lunes, 25 de marzo de 2013

La vida de Pi




(Si no has visto la película y tienes intención de verla, no leas esta entrada…)


Hace unas semanas vi La vida de Pi y me sucedió lo que sucede tras ver una buena película, leer un buen libro o compartir una conversación interesante: días después todavía estaba dándole vueltas. Por ello, la comenté con varias personas pero me chocó muchísimo darme cuenta de que cada uno había entendido el final de la película de forma diferente. Eso me llevó a buscar en internet opiniones, críticas o comentarios para tratar de saber más sobre el tema.

Después de debates y lecturas, me gustaría compartir mis pensamientos porque me parece que es una película interesantísima.

Últimamente, he llegado a la conclusión de que existen diferentes niveles de Realidad. Y, concretamente, en lo que se refiere a la película, creo que se habla de un nivel mental y de un nivel espiritual.

A nivel mental se distinguen dos historias:

1.    Pi comienza el viaje en el bote salvavidas con una cebra, un orangután, una hiena y un tigre llamado Richard Parker. La hiena mata a los dos primeros y, después, el tigre termina con ella. El resto del viaje lo harán Pi y el tigre.

2.    Pi empieza el viaje acompañado por su madre (el orangután), el cocinero (la hiena) y un marinero (la cebra) pero acaba pasando solo los 227 días en el bote. Esta versión es mucho más cruda, dolorosa y difícil de aceptar porque supone que el cocinero ha matado a la madre y al marinero y, después, Pi ha acabado con él. En este caso, la mente de Pi inventaría una historia mágica y fabulosa que le haría soportable el dolor de haberse topado de bruces con la animalidad humana, con su propio salvajismo. En esta versión, Pi es el tigre, es su parte animal, su instinto de supervivencia, su ego.

 En este punto, el espectador puede elegir la versión que prefiere, y eso supone una oportunidad de introspección: ¿soy una persona que cree solamente en las cosas que puede ver y que tienen sentido? O, por el contrario, ¿soy una persona que cree en la magia y en los milagros? ¿Soy una persona que no quiere ver/reconocer su parte oscura? O, por el contrario, ¿soy muy consciente de mis zonas oscuras y las he integrado (o intento hacerlo)?.

Sobre esto, discutí largo y tendido con mi hermano. Un debate que fue muy interesante y enriquecedor pero sobre el que no había manera de que nos pusiéramos de acuerdo.
Y eso me acabó llevando a otra conclusión, en este caso, a nivel espiritual. Entre una y otra versión mental discurre una historia mucho más importante. Una historia que es igual en ambos casos. Una historia que cuenta el viaje iniciático de Pi. En ella, no importa si va solo o va con un tigre. En ella, eso no son más que juegos mentales que nos acaban distrayendo de lo que verdaderamente importa.

Importa que Pi recibe un nombre lleno de simbolismo (número sagrado que expresa la relación entre la unidad y la multiplicidad). Importa que Pi, ya desde niño, busca a Dios por varias vías (Hinduismo, Cristianismo, Islam). Importa que Pi lucha por su supervivencia hasta que, abatido y desesperado, lleno de dudas y sin fe, grita en medio de una tormenta: “He perdido a mi familia, me lo has quitado todo, ¿qué más quieres de mi?” Y, finalmente, importa –y, en mi opinión, este el momento cumbre de la película- que Pi se da cuenta de que va a morir y abandona la lucha. Se rinde y, al rendirse, recupera la fe: “Dios, gracias por haberme dado la vida. Estoy preparado.”

Llega así al final de su viaje iniciático. Abandona la lucha, se pone en manos de Dios. “Hágase Tu Voluntad”. Pi ha cruzado el umbral. Ya no existe el miedo. Ya no hay duda. Tan solo entrega. Tan solo Amor.

