El otro día recibí un mail de mi amiga Enriqueta (¡¡mil gracias!!) que contenía una imagen, una pregunta y una reflexión. La imagen era la que acompaña esta entrada, la pregunta era “¿Qué ves?” y la reflexión analizaba las diferentes posibilidades de respuestas ante dicha pregunta. Habrá quien vea antes que nada un cielo tormentoso, quizás un sol resplandeciente, un camino laaaaargo, la hierba seca, los árboles verdes…
La imagen y la pregunta me hicieron reflexionar y darme cuenta de que, en realidad, como dice el Talmud, “no vemos las cosas como son sino que las vemos como nosotros somos.”
¿Por qué una misma tarde de tormenta a unos les encanta y a otros les deprime? Es más, ¿por qué una misma tarde de tormenta, a veces, me encanta y, otras veces, me deprime? No tiene nada que ver con la tormenta, sólo tiene que ver conmigo, con mi estado de ánimo, con mis pensamientos sobre ella. Y así sucede con todo. Por lo tanto, a partir de ahora, cuando una situación te moleste, cuando te enfades con alguien, cuando lo encuentres todo horrible… y también, claro, cuando te sientas feliz, cuando todos te caigan bien, cuando veas la vida de color rosa… pregúntate, ¿qué hay en tu interior que hace que ésta, y no otra, sea –hoy- tu realidad?
Cuando miras a tu alrededor… ¿qué ves?
Cuando exploras tu interior… ¿qué encuentras?
Gracias por la imagen, la pregunta y la reflexión! Hace mucho que decidi que yo construyo mi propia realidad! Saludos y buen día!
ResponderEliminarPues si me preguntaras a mí, te diría que veo un inmenso sol y un bonito camino hacia él.
ResponderEliminar¡Qué bien está que nos lo recuerdes, amiga!
Buen día.
Gracias a ti por la visita y el comentario, Chocolate Bailable!!! Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarBuena vista, Samotracia!!! ;-)
ResponderEliminarUn abrazo grande y buen día para ti también, preciosa!!
Muy interesante. Y sí, lo comparto. ¡Yo veo una preciosa puesta de sol en un lugar que pinta genial para un picnic!
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Me alegra que te haya gustado, Lucía. ¿Qué tal todo?, ¿Tu vida bien?, ¿sigues en Inglaterra?
ResponderEliminarEspero que, estés donde estés, estés feliz.
Un abrazo fuerte.
Así es, esta en una reflexión que comparto desde hace muchísimos años, la relatividad de la vida, excepto las matemáticas, la física, cuyas reglas en su inmensa mayoría son absolutas, el resto, es relativo, y me gusta que sea así, que podamos elegir como ver las cosas, y no solo maravillarnos de como vemos nosotros el mundo, podemos mirar por la misma ventana y descubrir un mundo nuevo y fascinante a través de los ojos de los demás.
ResponderEliminarUn abrazo, Gabriel. Gracias por el comentario.
ResponderEliminarQue cierto es esto. Esto reafirma que las cosas que te suceden no es lo que te hace feliz o infeliz sino la manera en que reaccionas ante dichas situaciones.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, soul2soul. Un abrazo.
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