"El hombre puede cambiarlo todo -me decía-, transformarse hasta físicamente, enmendar su vida, sus instintos, sus costumbres, pero jamás podrá modificar la luz que porta dentro de sí y a cuya claridad examina la mesmedad de su paso..." (La sombra del ciprés es alargada)
“Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así. Daniel, el Mochuelo, desde el fondo de sus once años, lamentaba el curso de los acontecimientos, aunque lo acatara como una realidad inevitable y fatal. Después de todo, que su padre aspirara a hacer de él algo más que un quesero era un hecho que honraba a su padre. Pero por lo que a él afectaba…” (El camino)
"Es lo mismo que tú, Mario que me hiciste reír, palabra, la seriedad con que dijiste en la entrevista aquella que hoy en España no se lee, que te crees que porque no te lean a ti a los demás les va a suceder lo mismo, que estoy cansada de decirte que tú, escribir, sabes escribir, que escribes con soltura y eso, pero, hijo mío, de unas cosas tan aburridas y de unos tipos tan poco apetecibles que tus libros se caen de las manos, la verdad." (Cinco horas con Mario)
"Sus ideas sobre lo bello y lo feo eran categóricas. Había en ella una predisposición contra lo preparado, lo obvio, lo pretencioso... Amaba los espacios libres, los muebles desnudos, el brillo espartano de una mesa de nogal. Y aborrecía, en cambio, las vitrinas, la exhibición, los bibelots, los libros en piel, los cuadros demasiado altos. En la naturaleza no era el orden natural sino el desorden lo que admiraba: el caos profundo de una noche estrellada o la frondosidad impenetrable del bosque... Le conmovía la belleza de un macizo de flores iguales en el rincón más humilde e imprevisto de un jardín, y, detestaba, por contra, las glorietas de recibo, los arriates ostentosos, la miscelánea de los parterres. Esta faramalla le producía la misma ingrata impresión que una flor en una maceta o un pájaro enjaulado. Para ella las flores eran la imagen de lo espontáneo, de lo libre, lo más opuesto a la organización. Y todo lo que supusiera constreñir su libertad, hacer geometría con ellas, constituía un contrasentido." (Señora de rojo sobre fondo gris)
“Por la noche, en la posada, Cipriano padeció angustias de muerte, no consiguió dormir. Sentía su espíritu turbado, afligido. Ya en el tollo había experimentado un tirón violento, como una amputación. Ahora advertía que su mundo se había visto alterado de raíz con las palabras de Cazalla. Y, entre el cúmulo de ideas que se mezclaban en su cabeza, solamente una veía clara: la necesidad de modificar su pensamiento, poner todo patas arriba para luego ordenar serenamente las bases de su creencia.” (El hereje)
"Cuando sonó la campana del camposanto, el viejo Eloy levantó la cabeza y dio dos vueltas sobre sí mismo antes de incorporarse a la realidad. Saltando de tumba en tumba, de recuerdo en recuerdo, le había sorprendido la puesta del sol." (La hoja roja)
"Es lo mismo que tú, Mario que me hiciste reír, palabra, la seriedad con que dijiste en la entrevista aquella que hoy en España no se lee, que te crees que porque no te lean a ti a los demás les va a suceder lo mismo, que estoy cansada de decirte que tú, escribir, sabes escribir, que escribes con soltura y eso, pero, hijo mío, de unas cosas tan aburridas y de unos tipos tan poco apetecibles que tus libros se caen de las manos, la verdad." (Cinco horas con Mario)
