(Imagen de Man Ray)
Esta semana quiero compartir un pequeño relato que me
acompaña desde hace muchos años. Forma parte del libro “El loco” de Khalil Gibran
y me emociona cada vez que lo releo.
"Me preguntas cómo me volví loco.
Ocurrió así:
Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de
un profundo sueño y descubrí que habían robado todas mis máscaras, las siete
máscaras que había modelado y usado en siete vidas.
Huí sin máscara por las atestadas calles gritando:
"¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos Ladrones!". Hombres y mujeres se
reían de mí, y algunos corrieron a sus casas temerosos de mí.
Y cuando llegué a la plaza del mercado, un muchacho de pie
sobre el techo de una casa, gritó: "Es un loco!". Alcé la vista para
mirarlo y por primera vez el sol besó mi rostro desnudo, y mi alma se inflamó
de amor por el sol y ya no deseé más mis máscaras. Como en éxtasis grité:
"¡Benditos, benditos sean los ladrones que me han robado mis máscaras!".
Así fue cómo me volví loco.
Y he hallado libertad y salvación en mi locura; la libertad
de estar solo y a salvo de ser comprendido, porque aquellos que nos comprenden
esclavizan algo nuestro."
(Khalil Gibran)
Y con el relato, viene una propuesta: ¡saquémonos las máscaras! … ¿Te atreves?
¿Sabes?, la frase final de este relato la tengo en un rinconcito perdido de mi blog desde el principio. Khalil Gibran es una de mis debilidades desde que siendo casi un niño leí el poema sobre los hijos.
ResponderEliminarTu propuesta es audaz, las máscaras nos protegen, nos abrigan y nos suplantan hasta hacerse indistinguibles del rostro propio... pero supongo que se podrá vivir sin ellas. :)
Un saludo.
Yo también soy fan total de Khalil Gibran desde tiempos inmemoriales ;-)
EliminarY, sobre la propuesta…. bueno, podemos probar y ver qué pasa. Entiendo que es complicado, que a veces llevamos las máscaras tan pegadas y desde hace tanto tiempo que las sentimos parte de nuestra piel pero quizás podemos empezar por preguntarnos si las llevamos, analizar cuándo, por qué, qué utilidad tienen…. y luego, a ver cómo nos sentimos cuando lo hayamos reflexionado, quizás entonces será más fácil.
Un abrazo, Al Tagrí.
Se puede vivir sin máscaras perfectamente, pero esta sociedad te pide, exige y te considera normal si te las pones, triste humanidad la que nos toca compartir. Y llevo mejor el sufrimiento que se tiene al encontrarte con tantas personas que las llevan puestas, sufro porque yo les siento cómo están por dentro y no puedo hacer ni decir nada, una locura. A temporadas, pensando en que llegará un tiempo más sentido, con más empatía y conexión entre las personas. El sinsentido impera, una lástima.
ResponderEliminarEso de que si te comprenden exclavizan algo nuestro, no lo comparto. Una cuando comprende a alguien, le comprende y punto, hasta dejarme utilizar, muy al contrario de exclavizar a nadie.
salud
Hola Hana, yo, lo de que si te comprenden esclavizan algo tuyo lo entiendo como que, al comprenderte, de alguna forma te están etiquetando y las etiquetas son peligrosas porque inmovilizan. Pero eso es sólo mi visión, quizás estoy equivocada y el autor quería decir otra cosa. Un abrazo y gracias por la visita y el comentario.
EliminarYo creo que es precioso vivir sin máscaras.
ResponderEliminarEs, en mi opinión, como si te quitaras un peso de encima. Eres tú mismo sin abalorios superfluos.
Creo que casi desde que nacemos nos enseñan, nos acostumbran a vivir con algún tipo de máscaras y es algo que aprendemos muy bien.
Luego, como toda costumbre bien arraigada, intentar cambiarla es difícil.
Además, las usamos como mamparas de "falsa protección" para el dolor, los miedos e incluso, desentendernos del sufrimiento ajeno.
Pero cuando, como el protagonista de la historia, sientes el "sol" es una gozada y quieres (necesitas) seguir sintiéndolo.
Ya no te importa que te llamen loco, porque te gusta y aceptas esa locura (con todo lo bueno y malo que descubras en ti, en tu yo sin máscara) e intentas andar desenmascarado por la vida cada vez más tiempo.
Ojalá todos nos atreviéramos a practicar el desnudo de máscaras, poco a poco, sin prisa pero sin pausa hasta lograr vivir sin ellas.
Yo estoy dispuesta a intentarlo :))
No conocía esta historia y la verdad es que me ha encantado.
Gracias.
Un beso enorme y espero que tengas buen miércoles.
Muchas gracias, Marrubi, me alegra que te haya gustado la historia. Totalmente de acuerdo contigo, yo también estoy en ello ;-)
EliminarUn fuerte abrazo y buen fin de semana.
Las máscaras son necesarias porque nos protegen. Si nos quitamos la máscara y nos miramos a nosotros mismos sin ella, probablemente no nos reconoceríamos,porque entendemos lo que somos a través de la mirada de los demás.
ResponderEliminarUn abrazo
Uf, me parece que este tema da mucho de sí, tendríamos que hablarlo largo y tendido, quizás con un café de por medio. Creo que entender lo que somos a través de la mirada de los demás puede ser peligroso porque dicha mirada siempre estará condicionada por lo que ellos son, sienten, piensan, etc….
EliminarEn fin, ya te digo, creo que podríamos charlar un buen rato sobre este tema.
Un abrazo, unknown.
Somos seres sociales, y necesitamos desde la cuna la ayuda de los demás.Vamos al colegio y allí aprendemos que cantamos bien o que somos buenos deportistas etc.En la ausencia de los demás no sabríamos que somos
ResponderEliminarUn abrazo
Estoy de acuerdo contigo en que somos seres sociales y en que es en el contacto con los otros cuando tenemos más posibilidades de descubrirnos pero también creo que la mirada del otro está mediatizada por lo que ese otro es, por lo que piensa, por sus prejuicios, etc. Por lo tanto, nos puede servir como un espejo para vernos (si estamos dispuestos a hacerlo y somos sinceros con nosotros mismos) pero su opinión no siempre será útil o válida, y creo que eso hay que tenerlo también en cuenta. Un beso!
EliminarEmpezamos a estar de acuerdo!pero yo no digo que sea la opinión de los demás lo que nos configura sino las interrelaciones con los demás. Si dependiéramos de las opiniones para saber que somos mal hiríamos!
ResponderEliminarUn abrazo
Menos mal!!! ;-)
EliminarPues sí, parece que finalmente estamos diciendo lo mismo...
Como te decía, es un tema para debatir con un café de por medio.Un abrazo y gracias por la charlita.