Y este es, en mi opinión, el mensaje de La vida de Pi: los juegos mentales, pertenecientes a la realidad material, pueden ser interesantes y pueden ayudarte a conocerte a ti mismo, a descubrir tus luces y tus sombras y a evolucionar, pero pueden también llegar a atraparte y a bloquearte. No te dejes inmovilizar por ellos. Pon tu atención en lo que verdaderamente importa. Pon tu atención en el aquí, en el ahora, en la aceptación, en la entrega. En el Amor.  

jueves, 21 de marzo de 2013

Día mundial de la poesía - ¿Por qué cantamos?

(Imagen de google)


¿Por qué cantamos?

Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil

usted preguntará por qué cantamos

si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza

usted preguntará por qué cantamos

si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro

usted preguntará por qué cantamos

cantamos porque el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino

cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos

cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota

cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta

cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.

(Mario Benedetti)

miércoles, 20 de marzo de 2013

Oda al día feliz

(Imagen: André Arment)


Oda al día feliz 

Esta vez dejadme
ser feliz,
nada ha pasado a nadie,
no estoy en parte alguna,
sucede solamente
que soy feliz
por los cuatro costados
del corazón, andando,
durmiendo o escribiendo.
Qué voy a hacerle, soy feliz.
Soy más innumerable
que el pasto
en las praderas,
siento la piel como un árbol rugoso
y el agua abajo,
los pájaros arriba,
el mar como un anillo
en mi cintura,
hecha de pan y piedra la tierra
el aire canta como una guitarra.
Tú a mi lado en la arena
eres arena,
tú cantas y eres canto,
el mundo
es hoy mi alma,
canto y arena,
el mundo
es hoy tu boca,
dejadme
en tu boca y en la arena
ser feliz,
ser feliz porque si, porque respiro
y porque tú respiras,
ser feliz porque toco
tu rodilla
y es como si tocara
la piel azul del cielo
y su frescura.
Hoy dejadme
a mí solo
ser feliz,
con todos o sin todos,
ser feliz
con el pasto
y la arena,
ser feliz
con el aire y la tierra,
ser feliz,
contigo, con tu boca,
ser feliz.

(Pablo Neruda)

lunes, 18 de marzo de 2013

El don de la estrella


(Imagen de garreyf)


EL DON DE LA ESTRELLA - Por Og Mandino

Nada ni nadie puede dañarte, sólo tú mismo.
Sé celoso de tu tiempo, porque es tu mayor tesoro.
Todos los grandes éxitos resultan de compartir,
amar y saber perseverar pensando en las metas.
Nunca culpes a los demás por tu situación;
eres lo que eres por decisión tuya.
Vive todos los días como si fuera el primer día de tu vida
y trata con ternura a los que te rodean.
Ama a todos, incluso a los que te repudian,
el odio no te lo debes permitir.
Aprende que el que da con una mano,
posiblemente recogerá con las dos.
Recuerda que se necesita muy poco para llevar una vida feliz.
Mira hacia arriba. Camina siempre hacia adelante.
Aférrate a la vida con sencillez y recorre en silencio
tu sendero hacia la eternidad, con caridad y una sonrisa. 
Todos tenemos el poder y la facultad de elegir,
nosotros somos capaces de gobernar nuestro propio destino
mediante nuestras decisiones: todo está en nuestras manos.
Da algo de ti cada día al mundo en que vives
y tu vida estará llena de armonía, satisfacción y amor.
No es necesario que seas famoso o un genio para cumplir
tu propio destino, todo lo que tienes que hacer
es utilizar tus facultades lo mejor que puedas.
Si eres hábil con el martillo, “construye”;
Si eres feliz sobre las aguas, “pesca”;
Si la pluma es tu vocación ¡escribe!
Ahí donde tus fortalezas se ocultan,
aliméntalas con disciplina y esfuerzo,
pues la recompensa es convertirse
en un ser inmensamente feliz.
El ser feliz no es un don que se les ha dado solo algunos,
es una heredad que se nos ha brindado a todos,
sólo tienes que hacerla valer.


(Gracias a Durga por el texto)