"Sus ideas sobre lo bello y lo feo eran categóricas. Había en ella una predisposición contra lo preparado, lo obvio, lo pretencioso... Amaba los espacios libres, los muebles desnudos, el brillo espartano de una mesa de nogal. Y aborrecía, en cambio, las vitrinas, la exhibición, los bibelots, los libros en piel, los cuadros demasiado altos. En la naturaleza no era el orden natural sino el desorden lo que admiraba: el caos profundo de una noche estrellada o la frondosidad impenetrable del bosque... Le conmovía la belleza de un macizo de flores iguales en el rincón más humilde e imprevisto de un jardín, y, detestaba, por contra, las glorietas de recibo, los arriates ostentosos, la miscelánea de los parterres. Esta faramalla le producía la misma ingrata impresión que una flor en una maceta o un pájaro enjaulado. Para ella las flores eran la imagen de lo espontáneo, de lo libre, lo más opuesto a la organización. Y todo lo que supusiera constreñir su libertad, hacer geometría con ellas, constituía un contrasentido." (Señora de rojo sobre fondo gris)
“Por la noche, en la posada, Cipriano padeció angustias de muerte, no consiguió dormir. Sentía su espíritu turbado, afligido. Ya en el tollo había experimentado un tirón violento, como una amputación. Ahora advertía que su mundo se había visto alterado de raíz con las palabras de Cazalla. Y, entre el cúmulo de ideas que se mezclaban en su cabeza, solamente una veía clara: la necesidad de modificar su pensamiento, poner todo patas arriba para luego ordenar serenamente las bases de su creencia.” (El hereje)
"Cuando sonó la campana del camposanto, el viejo Eloy levantó la cabeza y dio dos vueltas sobre sí mismo antes de incorporarse a la realidad. Saltando de tumba en tumba, de recuerdo en recuerdo, le había sorprendido la puesta del sol." (La hoja roja)
Buen viaje, maestro Delibes.
Gracias por las horas y horas de felicidad
que me han proporcionado sus novelas.
Por cierto una gran pérdida, hace muchos años, un profesor que tuve de teatro, hizo una adaptación de "El Hereje", para una muestra y fue así que conocí algo de su bello trabajo. Un gran artista.
ResponderEliminarBuen Fin de Semana!!!
Delibes fue uno de los escritores con los que me inicié en la literatura. Me acompañó en mi adolescencia y, todavía hoy, me emociono cuando releo alguna de sus obras. Las he leido casi todas y nunca me ha defraudado. Para mí es uno de los grandes de la literatura española. Un clásico.
ResponderEliminar"El Hereje" es brutal.
Buen fin de semana también para ti, Adriana. Un abrazo.
Preciosa entrada, nada más bello que celebrar la partida de los grandes escritores, con fragmentos de sus grandes obras. Me uno a tu homenaje póstumo para un grande que ha partido a escribir un poco más lejos.
ResponderEliminarMil abrazos para ti, querida amiga.
Anouna
Me uno a tu despedida del gran escritor, veo que no tienes seguidores.
ResponderEliminarVine buscando tu luz de buenas noticias y me llevo el cartel de: " actúa desde el corazón" para colgarlo, con tu permiso en mi blog; así que me quedo por aquí leyéndote.
Un beso
Una entrada preciosa amiga. Nos deja un bello y buen trabajo, eso siempre quedara entre nosotros. Un beso grande y mucho cariño
ResponderEliminarA mi no me acompañó en la adolescencia sino más tarde.
ResponderEliminarAhra no tengo la sensación de que escribiese grandes obras sino que que escribió con una gran lenguaje.
Tendría que releerlo.
Pero fue alguien especial: sus "diarios" son ya lectura obligada de como desarrolar un personaje, frase a frase, sin necesidad de "acción", "trama", "argumento" o como quieras llamar a esos libros que la industria ha impuesto.
RIP
Para ti un beso enorme.
Aunque es cierto que he leído pocas novelas suyas, no dejó de entristecerme un poco la noticia. No sé si habréis sentido esta sensación, pero sentí como si una parte de mí hubiera muerto.
ResponderEliminarPara mí, uno de los mejores escritores del mundo nos ha dejado, y uno de los que más me gusta y de los que más emociones me ha producido.
