Las magníficas fotos son de BarcelonaMania Ruslan Shchegolkov
El pasado sábado tuve la suerte de asistir al Fòrum organizado por Fragmenta Editorial con motivo de su quinto aniversario. Fue una jornada enriquecedora en la que editores, autores y lectores pudieron compartir, sobre todo, inquietudes espirituales. Sería complicado resumir aquí las charlas a las que asistí o los pensamientos que éstas me sugirieron pero sí que hay una idea que me gustaría comentar por la importancia que creo que tiene. Una idea que apuntó Amador Vega cuando, citando a Mircea Eliade, dijo: “En el siglo XX, lo sagrado se ha refugiado en las formas profanas”, y remató Lluís Duch al lanzar la pregunta “¿Cómo en lo visible está, de alguna manera, presente lo invisible?” y terminar citando a Rilke: “Bienaventurados los que saben que detrás de todos los lenguajes está lo inexpresable”.
“Cantar no es más sagrado que escuchar el murmullo de un
arroyo. Pasar las cuentas de un rosario no es más sagrado que simplemente
respirar, los hábitos religiosos no son más espirituales que la ropa de trabajo”
(Lao Tse), leí el otro día en Facebook.
“Estamos en un tiempo de síntesis”, decía Javier Melloni en
el Fòrum de Fragmenta, “un tiempo de sabiduría que exige una gran madurez por
parte de todos”. Y dicha madurez requiere que nos preguntemos cuál es el
alimento que nutre nuestro espíritu, cuánto tiempo le dedicamos, con quién lo
compartimos y a qué lo entregamos.
Un tiempo de sabiduría en el que es importante abrir los
ojos, las manos, el espíritu y el corazón. Un tiempo de sabiduría para
comprender e integrar cada vez más. Un tiempo que exige de nosotros compromiso
y sacralidad.
“Cada
paso que des en la tierra debe ser una plegaria.
La
fuerza de un alma pura y buena
está
en el corazón de cada persona
y crecerá como una semilla
cuando
camines de forma sagrada.
Y si
cada paso que das es una plegaria,
entonces
caminarás siempre de forma sagrada.”
(Joseph
Bruchac: La sabiduría del indio americano,
Olañeta)
“No creas que por que
meditas silenciosamente, estás clarificando tu mente. La claridad de la mente
no se alcanza con sólo huir del mundo. Cuando honres a tus padres, ames a tus
hijos, ayudes a tus hermanos, seas leal con tus amigos, cuides a tu pareja con
devoción, trabajes con alegría y asumas tus responsabilidades; cuando
practiques la virtud sin exigirla primero a los otros; cuando, aunque
comprendas las verdades supremas, mantengas una forma ordinaria de proceder,
entonces -y sólo entonces- habrá claridad en tu mente y sabrás que tu forma de
meditar es la correcta”. (Lao Tse)
Un gran sabio me dijo hace años que, aunque la montaña es
una, existen múltiples senderos para alcanzar su cima. Descubrir lo sagrado en
lo profano, sacralizar cada uno de tus pasos, tal vez no hará que asciendas más
rápido pero sí que el camino sea mucho –MUCHO- más luminoso.
Que hermoso!! Justo en el momento en que tengo la cabeza llena de "porqués y paraques"!! Gracias Elena por iluminar nuestro camino! Como siempre ....besos y apapachos desde aqui! Para ti!
ResponderEliminarGracias a ti, Cece, me alegra mucho que te haya sido útil. Un abrazo bien grande.
EliminarComparto totalmente esta reflexión. En un tiempo donde todo se vende y todo se puede comprar, no debemos caer en la trampa de creer que la felicidad o la espiritualidad son mercaderías o "estados" a los que se puede llegar practicando tal o cual técnica.
ResponderEliminarNo hay un único camino,cada cual tiene el suyo, y cuanto más complejos sean los requisitos exigidos para andar este camino, más errado será este. Lo más sencillo, lo más fácil, es comenzar a caminar, sin metas, sin mapas, pero con un rumbo; viviendo de forma consciente, lo que nos permite disfrutar más del paisaje, conocernos a nosotros mismos y compartirlo con los demás...
Gracias, Zen-icienta, justamente una de las cosas que me llamó la atención de este foro y que me pareció una súper buena noticia fue que en un momento en que parece que todo el mundo se mueve por interés y que sólo preocupa la crisis y lo económico haya tanta gente que se reúna para hablar del espíritu y para compartir creencias desde el respeto y la tolerancia. Se respiraba una atmósfera de paz que templaba el corazón. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Un abrazo.
EliminarElena, te felicito. Tu blog alcanza, desde mi humilde punto de vista, el "justo medio", y así inspira sin avasallar, despierta sin sobresaltar, abre puertas y caminos y puentes de un modo amable y delicioso...
ResponderEliminarLucíabum, gracias por tus palabras, creo que es lo más bonito que me han dicho de este blog. Muchas, muchas gracias, me has emocionado. Un abrazo.
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