo también me siento inspirada mirando las estrellas y la noche. El 24 las miramos juntas y buscamos a nuestra amiga que viaja en la más brillante de todas las estrellas. Te daré un abrazo bien fuerte. Te quiero mucho, lo sabes, ¿verdad?
ResponderEliminar-WE SHARE THE MOON-
ResponderEliminar"I look up at the moon,
And my heart feels you,
Although a thousand miles away,
Watching this same moon."
SU TUNG PO
(1036-1101 A.D.)
Cómo me alegra, Alhy!!!!! Es verdad que hay cosas que sabemos pero que, en el día a día, se nos olvidan. Nos ponemos a correr, nos metemos en la rueda y comienzan a bombardearnos con lo que deberíamos ser o hacer. Bodas, cumples y demás celebraciones sociales son, a menudo, momentos difíciles para las que no entramos en esa rueda (o intentamos no hacerlo). Cuesta mucho escuchar todas esas preguntas y seguir sintiéndote fuerte al final de la noche. Me ha encantado lo que dices, lo de que a nadie se le ocurre preguntar si eres feliz. Tanta presión, a veces, te tumba. Pero esos son los momentos en los que debemos aferrarnos a lo que somos y a lo que queremos con más fuerza. Y pisar fuerte. Tan fuerte como se pueda. No te importe moverte más despacito que el resto, ¿quién decide cuál es el ritmo adecuado? Debería ser tu corazón el único en decidir.
ResponderEliminarPero tampoco debemos machacarnos si nos caemos. Nos levantamos de nuevo y listas para seguir caminando. Con la cabeza bien alta porque, ¿quién no se ha caído alguna vez?, ¿quién no se ha perdido?, ¿quién no se ha equivocado? Así pues, mira a tu alrededor y sonríe. La vida nunca dejará que nada de lo que necesitas de verdad te falte.
Me ha venido a la cabeza una pequeña historia del libro "¿Quién puede hacer que amanezca?", de Anthony de Mello, uno de mis libros de cabecera... Me gustaría compartirla contigo porque, cuando la leí, se me quedó grabada (la escribo de memoria o sea que es una "versión libre"):
"Cuentan que el maestro, un día, tuvo un hijo. Llegaron visitas de todos los lugares del mundo y una de esas visitas le preguntó: "¿Qué quieres que sea tu hijo, cuando sea mayor?". A lo que el maestro respondió: "Inmensamente feliz"."
Esa debería ser siempre la respuesta, ¿no crees?
Muchísimos besos para ti, querida Alhy.
Querida Isis, muchísimas gracias por tu comentario. Me alegra que te gustara el post. Como siempre, tus palabras me llegan muy adentro. Vamos tan perdidos en la búsqueda de una felicidad que se nos ha vendido y hemos comprado sin pararnos a pensar siquiera que se nos olvida que no hay que comprar nada, que ya lo tenemos todo.
ResponderEliminarUn gran maestro me dijo una vez que para alcanzar la Iluminación no hace falta poner sino sacar. Fue una gran revelación porque siempre vamos agobiados con el "si yo fuera más...", "si tuviera más...", etc. Y, en cambio, resulta que la cuestión es tener menos y ser menos. Ay, ese ego que lo quiere todo, cuánto nos traiciona....
Visitar nuestro interior, hallar la luz de la conciencia, abrir los ojos del alma como tú dices. Mirar alrededor y sonreír.
Un abrazo enorme.
Evita querida, qué bonito. Me ha encantado. Me recuerda a una canción que se me clavó en el alma hace muchos años, cuando tuve que dejar atrás amigos, ciudad y amores para empezar una nueva vida...
ResponderEliminarDecía: "And even though I know how very far apart we are, it helps to think we might be wishing on the same bright star. And when the night starts to sing a lonesome lullaby, it helps to think we're sleeping underneath the same big sky..."
Me gusta saber que mirarmos la misma luna.
Es bonito encontrar compañer@s de camino... Gracias por estar ahí. Muchísimas gracias.
ResponderEliminarLa miramos.
ResponderEliminarPorque miramos el mismo punto.
El punto que dice que hay algo más.
Es curioso,
hay gente que ni la ve...
Es verdad, es curioso.... pero por eso nos hemos reencontrado, supongo...
ResponderEliminarPor cierto, estoy leyendo tu post, ahora te comento. Es super interesante!!!!!!!!!
A mí me hace feliz la normalidad, el día a día. No soy ambiciosa en ese sentido.
ResponderEliminarBesos
El problema es que la normalidad es distinta para cada persona, no? De todas formas, el saber disfrutar del día a día y de tu normalidad es tener una gran sabiduría.
ResponderEliminarUn beso fuerte
Hermoso post, Elena!
ResponderEliminarMi diosa, te aseguro que a los hombres a veces, nos exigen lo mismo o si no tenemos una familia constituída, nos tildan de histéricos.
No hay que darle importancia al resto, lo fundamental es sentirse bien con uno mismo!
Beso infinito!