Y no sólo porque las historias son espectaculares, llenas de vida y sentimientos, sino porque es de los pocos autores que utilizan un vocabulario muy amplio y muy rico, y que hace que aprendas vocabulario, ya que creo que de ninguna novela que he leído he sabido lo que significaban todas sus palabras, obligándome a buscarlas en el diccionario.
Y la forma de expresar la historia, de narrarla, para mí es muy especial.
Muy buenos textos has escogido, pero si quieres que te diga, he hechado en falta algo de "El príncipe destronado", así que con tu permiso, vay a poner algo de esa novela (el comienzo, que me encanta):
"Las 10.
Entreabrió los ojos y, al instante, percibió el resplandor que se filtraba por la rendija del cuartelón, mal ajustado, de la ventana. Contra la luz se dibujaba la lámpara que sube y baja, de amplias alas -el Ángel de la Guarda-, la butaca tapizada de plástico rameado y las escalerillas metálicas de la librería de sus hermanos mayores. La luz, al resbalar sobre los lomos de los libros, arrancaba vivos destellos rojos, azules verdes y amarillos. Era un hermoso muestrario y en vacaciones, cuando se despertaba a la misma hora de sus hermanos, Pablo le decía: <>. Y él respondía, encandillado: <>.
A sus oídos llegaba ahora el zumbido de la aspiradora sacando lustre a las habitaciones entarimadas, y el piar desaforado de un gorrión desde el poyete de la ventana. Giró la cabeza rubia sin levantar la nuca de la almohada y, en la penumbra, divisó la cama, ordenadamente vacía, de Pablo y, a la izquierda, el lecho vacío, las vueltas revueltas, el pijama hecho un gurruño, al pie, de su hermano Marcos, el segundo. <>, se dijo con tenue voz adormilada y estiró los brazos y entreabrió los dedos de la mano contra el haz de luz y los contrajo y los estiró varias veces y sonrió y canturreó maquinalmente: <>."
Me acuerdo que este libro lo cogí cuando era pequeño, y que lo disfruté mucho menos que cuando lo cogí hace poco.
Bueno, lo dicho, nos ha dejado uno de los grandes. Espero que os guste el texto que he cogido de este estupendo libro del gran Delibes.
Bye!
Señor Naranja.
Una entrada cargada de Sentimiento.Y cuando las cosas llevan todo lo que uno tiene dentro,todo sale así de hermoso.Una entrada con magia como la que desprendía nuestro autor.Un abrazo con mucho Sentimiento querido amigo,descansa en paz.Preciosa entrada.Un cariñoso abrazo con mucho Sentimiento a todo el periódico.
ResponderEliminarPreciosa selección. Por edad podría haber sido mi padre, eso significa que su literatura me resuena familiar, propia de una vida pasada pero magníficamente expresada. Maestro en las emociones de lo pequeño que se hace grande con solo leerlo. En fin, tuvo sus ideas claras, un corazón sencillo y se ha merecido esa muerte tranquila. Un abrazo.
ResponderEliminarMe da mucha pena tener que admitir que no he leído nada suyo, pero esta noticia me ha servido para buscar, de ahora en adelante, alguna de sus obras y cultivarme un poquito más.
ResponderEliminarSiempre he creído que la muerte del escritor es, por mucho, una de las peores tragedias que puede haber. Y ésta no es la excepción.
En fin, espero que estés muy bien, Elena adorada. Te dejo muchísimos besos.
I love you :)
hola hermosa mujer, soy Gonzalo (evento en Altair ¿recuerdas?) ¿por qué no me dijiste que tenías un espacio en esta red? ¡Te he encontrado por acá de casualidad!¡¡
ResponderEliminar¿Cómo te va? te paso mi correo para poder saber de ti.
g.ghirardelli@gmail.com
Belleza, te mando un abrazo fuerte.
Escríbeme. Lo espero.
Gon G.
Gracias por sumarte, Anouna, Delibes era uno de los grandes, es cierto. Para mí, uno de mis escritores de cabecera. Si algo lamento es que nunca le concedieran el Nobel, se lo merecía.
