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viernes, 11 de abril de 2014

Defensa de la alegría


Defensa de la alegría, el poema de Benedetti que acompaña este blog,
 como una declaración de principios, desde el primer momento…




Defensa de la alegría – Mario Benedetti

                                                                  a trini

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegía como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar 
y también de la alegría.

2 comentarios:

  1. ¡Siempre que leo ese poema de Mario pienso en ti! Inevitablemente me remite a nuestras primeras pláticas, hace ya cinco años.
    Y lo que más admiro de ti es que siempre albergas alegría y cariño para los demás. Siempre has tenido detalles maravillosos conmigo y ese es el mayor regalo de todos.

    Te quiero mucho, ¡y a seguir sonriendo! :)

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    Respuestas
    1. ¡¡¡Querida Siberiana!!! Tú eres uno de los maravillosos regalos que me trajo este blog. Sólo por eso, ya valió la pena escribirlo. Yo admiro tu grandísimo corazón. <3 También te quiero mucho, preciosa. Te mando un abrazo inmenso.

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