La semana pasada fui a la ceremonia de bienvenida de
Alexandre, el hijo de mis grandes amigos Eva y Joaquín. El día fue mágico, la
ceremonia preciosa. Tuvo lugar en la ermita románica de Sant Salvador de
Bellver y la ofició el padre Marcel Capellades.
Marcel es un ermitaño que vive, desde hace veinte años, en
esta ermita que él mismo ha reconstruido
y que está situada en una colina de la comarca de Osona, desde la que se
pueden ver las espectaculares montañas de los alrededores: Pirineo, Bellmunt,
Collsacabra y Montseny.
Al entrar en la ermita tuve la sensación que –imagino-
debieron tener los primeros cristianos, la sensación de estar entre hermanos
que se reúnen para celebrar, en este caso, la llegada de un nuevo miembro a la
comunidad. Allí no importaba cuáles eran tus creencias o si las tenías, todos
estábamos sentados en círculo y, olvidando similitudes o diferencias, participábamos
por igual en el feliz acontecimiento.
“Alexandre viene a traeros la Luz”, dijo Marcel, y repartiendo
pequeños cirios, la Luz de este bebé tan especial fue pasando de mano en mano,
de vela en vela para que pudiera, de alguna manera, encender el Amor en
nuestros corazones. Ese Amor que, en los niños, es tan natural y que los
adultos hemos ido, de algún modo, perdiendo por el camino.
Al final de la emocionante ceremonia, el ermitaño entregó a
Alexandre el “Mapa de ruta de San Salvador para caminar por la vida”. “Cuando
te encuentres desorientado, cuando ya no veas el horizonte, lee estas señales y
síguelas. Te ayudarán a reencontrar la Luz para continuar caminando y darle
sentido a tu vida”, le dijo.
¿El
día más bonito? Hoy
¿El
obstáculo más grande? El miedo
¿La
cosa más fácil? Equivocarse
¿La
raíz de todos los males? El egoísmo
¿El
regalo más bonito? La comprensión
¿La
peor derrota? El desaliento y el desánimo
¿La
primera necesidad? Comunicarte
¿El
camino más rápido? El camino correcto
¿El
peor defecto? El mal humor
¿La
sensación más grata? La paz interior
¿La
mirada más hermosa? La sonrisa
¿El
mejor remedio? El optimismo
¿La
cosa más hermosa? El Amor
Quina passada. Aquesta és l'Esglesia que admiro, la de l'Amor.
ResponderEliminarVa ser preciós i molt molt especial.... Una abraçada.
Eliminarmenuda gozada, precioso acto, preciosas palabras.. felicidades. besos
ResponderEliminarLa verdad es que sí que lo fue, Señorita Puri. Muchas gracias!
EliminarMe alegra tu visita, por cierto. Voy a visitarte yo también que tengo a los amigos bloggeros pelín abandonados....
Un abrazo fuerte.
Buen GPS para la vida
ResponderEliminar¿Verdad que si?
EliminarGracias por el texto, es precioso. Gracias por compartir esa vivencia.
ResponderEliminarMe recuerda las sensaciones que tuve hace unos veinte años en la iglesia del pequeño monasterio de Mar Musa, en Siria, restaurado por el sacerdote italiano Paolo del'Oglio.
Existen varios vídeos en Internet filmados en esa iglesia que transmiten ese ambiente de amor de los primeros cristianos.
Yolanda
Qué interesante, Yolanda!! Voy a buscar esos vídeos....
EliminarUn abrazo y gracias a ti por compartir también tu vivencia.