Hace tiempo que escuchamos, por todos lados, que podemos crear nuestra propia realidad, que nuestros pensamientos originan el mundo, que todos somos UNO, que estamos conectados. Son ideas fascinantes que abren un universo entero de posibilidades. Sin embargo, no siempre son fáciles de comprender.
En la página de mi amigo José he descubierto hoy (mil gracias!!!!) un vídeo que me ha impactado. Se trata de un documental titulado La ciencia de los milagros, en el que se entrevista al científico Gregg Braden que explica todos estos temas con una absoluta sencillez.
Braden habla de varios experimentos que han demostrado, por un lado, que el ADN humano se comunica con las partículas que conforman nuestro mundo a través de un campo de energía holográfico. Por otro lado, que el efecto de las emociones sobre el corazón humano genera la conformación de la silueta del ADN en nuestro cuerpo. Y que cuando sentimos amor, nuestro ADN se expande y fortalece nuestro sistema inmunológico, mientras que cuando sentimos odio, nuestro ADN se comprime, con el correspondiente debilitamiento de nuestro sistema inmunológico. Por lo tanto, las emociones tienen el poder de cambiar la forma de nuestro ADN. De esto se deduce que, si nos centramos en escuchar una clase específica de estados emocionales dentro de nuestro cuerpo, adquirimos el poder para modificar el funcionamiento del ADN del mismo. Además, un tercer experimento demuestra que los resultados son iguales, independientemente del tiempo o de la distancia.
Así pues, cuando sentimos amor no sólo fortalecemos nuestro sistema inmunológico sino que, además, comunicamos dicha emoción a la red o campo holográfico al que todos estamos conectados. Dicho campo funciona como un espejo, enviando una energía concreta en ambas direcciones y, así, el mundo que nos rodea no es otra cosa que el reflejo de lo que nos hemos convertido internamente.
¿No es esto una super buena noticia? Ahora adquiere sentido –al menos, para mí- la frase de que para cambiar el mundo, debes cambiarte a ti mismo. ¿Os imaginais cómo sería un mundo en el que todos vibráramos con la energía de la paz y del amor? En el vídeo se mencionan también varios experimentos que se han hecho en este sentido.
Para terminar, Braden señala que debemos convertirnos en aquellas experiencias que elegimos vivir en nuestras vidas, debemos volver a la paz, al amor, a la compasión, convertirnos en ellas para que el campo pueda reflejarlas. Convertirnos en mejores personas porque, al ser mejores personas, formaremos un mundo mejor.
Así pues, no podemos engañarnos más: SOMOS RESPONSABLES DEL MUNDO EN QUE VIVIMOS y podemos –DEBEMOS- empezar a cambiarlo. Es más, debemos hacerlo ya...
Vale la pena ver el vídeo entero:
La ciencia de los milagros