lunes, 27 de junio de 2011

Un buen día

Es una buena noticia que haya tanta gente que quiera tener buen rollo, que quiera crear buen rollo. Hoy descubrí un proyecto llamado "Un buen día", en el que creativos y diseñadores méxicanos colaboran, como dicen ellos, "con piezas para tirar buen cotorreo".


Y, para ello, en su página web (http://www.unbuendia.mx/) van subiendo postales super buen rolleras. Si les hacéis una visita, seguro que os sacan, como mínimo, una sonrisa... Y de ahí a un buen día, sólo hay un pasito ;-)


¡Feliz semana! ¿De qué color vas a pintar hoy tu día?




Y recuerda...

lunes, 20 de junio de 2011

El proceso del otro...

(Imagen de google)


Mi amiga S. está pasando un mal momento. Yo me pregunto, ¿cómo podría ayudarla? Y, de pronto, leo la historia del hombre que encontró un capullo de mariposa…

“Una vez un hombre se encontró un capullo de mariposa. Un día apareció una pequeña abertura, de modo que se sentó a observar la mariposa durante varias horas mientras ésta trataba con fuerza de atravesar aquel agujerito con su cuerpo. Entonces pareció dejar de hacer progresos. Daba la impresión de que la mariposa hubiese llegado al límite de sus posibilidades.
El hombre decidió ayudar a la mariposa: cogió unas tijeras y cortó el trocito de capullo que quedaba. La mariposa salió entonces fácilmente, pero su cuerpo estaba atrofiado, era pequeño y tenía las alas aplastadas.
El hombre continuó observándola porque esperaba que, en cualquier momento, las alas de ella se abrieran y se agitaran para ser capaces de soportar el cuerpo, a su tiempo, iría tomando forma.
Nada ocurrió. De hecho, la mariposa se pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo deforme y alas atrofiadas. Jamás pudo volar.
Lo que el hombre, con su bondad y su prisa, no comprendió fue que el limitador capullo y el esfuerzo necesario para atravesar la abertura eran el modo por el que el fluido del cuerpo de la mariposa llegaría a transformarse en sus alas. De tal forma que ella estaría lista para volar a su debido tiempo, una vez que estuviera libre del capullo.”

… y creo entender que, tal vez, lo mejor sea sentarme a su lado, darle mi apoyo –si me lo pide- y recordarle que estoy ahí -si lo necesita-. Qué difícil es, a veces, comprender y respetar el proceso “del otro”…

lunes, 13 de junio de 2011

Recuerda...



Esta semana quiero compartir un texto genial de Mahatma Gandhi que me envía Marta (mil gracias). Ahí va:


"Recuerda...
Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la Verdad.
Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser.
Que es más fácil reaccionar que pensar.
Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.
Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.
Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los otros.
Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.
Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
Que las personas honestas tienen más éxito con el paso del tiempo.
Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.
Que no importa cuan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir.
Que todos somos responsables de nuestros actos.
Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.
Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento.
Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarnos en los momentos más difíciles.
Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, que con los años que hemos cumplido.
Que hay dos días de la semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es AHORA.
Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.
Que no debo competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de mí.
Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.
Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.
Que si no controlo mi actitud, mi actitud me controlará a mí.
Que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son ridículos, ¿que pasa si me cree?
Que es más importante que me perdone a mi mismo a que otros me perdonen.
Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando.
Que la violencia atrae más violencia. Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.
Que las personas que critican a los otros, también me criticarán cuando tengan la oportunidad.
Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.
Que hay mucha diferencia entre la perfección y la excelencia.
Que los políticos hablan igual en todos los idiomas.
Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.
Que al final de la vida me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son: Dios, mi familia, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal. Para ser exitosos no tenemos que hacer cosas extraordinarias. Hagamos cosas ordinarias, extraordinariamente bien.
Si alguna vez no te dan una sonrisa esperada, se generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreír."

lunes, 6 de junio de 2011

Hacer realidad los sueños

En estas últimas semanas, he conocido a un par de personas que me han fascinado. Un par de personas que tenían una cosa importante en común: estaban decididos a hacer realidad sus sueños.
Creo que es fundamental que existan personas así. Es fundamental porque nos ayudan a los que, de una u otra forma, nos cruzamos en su camino. Nos ayudan a ver -¿a vernos?-, nos ayudan a creer, nos ayudan a recordar que podemos –¿debemos?- luchar por convertir nuestros sueños en realidad.

Hoy he buscado en google la frase “hacer los sueños realidad” y me han salido 31.100.000 resultados. Me ha parecido muy curioso. Los enunciados de dichos enlaces eran del estilo “once principios para hacer realidad tus sueños”, “seis pasos para realizar tus sueños”, “¿cómo hacer que tus sueños se hagan realidad?”, etc. Y me ha hecho pensar en cuán a menudo fantaseamos y fantaseamos sobre cómo sería la vida si hiciéramos esto o aquello pero pocas veces nos hacemos un propósito real para empezar a caminar hacia nuestros sueños.

Una de las cosas que me ha llamado la atención sobre estas dos personas es que no sólo han empezado a caminar sino que, además, están construyendo dicho camino. Y me he dado cuenta de que el que realiza sus sueños –o el que lo intenta- es un mago, un alquimista que toma lo que la vida le da en cada momento y hace con ello un milagro. La suerte no tiene nada que ver, el que camina hacia sus sueños es alguien que piensa en positivo, que nunca le detiene un “no”, que salta barreras, que cruza ríos, que tiene el corazón alegre y el alma agradecida. Sean cuales sean sus circunstancias.

He conocido, pues, a dos magos. Uno de ellos es Ángel Cabello que junto con su mujer, Diana, y sus hijos de 9 y 5 años, Ishi y Noa, van a dar la vuelta al mundo con un maravilloso proyecto educativo que han titulado “Vuelta al mundo en familia”. Vale la pena conocerlos y descubrir su ilusión, su alegría y sus ganas de hacer de sus sueños no sólo algo real sino también algo solidario. La generosidad es otra de las virtudes de los constructores de sueños… Para conocerlos más, click aquí.

El otro es Albert Casals. Ya hablé de él hace un tiempo, a raíz de la aparición de su primer libro pero, esta vez, he podido conocerlo en persona y, realmente, me ha dejado sin palabras. Para no alargarme, contaré que Albert es un chico de 19 años con una gran sonrisa. El pelo azul, los ojos brillantes, las manos inquietas. Y una silla de ruedas que le acompaña desde los ocho años. Una silla de ruedas que le ha llevado por todo el mundo puesto que su sueño y su ilusión es viajar y no hay nada que lo detenga. Nada que pueda frenar su inacabable torrente de optimismo, de vitalidad, de alegría. Otras de las características de los que caminan en pos de sus sueños… “¿Cuándo fue la última vez que, con toda sinceridad, te preguntaste: ¿qué es lo que REALMENTE quiero hacer mañana?”. Para conocer más a Albert, ésta es su web.

Es así, para ser un mago no necesitas que la vida te traiga todo lo que deseas, necesitas desear y amar todo lo que la vida te va trayendo. Y, con ello, construir el camino y empezar a recorrerlo. Hasta dónde llegarás... no importa.