Hoy quiero contar la historia de Lucas. Lucas tiene 29 años y es brasileño. Estuvo tres años viviendo en Barcelona y, cuando se fue, decidió despedirse de la ciudad regalando momentos de felicidad; agradeciendo, así, de una forma muy especial, lo feliz que allí había sido.
Para ello, Lucas compró un montón de globos y, a cada uno, le enganchó una entrada para el teatro. Después fue por toda la ciudad, lanzando globos que llevaban un sobre donde decía: “Hoy es tu día de suerte. Aquí tienes un regalo”.
Los que se encontraban con uno de sus globos, al abrir el sobre podían leer:
“Hola, tú no me conoces y yo tampoco a ti. Pero eso no importa. Lo importante es que fui muy muy feliz los tres años que viví en Barcelona y la forma que encontré de agradecérselo a la ciudad fue soltar un montón de globos con entradas para una obra de teatro. Así conseguiré que personas como tú puedan divertirse tanto como me divertí yo infinitas veces en esta maravillosa ciudad.
Creo en un mundo más altruista, donde la gente mire menos su propio ombligo y se preocupe más por la felicidad de todos, no sólo de sus familiares y amigos. Un mundo con más amistad y respeto, que puede empezar hoy si todos damos algo sin esperar nada a cambio. Espero que disfrutes de tu regalo. Hasta siempre, Lucas.”
Lucas regala momentos de felicidad porque cree en un mundo más altruista. Un mundo en el que la gente mire menos su propio ombligo y se preocupe más por la felicidad de todos…
Para ello, Lucas compró un montón de globos y, a cada uno, le enganchó una entrada para el teatro. Después fue por toda la ciudad, lanzando globos que llevaban un sobre donde decía: “Hoy es tu día de suerte. Aquí tienes un regalo”.
Los que se encontraban con uno de sus globos, al abrir el sobre podían leer:
“Hola, tú no me conoces y yo tampoco a ti. Pero eso no importa. Lo importante es que fui muy muy feliz los tres años que viví en Barcelona y la forma que encontré de agradecérselo a la ciudad fue soltar un montón de globos con entradas para una obra de teatro. Así conseguiré que personas como tú puedan divertirse tanto como me divertí yo infinitas veces en esta maravillosa ciudad.
Creo en un mundo más altruista, donde la gente mire menos su propio ombligo y se preocupe más por la felicidad de todos, no sólo de sus familiares y amigos. Un mundo con más amistad y respeto, que puede empezar hoy si todos damos algo sin esperar nada a cambio. Espero que disfrutes de tu regalo. Hasta siempre, Lucas.”
Lucas regala momentos de felicidad porque cree en un mundo más altruista. Un mundo en el que la gente mire menos su propio ombligo y se preocupe más por la felicidad de todos…
Y tú, ¿en qué mundo crees?