(La imagen es de Travelocity)
La otra tarde, mi sobrino Joan estaba bebiendo un acuarius.
Cuando en la lata no quedaba prácticamente ni una gota, empezó a arrearle
mamporros para intentar conseguir un poquito más de bebida. Yo me estaba
tronchando y, de pronto, le dije: “Joan, ten cuidado que si sigues dando golpes
vas a hacer que se caiga el duende burbujero”. Mis sobrinos están bastante
acostumbrados a mis “idas de olla” pero, aún así, Joan me preguntó: “Tía Elena,
¿qué es el duende burbujero?”, y yo le respondí que era un duende que vivía en
todas las latas de bebidas con burbujas y que su trabajo era mover los pies
desde el fondo de la lata para hacer las burbujas “pues, ¿cómo crees que se
hacen si no?”.
Este fin de semana he hecho un intensivo de sobrinos y,
claro, ha vuelto a salir el tema del duende burbujero. Joan se ríe y me dice
“tía Elena, esto es mentira”, y yo me río también pero no lo desmiento. Esta
vez, al juego se apuntó Inés y empezamos, entre los tres, a imaginar dónde
vivía el duende burbujero (evidentemente, en una seta que está al lado de un
árbol y por la que se accede a los múltiples pisos que hay dentro del tronco),
cuántos hermanos tiene (el duende cervecero que hace la espuma de la cerveza, el duende naranjero que hace el
zumo de naranja, la duenda chuchera que lleva un gorro del que cuelgan
muchísimas chuches, el duende vinero que le da el color al vino), cómo son sus vidas, a qué juegan…
Los niños viven en esa frontera en la que todo es posible, en
la que el hilo que separa lo real de lo irreal se cruza muy fácilmente. Y a mí
me encanta visitar ese país donde la palabra imposible no existe. Jugando con
mis sobrinos a inventar imposibles-posibles, nos reímos muchísimo y hay muchos
momentos en los que, de pronto, me paro porque siento que mi corazón late muy
muy fuerte. Entonces, lo sé… soy feliz.
Muy linda tu entrada de esta semana Buenas Noticias, ahora entiendo más cuando se dice que todos tenemos nuestro niño interno, y cuando lo dejamos fluir, efectivamente, los imposibles no existen, obstaculos?, no conocemos esa palabra, son momentos de felicidad constantes!!!
ResponderEliminarGracias Buenas Noticias por tan bella entrada!!
Atentamente,
Favilu
Gracias a ti, Favilu. Me alegra que te haya gustado la entrada. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarMe encanta jugar con niños por lo mismo, todo es posible y me encantó la idea del duende burbujero =). Muchas gracias por compartir tu alegría con nosotros. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarjajjajaja, gracias, Carlos, me alegra que te haya gustado el duende burbujero ;-)
ResponderEliminarY gracias también por el comentario. Otro abrazo para ti.
Eres genial!!!!! :) He podido imaginarme la escena y las sonrisas de vuestras caras... Y efectivamente pienso que en eso consiste la felicidad... :)
ResponderEliminarjajajjajaa, gracias por el entusiasmo, Carmen. La verdad es que yo también pienso que la felicidad está hecha de esos pequeños momentos. Qué bueno poder disfrutarlos. Un beso grande.
EliminarLa magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las lecciones de ambos mundos. Paulo Coelho (1947-?) Escritor brasileño.
ResponderEliminarBesotes
Gracias por la cita, Desvanecerse. Un beso.
Eliminar