Hace muchos años, cuando yo vivía en Madrid y era una adolescente, descubrí a José Luis Martín Descalzo. Y hoy quiero hablar de él porque, por una de esas "casualidades", le he reencontrado. Martín Descalzo era un sacerdote, escritor y periodista que, cada domingo, escribía una columna en el dominical de un periódico. Cayó en mis manos un día y, desde entonces, me hice "adicta". Hablaba de muchísimas cosas pero, siempre, sus artículos rebosaban optimismo, alegría, esperanza y amor. Murió, Martín Descalzo, hace algunos años pero sus escritos se recuperaron en una colección de libros titulados Razones para la alegría, Razones para la esperanza... Él nos animaba a ser fuertes, a vivir, a pensar, a construir, a sonreir, a tener esperanza y, sobre todo, a amar. Fue importante. Es importante. Os invito a leerlo:
"De nada serviría ser libres para pensar, si luego no pensamos nada; libres para opinar, si luego sólo opinamos sobre equipos de fútbol; libres para construir nuestras vidas, si luego las malgastamos en la rutina."
"A mí me encanta la gente que ama, aunque yo no comparta sus ideas. Porque el amor es la única carta que llega siempre a su destino, aunque tenga la dirección equivocada".
"En el primer volumen de las Memorias de Julián Marías leo una frase que me conmueve y que comparto hasta la última entraña. Escribe después de su boda, en la cima de la felicidad, y dice: «Siempre he creído que la vida no vale la pena más que cuando se la pone a una carta, sin restricciones, sin reservas; son innumerables las personas, muy especialmente en nuestro tiempo, que no lo hacen por miedo a la vida, que no se atreven a ser felices porque temen a lo irrevocable, porque saben que si lo hacen, se exponen a la vez a ser infelices.»".
Hola Elena, me gusta esta cita de Jesús Marías. La vida hay que vivirla, disfrutarla, y si te da u revés, digerirlo y a seguir disfrutandola. Voy a citar tu cita, jajaja.
ResponderEliminarHola menor de cinco,
ResponderEliminarme alegro de que te guste la cita. Yo voto por la valentía porque ella te da la fuerza para encontrar todo lo que necesitas en el camino: amor, alegría, sabiduría...
Hay que atreverse a vivir, a soñar, a creer y a ser feliz.
Un abrazo fuerte,
Elena
Conocí un poquito de la historia de vida de Julius Fucik (el compositor ¿húngaro?) y de él aprendí una frase grandiosa:"Por la alegría he vivido y por la alegría muero... que la tristeza nunca sea unida a mi nombre". Creo que murió "ajusticiado" (depende de qué justicia), en su país.
ResponderEliminarDe allí en más yo no tuve muchas oportunidades de ejercer mis alegrías ciudadanas, pues en Argentina éramos muy temerosos del castigo social, la descalificación y la violencia que ejercieron los gobiernos militares y el partido justicialista. Pero allí siempre estuvo presente "su" alegría... esperando brotar.
Es una postura frente a la vida.