lunes, 20 de junio de 2011

El proceso del otro...

(Imagen de google)


Mi amiga S. está pasando un mal momento. Yo me pregunto, ¿cómo podría ayudarla? Y, de pronto, leo la historia del hombre que encontró un capullo de mariposa…

“Una vez un hombre se encontró un capullo de mariposa. Un día apareció una pequeña abertura, de modo que se sentó a observar la mariposa durante varias horas mientras ésta trataba con fuerza de atravesar aquel agujerito con su cuerpo. Entonces pareció dejar de hacer progresos. Daba la impresión de que la mariposa hubiese llegado al límite de sus posibilidades.
El hombre decidió ayudar a la mariposa: cogió unas tijeras y cortó el trocito de capullo que quedaba. La mariposa salió entonces fácilmente, pero su cuerpo estaba atrofiado, era pequeño y tenía las alas aplastadas.
El hombre continuó observándola porque esperaba que, en cualquier momento, las alas de ella se abrieran y se agitaran para ser capaces de soportar el cuerpo, a su tiempo, iría tomando forma.
Nada ocurrió. De hecho, la mariposa se pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo deforme y alas atrofiadas. Jamás pudo volar.
Lo que el hombre, con su bondad y su prisa, no comprendió fue que el limitador capullo y el esfuerzo necesario para atravesar la abertura eran el modo por el que el fluido del cuerpo de la mariposa llegaría a transformarse en sus alas. De tal forma que ella estaría lista para volar a su debido tiempo, una vez que estuviera libre del capullo.”

… y creo entender que, tal vez, lo mejor sea sentarme a su lado, darle mi apoyo –si me lo pide- y recordarle que estoy ahí -si lo necesita-. Qué difícil es, a veces, comprender y respetar el proceso “del otro”…

12 comentarios:

  1. Preciosa imagen. Una fábula muy realista, semejante proceso ocurre con los hijos, para educarlos, para fortalecerlos. Beso.

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  2. Tu lo dices todo, Princesa Helena:

    lo mejor sea sentarme a su lado, darle mi apoyo –si me lo pide- y recordarle que estoy ahí -si lo necesita-. Qué difícil es, a veces, comprender y respetar el proceso del otro.

    Házte ver, para que sepa que estás ahí.

    ¿cuándo nos vemos? Te encuentro en falta...snif, snif.

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  3. Eso es. Esta mañana lo pensaba, precisamente. Eso es lo que necesitamos todos: tiempo para procesar y un "alguien" que, simplemente, esté ahi ("pa por siaca").

    Un beso enorme, querida.

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  4. En el curso de coaching que hice hace tiempo explicaron que existe una diferencia entre ayudar y apoyar. Se entiende bien con un ejemplo: cuando alguien se rompe una pierna, se apoya en muletas, pero es la persona la que anda. Ayudar supondría darle una silla de ruedas y empujarle.
    Hay que apoyar a la persona, pero permitirle afrontar las dificultades por sí misma.

    Un abrazo enorme

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  5. Entiendo muy bien mi querida Elena.. A veces el dolor de quien amamos duele más que el propio dolor.. Y uno solo puede estar alado de quien nos necesita, esperando -acaso ayudando- a que sus alas estén listas para volver a volar.

    Besos miles.. Y besos para la persona que de seguro es afortunada al contar con tu amistad..

    un abrazo!!

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  6. Pues sí. Cuando una está pasando por la peor de las situaciones, a veces lo único que necesita es saber que de verdad contamos con alguien que nos escuche. Y, a lo mejor, a corto plazo nosotras sentimos que no es suficiente, pero luego vamos entendiendo que ese mal trago lo teníamos que vivir para algo.

    Mucha luz para tu amiga y para ti, bella Elena.

    Todo mi cariño para ti.

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  7. Gracias, emejota. La verdad es que yo no tengo hijos pero me imagino que tiene que ser complicadísimo...
    Un abrazo fuerte.

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  8. Esbar!!!!!! Cuanto tiempo, yo también te encuentro a faltar, nos podríamos tomar un café un día de estos, no? Estoy ahí, no lo dudes ;-)
    El otro día me acordé de la cenita del año pasado por San Juan, ostras, qué rápido pasa el tiempo. Este año he estado una semanita en Formentera, ;-) ya te contaré.
    Un abrazo fuerte. Nos llamamos esta semana, vale?
    Mua.

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  9. Querida CMQ, me ha encantado lo de "pa por siaca", jajajaja, es total ;-)
    Un abrazo enorme.

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  10. Qué buen ejemplo, Lucía, muchísimas gracias. Estoy totalmente de acuerdo. Un abrazo bien fuerte para ti también. Y, por cierto, ¿cómo va la búsqueda de curro? Tengo ganas de saber de ti. Un beso fuerte y espero que todo esté yendo genial.

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  11. Querida Isis, me encantó lo de "esperar a que sus alas estén listas para volver a volar" ;-)
    Un abrazo grande y gracias por estar ahí!!!

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  12. Siberianita preciosa!!! Es cierto que, con el tiempo, nos damos cuenta de que todo fue útil, que las lágrimas nos sirvieron para comprender, para crecer y evolucionar. Mucha luz y mucho amor para ti también, querida.

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