"Defender la alegría como un principio... defender la alegría como una bandera... defender la alegría como un destino... defender la alegría como una certeza... defender la alegría como un derecho" (Mario Benedetti)
martes, 28 de febrero de 2012
lunes, 27 de febrero de 2012
Abandonarse
(La imagen es de Wind Virtual University)
“Dejarte ir” no significa que dejes de importarme, sino que no puedo hacer las cosas por ti.
“Dejarte en libertad” no es desentenderme de ti, sino darme cuenta de que no puedo controlarte.
“Dejarte sola” no es autorizarte, sino dejar que aprendas de las consecuencias de tus actos.
“Dejarte” es reconocer mi impotencia, lo cual significa que el resultado final no está en mis manos.
“Ceder” es no tratar de cambiar ni culpar al otro; es dar lo mejor de mí.
“Dejarte libre” es dejar de encargarme de ti y sólo interesarme en ti.
“Dejarte libre” es no hacer las cosas por ti, sino brindarte mi apoyo.
“Dejarte en paz” es no juzgarte y dejarte ser humano.
“Dejarte en libertad” es dejar de estar ahí encargándome de que todo te salga bien; es permitirte forjar tu destino.
“Dejarte libre” es no protegerte más y permitirte encarar la realidad.
“Ceder” es no negar, sino aceptar.
“Dejarte en paz” es no regañarte, discutir ni molestarte constantemente, sino analizar mis propios defectos y corregirlos.
“Relajarme” es no ajustar todo a mis deseos, sino tomar cada día tal como viene y disfrutarlo.
“Dejar en paz” es no criticar ni controlar a otros, sino tratar de llegar a ser lo que sueño con ser.
“Relajarse” es no lamentar el pasado, sino crecer y vivir para el futuro.
“Abandonarse” es temer menos y amar más.
Ram Dass
viernes, 24 de febrero de 2012
martes, 21 de febrero de 2012
¡¡Cuarto cumple-blog!!
Yaman Ibrahim: "Jumping" (A través de Marta)
Cuatro elementos.
Cuatro puntos cardinales.
Cuatro palos de la baraja.
Cuatro letras del nombre de Dios.
Cuatro vientos.
Cuatro evangelistas.
Cuatro estaciones.
Cuatro ejes de la rueda.
Cuatro pétalos del muladhara chakra.
Cuatro yugas.
Cuatro fases de la luna.
Cuatro humores del cuerpo.
Cuatro nobles verdades.
Cuatro jinetes del Apocalipsis.
Cuatro lados de un cuadrado.
Cuatro pilares del Universo.
Cuatro filas de la tetraktys.
Cuatro ríos del paraíso.
Cuatro letras de la palabra AMOR.
Y cuatro años del Periódico de las Buenas Noticias.
¡¡Muchísimas gracias por acompañarme en este mágico viaje!!
Elena
lunes, 20 de febrero de 2012
Nunca es demasiado tarde...
Utagawa Hiroshige: "Ciruelo rojo y luna"
Hoy quiero compartir unas palabras de “El curioso caso de Benjamin Button” que me parecen no sólo una buena noticia sino también una interesante filosofía de vida.
“Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde -o en mi caso demasiado pronto- para ser quien quieras ser.
No hay límite en el tiempo, empieza cuando quieras.
Puedes cambiar o no hacerlo, no hay normas al respecto.
De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa, espero que tú saques la positiva.
Espero que veas cosas que te sorprendan.
Espero que sientas cosas que nunca hayas sentido.
Espero que conozcas a personas con otro punto de vista.
Espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa.
Y, si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo”.
Porque nunca es demasiado tarde.
NUNCA…
miércoles, 15 de febrero de 2012
lunes, 13 de febrero de 2012
Decálogo de la serenidad
(Imagen de google)
(Gracias a mi madre por el decálogo y a Mario por la frase de la semana)
Decía el papa Juan XXIII que si nos planteamos las cosas a largo plazo, son más difíciles de cumplir. En cambio, si cada mañana planificamos nuestros buenos propósitos con la intención de cumplirlos solamente un día, se nos hará mucho más fácil.
Encontré su “Decálogo de la serenidad” colgado en el armario de mi madre y pensé que era una buena noticia para compartir aquí…
Decálogo de la serenidad
1. Sólo por hoy tratare de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi existencia todo de una vez.
2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí mismo.
3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en este.
4. Sólo por hoy me adaptare a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten a mis deseos.
5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
6. Sólo por hoy haré una buena acción y no se lo diré a nadie.
7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactare, y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
9. Sólo por hoy creeré firmemente, aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.
10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
Juan XXIII
viernes, 10 de febrero de 2012
miércoles, 8 de febrero de 2012
lunes, 6 de febrero de 2012
Celebrar la vida
(Imagen de google)
Hace unos días, mi amiga Alhy me envió (mil gracias!!) un mail en el que incluía el vídeo que acompaña este post (Ball Park Music: “It’s nice to be alive”) junto con una pregunta importante: ¿qué harías tú si supieras que en unas pocas horas se acababa el mundo? Y, la verdad, no supe qué responder porque, en ese momento, no tenía ni idea.
Pero hoy, pensando sobre el tema, he llegado a la conclusión de que si el mundo se acabara en unas horas, lo que me gustaría hacer sería celebrar la vida. Y he vuelto a pensar. Y he decidido que justamente eso es lo que me gustaría hacer cada día. Porque no sé si el mundo se está acabando pero sí sé que la vida –mi vida- puede terminar en cualquier momento. Así que me dedicaría –me dedicaré desde ya- a celebrar la vida.
Y, claro, acto seguido viene la gran pregunta: ¿qué entiendes tú por celebrar la vida? “Estoy vivo y el mundo brilla hoy para mí”, cantaba la ELO en los 80. Celebrar la vida es valorarla, es agradecerla y es cantarla. Celebrar la vida es abrir los ojos y darte cuenta de todo lo que te ha sido regalado. Es olvidar, es perdonar, es seguir adelante. Celebrar la vida es despistarse y caer, levantarse y sonreír. Es comprender, es apoyar, es abrazar. Celebrar la vida es caminar, saltar y volar. Celebrar la vida es soñar, es creer, es confiar. Celebrar la vida es amar. Celebrar la vida es tomar la decisión de ser, sean cuales sean las circunstancias, inmensamente feliz. Eso es -para mí- celebrar la vida.
miércoles, 1 de febrero de 2012
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