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lunes, 13 de julio de 2015

De inundaciones y enseñanzas


(Imagen de Leszek Paradowski)


Hace unos días sucedió algo curioso: yo llegaba a casa a la una de la madrugada cuando oí un ruido de agua goteando. Pensé que, seguramente, alguien se había dejado un grifo abierto en el piso de arriba y empecé a subir la escalera. De pronto, me di cuenta de que el agua corría ya por los peldaños y aceleré mis pasos para cerrar el dichoso grifo. Pero no, no había ningún grifo abierto. El calentador del agua se había roto y el piso de arriba parecía las cataratas del Niagara. Voy a ahorraros todo el proceso de búsqueda de cubos, achicamiento de agua, desesperación, más achicamiento, vaciada de cubos… pero sí os diré que duró unas tres horas –y que yo estaba sola-.

En esas tres largas horas me estuve preguntando cuál era la lección que tenía que aprender de aquel jaleo. Y, bueno, finalmente, llegué a una conclusión…

Una de las cosas que pensé fue en lo destructiva que puede llegar a ser el agua. La inundación del otro día (que, por suerte, no fue tan grave como podía haber sido si yo hubiera llegado más tarde) arrasó con un mueble, varios armarios, dos alfombras, etc.  Recordé que, en el mundo simbólico, el agua está relacionada con la emoción. Y pensé que, lo mismo que el agua, la emoción desbordada provoca desolación. Un poco de agua quita la sed, demasiada agua inunda, invade, encharca.

Esto hizo que me acordara de la idea budista del Camino Medio, la vía de la moderación, la huida de los extremos. Para recorrerlo es necesario, entre otras cosas, la sabiduría. En este caso, para mí, la enseñanza vino en forma de inundación. Bienvenida, pues…

10 comentarios:

  1. El equilibrio aparente, la fina y delicada linea que separa lo necesario de lo excesivo... lo refrescante de lo agobiante.
    Sin duda todo es susceptible de hacernos reflexionar...
    de aportarnos luz frente a la oscuridad.

    Un abrazo de luz

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    1. Yo también lo pienso, Athenea, cada persona que se cruza en el camino, cada situación, cada cosa puede encerrar una enseñanza, si queremos buscarla. Gracias por tu abrazo de luz. Otro bien grande para ti.

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  2. Las cosas se estropean y se tienen que renovar. Nosotros las personas tambièn tenemos que renovarnos, porque si no lo hacemos de alguna forma tambièn nos estropeamos.Como dice el refràn"Renovarse o morir"
    Buscar nuevos objetivos,y estar abiertos a lo nuevo,sin renegar de nuestros principios
    Un abrazo

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    1. Sí, aprender, renovarse, seguir aprendiendo y seguir renovándose, esa es la idea ;-)
      Un abrazo, Unknown.

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  3. Bueno a veces estas cosas pasan por no renovar el aparato correspondiente.
    A mí una vez me explotó (literalmente) una cafetera que tenía puesta en el fuego y que no recordaba que la tenía guardada porque no funcionaba bien.El café salió disparado y se repartió por toda la cocina!
    La única lección que saqué de aquello es que no volvería a guardar un aparato viejo.
    Renovemos los aparatos y renovémonos nosotros también para no quedarnos hechos unos trastos!
    Un abrazo

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    1. jajajajaa, bueno, la visión práctica también es necesaria, sin duda. Gracias, anónimo.
      Un abrazo.

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  4. Me he cargado una preciosa plantita por regarla demasiado... A veces actuamos así con las personas que queremos, ¿verdad? Las atosigamos con un exceso de ...cariño.

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    1. Sí, lo hacemos. Es bueno darse cuenta y aprender de ello para hacerlo mejor con la próxima planta o con la próxima relación ;-)
      Un abrazo lleeeeeeno de cariño, Mari <3

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  5. Entre calma la sed y la inundación, así es el agua , así los sentimientos...

    saludos

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    1. Sí.... ;-) Gracias por la visita y el comentario, lluvia. Un abrazo.

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