ResponderEliminarUn abrazo muy muy fuerte.
Gracias por unirte, Marian, Delibes se merece un gran homenaje.
ResponderEliminarNo hay ningún problema por que te lleves el cartel pero, si no te sabe mal, te pediría que indicaras su procedencia porque lo hizo mi amiga Marta y creo que merece que se destaque su autoría.
Gracias por la visita. Un abrazo.
Gracias, querida Luciérnaga, tienes razón, sus obras son su legado. Y eso siempre lo tendremos. Muchos besos, preciosa.
ResponderEliminarYo creo que escribió mucho y que algunas de sus obras fueron grandes, grandísimas obras. De hecho, pienso que ya es un clásico de la literatura española. Cómo analiza la muerte y la soledad en "La sombra del ciprés es alargada"; cómo llegamos a conocer a Mario a través de las quejas de su mujer, al mismo tiempo que descubrimos la frivolidad y superficialidad de ella en "Cinco horas con Mario"; cómo vivimos la angustia de la jubilación y la sensación del final de la vida en "La hoja roja"; cómo es capaz de escribir una de las mejores novelas históricas que he leído jamás sobre la época de las guerras de religión en Europa, en "El hereje". Para mí son grandes novelas, sí. Y él fue un gran novelista. De hecho, ha sido, es y será uno de mis escritores de cabecera.
ResponderEliminarOtro beso enorme para ti, darling.
Mister Orange, yo tuve exactamente esa misma sensación, como si una parte importante de la que fui se hubiera ido con él, como si quedara un poco huérfana. Estoy totalmente de acuerdo contigo, su vocabulario era algo espectacular.
ResponderEliminarEs curioso, tenía muchos libros sobre la mesa cuando escribía esta entrada y uno de ellos era "El príncipe destronado" pero, al final, tuve que recortar porque temía hacer una entrada demasiado larga. Así que te agradezco la cita, creo que redondea el post.
Un beso, Señor Naranja.
Sí, Delibes era mágico, Sentimiento, estoy de acuerdo.
ResponderEliminarGracias por sumarte al homenaje. Un abrazo también para ti.
Me alegra que te haya gusadola selección emejota. Era un maestro en las emociones, totalmente de acuerdo. Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosísima Siberiana, te animo a leer a Delibes, es realmente LITERATURA. Así, con mayúsculas. Cuando lo hayas leído, dime que te parece. Me gustará saber tu opinión.
ResponderEliminarMuchísimos besos también para ti, queridísima Mariana.
Hombre, Gonzalo, qué ilusión, claro que me acuerdo de ti... ;-)
ResponderEliminarAhora mismo te mando un mail.
Otro abrazo fuerte para ti.
¿sabes, Helen?
ResponderEliminarsiempre que mueren personajes así de sabios, así de maravillosos, pienso dónde se llevarán toda esa experiencia y esos conocimientos de la vida y esa forma de decir y pensar... Eso es irrecuperable.
UF!
Un besote!
Marta.
espero, princesa.
ResponderEliminar>> ahora que te he localizado, no te me vuelves a escapar¡¡¡ :-))
G.Ghirardelli
Yo creo, Martita, que la mayor parte de su sabiduría queda, por suerte, en sus libros. Es la suerte que tenemos.
ResponderEliminarDelibes fue uno de los autores que me enseñó a amar las palabras, la literatura, la lectura. Es importante para mí. Mucho.
Un beso enorme.
Por cierto, a ver si hablamos que últimamente no nos localizamos y tengo ganas de charlar!!!!! Muaaaaaaaaas
jjajajaa, Gonzalo, que sepas que no me asusto...
ResponderEliminarY, por cierto, te envié un mail ayer pero me rebota, no sé por qué.
Y, por cierto 2, ya te vale que no has comentado nada sobre Delibes!!!
