"Defender la alegría como un principio... defender la alegría como una bandera... defender la alegría como un destino... defender la alegría como una certeza... defender la alegría como un derecho" (Mario Benedetti)
"Hay caricias que duran incluso después del roce. Hay, a
veces, personas a la que la distancia no puede separar. Y escalofríos
provocados por el calor de un abrazo. Aún hay sonrisas de esas que parecen
cualquier otro amanecer. Algunas noches tengo la sensación de que el camino
corto también puede ser el correcto. Que, por una vez, la felicidad no depende
de llegar a ningún sitio, sino de disfrutar del lugar en el que estamos. Solo
hay que cerrar los ojos, cerrarlos con fuerza y acordarse de lo bonito. De la
brevedad, del detalle, del momento. No se puede vivir como aquel que no recordó
darse una oportunidad para ser feliz. Y agarrarse a la esperanza. Agarrarse con
fuerza a las ilusiones. Y seguir. Seguir, parar, tomar aire. Respirar. Mojarnos
bajo la lluvia. Y nunca, nunca, creer que las cosas que se derrumban no pueden
levantarse de nuevo. Nunca creer que lo triste durará más que nuestras fuerzas.
Quizá el problema sea que miramos el cielo por la noche y nos parece que ya no
hay demasiadas estrellas. Que algo se apagó hace tiempo y que nada luce igual.
Pero no lo olvidéis. No olvidéis hacer brillar vuestros ojos. Que nadie nos
quite, nunca, el derecho de iluminar un poquito el mundo".
Este fin de semana se ha estrenado la película “Camina
conmigo”, un documental que se adentra en la comunidad budista de Plum Village,
en la que sus integrantes renuncian a todas sus pertenencias con un propósito
común: transformar el sufrimiento y poner en práctica el arte del “mindfulness”
bajo la tutela de Thich Nhat Hanh, maestro zen y activista por la paz.
La película es preciosa. Es como una meditación, como un
poema visual y auditivo que te envuelve en amor. Al verla recuperé de golpe
todos los recuerdos de los maravillosos días que pasé en Plum Village y la
posterior visita de Thich Nhat Hanh a Barcelona hace ya tres años.
En homenaje a todo ello, hoy quiero compartir un vídeo en el
que Thay explica los cuatro elementos del amor verdadero:
“En la tradición budista hablamos de amor en términos de amor
verdadero. Dicho amor verdadero tiene cuatro elementos:
- El primer elemento del amor verdadero es la amorosa bondad, la benevolencia o el amor
bondadoso (maitri), que tiene la
facultad de ofrecer felicidad. Si el amor no puede ofrecer felicidad, no es
verdadero amor. Para ello hace falta la comprensión. Se debe entender el
sufrimiento y la necesidad del otro antes de que uno pueda practicar el amor
bondadoso. Debemos entender a la otra persona para poder hacerla feliz.
Comprender es otra palabra para amor.
- El segundo elemento es la compasión (karuna). La
compasión tiene el poder de eliminar el sufrimiento. Si tu amor no puede hacer
que la otra persona sufra menos, no es verdadero amor. Para ello, hay que
entender su sufrimiento, su desesperación y es necesario dedicar tiempo a
observar y escuchar, a comprender para crear amor y felicidad.
Esta práctica la debes aplicar también a ti mismo. Tienes que
ser capaz de darte felicidad, amor y compasión. La capacidad de amar a otros,
depende de la capacidad de amarte a ti mismo.
- El tercer elemento es la alegría (mudita). Crear
alegría para ti y para la otra persona. Amar significa estar ahí para la gente
que amas. ¿Cómo puedes amar si no estás ahí?
- El cuarto elemento es la ecuanimidad, la inclusión. No podemos entender profundamente la
compasión sin entender el cuarto aspecto del verdadero amor. En el verdadero
amor no hay discriminación entre el amante y el amado. En el verdadero amor, tu
problema es mi problema, tu felicidad es mi felicidad, tu sufrimiento es mi
sufrimiento, ya no hay fronteras. En el verdadero amor, la felicidad y el
sufrimiento ya no son asuntos individuales y, si continúas amando así, comienzas
a abrazar a todos en tu amor porque estos cuatro elementos del amor se conocen
como “las cuatro mentes ilimitadas”, nunca llegan a ser demasiado, empiezas con
una persona y, si sigues el camino del verdadero amor, tu corazón se abrirá, se
abrirá y se abrirá hasta abrazar a todos en tu corazón. El amor verdadero hace
crecer tu corazón.”