Qué razón tienes querida... hay veces que para ser feliz, no se necesita mucho :)
ResponderEliminarBesicos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMi amor, me ha encantado ese beso infinito... Y me tranquiliza saber que también los hombres tenéis cierto pressing. Qué agobio, verdad?
ResponderEliminarEstoy absolutamente de acuerdo, lo importante es estar bien en tu propia piel (siendo sincero contigo mismo, claro...).
Te mando miles de besos enormes (para tratar de equipararme con el tuyo infinito... ;-)...)
Gracias, Belén, estamos de acuerdo.
ResponderEliminarMuchos besos también para ti
todos al final deberiamos darnos cuenta de esas pequeñas cosas que nos agrandan la vida*
ResponderEliminarbesosdulces*
Totalmente de acuerdo, maalexandra. Y no deberíamos dejarlas pasar sin agradecer a la vida que nos las haya traido.
ResponderEliminarMuchos besos para ti
gracias cariño ;) nose cuando pero nos tiene que tocar,
ResponderEliminarbesos y abrazos dulces cariño*
Ohhhhh, qué mona eres. Me ha encantado el comentario... Nos mantenemos informadas del asunto, vale? Me gustará mucho recibir tus "buenas noticias" ;-). Pronto, pronto, ya lo verás...
ResponderEliminarMás besos y abrazos dulces para ti, preciosa
Hay que saber apreciar y valorar lo que uno tiene,de vez en cuando echar la vista atras y mirar que hay muchos que no són tan afortunados.Es esta una regla importante para ser feliz y de paso si se puede poner un granito de arena para hacer feliz a los demas.Un beso
ResponderEliminarPD(te mando mi trocito de tela en cuanto vuelba de vacaciones)
Intentar hacer felices a los demás es lo que más me puede gustar en este mundo (aunque no siempre me sale....).
ResponderEliminarMuchas gracias, luciérnaga. Que tengas un buen verano y tranqui por la tela, cuando quieras.
Un beso enorme
"Lo que me hace feliz es darme cuenta de que tengo todo lo que necesito para ser feliz. Lo que me hace feliz es, precisamente, concentrarme en todo eso que tengo y no en lo que -supuestamente- me falta.." Me lo llevo.
ResponderEliminarExcelente blog, excelentes mensajes.
Te felicito
A mí, entre otras muchas cosas que me dan felicidad, me hace feliz ya el hecho de pararme y reflexionar sobre lo que tú, Helencita, nos cuentas en cada post. Y nunca me había pasado lo que me ocurre en tu blog: que me leo los comentarios de principio a fin.
ResponderEliminarUn besitooooooo!!!
Marta.
Muchas gracias, Nelson. Bienvenido. Me alegra que te haya gustado el blog y sus mensajes. Aquí estaré, para cuando quieras.
ResponderEliminarUn abrazo
jajajajajaja, querida Martita, es que la gente que comenta en el blog pone cosas muy interesantes. A mí me aportan muchísimo y también me hace feliz el hecho de que dejen un trocito de su corazón aquí.
ResponderEliminarMe alegra que te haga feliz. A mí me hace feliz saber que estás en mi vida y que me dejas quererte mucho. Otro beso para ti. Gigantesco!!!!!
No he querido leer ni uno solo de los comentarios que me preceden para que no se me vaya la idea. En primer lugar, que como mujer cercana a tí en edad (y en otras cosas, pero no vienen a cuento...) yo también quiero reivindicar el hartazgo de estar siempre bajo el microscopio del "y tú cuándo?" (cuándo te casarás, cuándo tendrás hijos, se te va a pasar el arroz...). Mi caso es digno de una entrada que siempre voy dejando para otro momento porque el tema me enerva...
ResponderEliminarY por otro lado, lo de la felicidad... ¿dónde habré leído yo eso de "la felicidad no estriba en tener todo lo que quieres, sino en querer todo lo que tienes"? Sabias palabras... no se trataba más que de eso: querer lo que tienes. Y sonreirle a la mañana, porque estás viva.
Un beso enorme y lleno de risas...
Querida CMQ, es verdad, la felicidad está donde nunca la buscamos, dentro de nosotros mismos y de todo lo que somos y podemos dar de sí. Sonreír a la mañana es un gran secreto, se empieza el día de muy buen rollito ;-)
ResponderEliminarEspero leer algún día esa entrada reivindicativa.... Me alegra saber que estamos en la misma línea (aunque ya lo intuía, je je je).
Muchos besos para ti, preciosa.
Es una lástima, pero con la vista en todo aquello que hace falta olvidamos disfrutar el momento, ese exacto en el que somos felices y por eso vivimos con la felicidad en pasado, la perspectiva del tiempo nos demuestra que fuimos felices que no era cuestion de esperar la felicidad que estaba ahí... pero la vemos tarde, hay para la felicidad debemos practicar el verbo ser en tiempo presente simple
ResponderEliminar;)
Totalmente de acuerdo, Lilyth. Me ha encantado lo de practicar el verbo ser en presente simple...
ResponderEliminarBeso gordo.