lunes, 27 de junio de 2016

Una buena conversación

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Una de mis alumnas compartió el otro día en Facebook una conferencia de Celeste Headlee que me pareció interesantísima. Según ella, “en este mundo en el que vivimos, toda conversación tiene el potencial de derivar en una discusión; los políticos no pueden hablarse entre sí e incluso el más trivial de los temas tiene a una persona debatiendo intensamente en pro y a otra en contra”.

Según Headlee, Pew Research hizo un estudio entre 10.000 adultos de EE.UU. y descubrió que hoy, “estamos más divididos que nunca en la historia. Somos menos propensos a conectar, lo que significa que no escuchamos al resto. Y, tomamos decisiones sobre dónde vivir, con quién vivir e incluso quiénes serán nuestros amigos, con base en lo que ya creemos. Ahora, en parte se debe a la tecnología.”

Headlee nos recuerda que “todos hemos tenido grandes conversaciones y sabemos cómo son. El tipo de conversación de la que te marchas sintiéndote involucrado e inspirado, o en la que sientes que has hecho una conexión real o has entendido perfectamente”.  Ella propone diez reglas para que muchas de nuestras interacciones puedan ser así:

1) No sean multitareas. Y no solo quiero decir que dejen su móvil, su tablet, las llaves del auto o lo que tengan en las manos. Quiero decir, estén presentes. Estén en "ese" momento.

2) No sean dogmáticos. si quieren establecer su opinión sin oportunidad a réplica, discusión, aportación o crecimiento, escriban un blog.

3) Usen preguntas abiertas. Porque entonces puede que tengan que detenerse un tiempo y pensar en ello, y van a tener una respuesta mucho más interesante.

4)  Sigan el ritmo. Eso significa que vendrán pensamientos a su mente y necesitan permitirles salir de su mente.

5) Si no saben, digan que no lo saben. Pequen de precavidos. La charla no debería ser común.

6) No equiparen sus experiencias con las de ellos. No es lo mismo. Nunca es lo mismo. Toda experiencia es individual. Las conversaciones no son una oportunidad promocional.

7) Procuren no ser repetitivos. Es condescendiente, y es en verdad aburrido, y tendemos a hacerlo mucho. Especialmente en conversaciones de trabajo o con nuestros hijos. Cuando tenemos una idea, la seguimos parafraseando una y otra vez. No hagan eso.

8) Eviten los detalles. Francamente, la gente no está interesada en los años, los nombres, las fechas, todos esos detalles que luchan por traer a su mente. 

9) Esta no es la última, pero es la más importante. Escuchen. No puedo decirles cuántas personas importantes han dicho que escuchar tal vez sea la capacidad más importante que podrían desarrollar.

10) Sean breves.

Todo esto se reduce al mismo concepto básico, y es este: Tengan interés en las personas. Salgan, conversen con la gente, escuchen a la gente, y, más importante, estén preparados para sorprenderse.

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