Un beso sonriente.
El Viernes fue un día raro.
ResponderEliminarAlguna gente no puede entender cómo, aun sólo conociendo a Delibes por sus novelas, nos haya tocado tanto que se haya ido.
Muy buena tu selección.
Muchos besos
que te rebota el email... mmmmmmmmmm... quiza tenga la carpeta cargada. Dime por aca tu correo, reina (*).
ResponderEliminary de lo de Delibes siento no haber comentado nada pero a mi si me sacas de los edificios o las motos no soy nadie. No lei nada de ese escritor nunca. y ya lo veo tarde. ESpero ser perdonado por ello y que pronto -muy pronto- seaa tu quien me instruyas.
Belleza, te mando un abrazo fuerte y un besote enorme.
Que tengas un buen día y que también tengas tiempo para contestar a tu amigo.
G.Ghirardelli
(*) subiendo en la jerarquia
:-)
A mí me ha dejado triste su muerte aunque me alegra que por fin se haya reunido con su esposa... La suya es una bonita historia de amor... como la que se avecina en tu vida, no? o eso parece...
ResponderEliminarbss
A mí me pasó lo mismo, Lucía, creo que ya lo he comentado en algún lugar pero me siento como un poco huérfana. Delibes era un puntal literario de mi vida y me ha tocado su muerte, sí, me ha dado muchísima pena.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado la selección. La verdad es que me costó un montón elegir entre tantos libros y tantos párrafos geniales.
Muchos besos también para ti, preciosa.
Me puedes escribir al correo de buenas noticias, Gonzalo, y, desde allí, ya te pasaré el otro que utilizo más a menudo.
ResponderEliminarY, bueno, vaaaaaaa, te perdono, jajaja. Instruirte? No sé si soy la persona adecuada pero, eso sí, cuando quieras te paso libros que otra cosa no pero libros no me faltan, jajaja. Y ahora, además de en casa, también en el curro.
Una propuesta: me traes un trozo de parmesano (soy adicta) cuando vuelvas a estar en Roma y, a cambio, te presto un libro. Libros por parmesano, no es un mal trato, ¿no? je je je
Bellezo, gracias por tu abrazo y tu beso. Otro de cada para ti.
Y gracias por el upgrade, jajaja. Si llego a diosa, ganas premio... ;-)
Es verdad, Ina, a mí también me encanta la historia de amor de Delibes y su mujer, es mágica. A mí, me devuelve la fe en que, a veces, las historias de amor suceden de verdad. Y nos puede pasar a todos, ¿por qué no? Yo pienso que, si crees en ello, tienes más posibilidades de que te suceda(ya sabes, lo mío es optimismo puro y duro).
ResponderEliminarY.... bueno, veremos qué es lo que se avecina, jajajjaja ;-)
Un beso gordo.
aHORA me encuentro aca en Barcelona pero a finales marcho para Roma para visitar a mi padre.
ResponderEliminarparmigiano? il miglior formaggio d'Italia... ok, no problem. te traigo dos maletas repletas pero conmo pago un buen beso
je je
hace el trato, principessa?
Gon G.
...
y hace unn cafe un dia de esta semana tambien????
jajajajaja, no sé, no sé, tú traeme el parmes y ya veremos....
ResponderEliminarLo del café esta semana, seguro, sin problema ;-)
Un beso gordo.
princesa Elena ¿acaso sabías tu que la unica obligacionn que tiene um hombre sobre la tierra es la de realizar sus sueños?
ResponderEliminarpor tanto... grazie, bela!!!!!!!!!!!
Gon G.
Lo confieso, Gonzalo, con esa frase... me has matado....
ResponderEliminarA domani!!!
Por tus obras te reconocerán...
ResponderEliminarSiempre de ellos se recibe un milagro.
Besotes
Por sus obras, sé que Delibes era un gran maestro, uno de los que más sabía acerca de las emociones humanas. Un beso, Desvanecerse.
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