(Imagen de google)
Estoy en temporada de descubrimientos. Y me encantan los
descubrimientos por que son como hilos que vas estirando y te llevan de un
lugar a otro. Y te dejas llevar, no te resistes. Porque sabes que es mágico.
Sabes que no hay viaje. Que no hay hilo. No hay ningún lugar al que ir y
tampoco ninguna persona que vaya. Pero, aún así –o quizás justamente por eso-,
“tú” vas.
Como decía, un encuentro afortunado me llevó a descubrir a
David Testal que supuso, de entrada, un descoloque que aún estoy intentando
colocar (¿quién?, ¿qué?). Su blog me llevó a su facebook y allí hice otros
descubrimientos, pero hoy quiero hablar de uno en concreto. Se trata de una de
las famosas charlas de TED (todas las que he visto me han parecido geniales),
en concreto la de Benjamin Zander.
Y quiero compartirla hoy aquí por que me ha encantado su
pasión, su ilusión, su fuerza, su dulzura, su alegría, sus ganas de compartir.
No os la perdáis.
“El
éxito, para mí, no se trata de riqueza, fama o poder.
Se
trata de cuántos ojos brillantes hay a mi alrededor.”
(Benjamin
Zander)
Gracias al periódico de las buenas noticias y gracias a sus descubrimientos yo he descubierto a alguien de quien he escuchado lo que necesitaba oír. Maravilloso el mundo de la casualidad y de la causalidad...Gracias por ofrecerme muchos hilos de los cuales estirar!
ResponderEliminarMe alegra mucho tu comentario, Zenicienta. Qué bueno que exista esa conexión, ¿verdad?
EliminarUn abrazo.
Mucho talento. :)
ResponderEliminar¡Totalmente! ;-)
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